Por mucho que su ficha técnica en la Imdb, página que no debería ser tomada como la Biblia en datos, cosa que algunos hacen, diga que 'Rogue' (vamos a llamarla así, que lo de 'El Territorio de la Bestia' me da arcadas) es del 2007, lo cierto es que data de un año antes. Eso nos sirve una vez más para denunciar, aunque sólo sea poniéndolo aquí, el enorme retraso con el que nos llegan muchas películas. De hecho, el anterior trabajo de Creg Mclean, 'Wolf Creek', tardó lo suyo en estrenarse entre nosotros, y no sólo eso, su distribución fue de lo más lamentable. Algo parecido,aunque en menor grado, le ha sucedido a 'Rogue'.
Y es que tal vez esa apariencia de "una de un cocodrilo gigante", haya jugado un poco en su contra. Curiosamente, el film aún no se ha estrenado en los USA, país coproductor de la película junto con Australia, cosa que hará, y de forma limitada, este próximo viernes. 'Rogue' tiene mala pinta, antes de verla, pero una vez vista, se puede apreciar un film inteligente, modesto y que a pesar de los pesares, huye de los tópicos todo lo que puede, y a ratos lo consigue. Exactamente la misma operación que Mclean realizó con 'Wolf Creek'.
SPOILERS
'Rogue' narra la breve historia de un periodista americano que viaja hasta el norte de Australia para hacer un reportaje sobre el turismo en esa parte del continente. Allí se subirá, junto con otros turistas, a un pequeño bote conducido por una mujer, la cual les enseñará los bellos paisajes australianos mientras navegan por un río. Justo cuando van a volverse, descubren una llamada de socorro producida por una bengala río arriba. Tratando de ayudar a quien haya lanzado dicha bengala, sufrirán el ataque furioso de un cocodrilo gigante que hunde el barco, dejando a nuestros protagonistas completamente aislados en un pequeño islote. Es hora de comer, piensa el cocodrilo.
'Rogue' tiene dos partes bien diferenciadas, tal y como sucedía en la anterior película de Mclean. La primera está formada por la consabida presentación de personajes, donde hay para todos los gustos y colores. Una galería de sobra conocida por el espectador, incluso tenemos el típico joven idiota y descerebrado, que luego resulta no serlo tanto. También entra en esa parte, la estancia de todos ellos en un pequeño islote amenazado tanto por el cocodrilo de marras, como por la subida de la marea. Es en ese espacio escénico donde el director juega bastante bien sus cartas, y aunque todo parece moverse por lugares bien comunes dentro del género, lo cierto es que Mclean es capaz de sorprendernos. Y lo hace con sencillez, manejando lo justo todo lo que tiene a su alrededor, demostrando conocer bastante bien los resortes del género. Al igual que en su anterior película, utiliza muy bien el paisaje, confiriéndole algo más que ser simplemente un escenario. Si en 'Wolf Creek' teníamos el desierto y sus largas extensiones llanas, aquí tenemos todo lo contrario. El infierno está compuesto por un río en el que es mejor no mojarse ni los pies, y una selva más peligrosa aún. Una segunda parte, bastante bien filmada, tiene lugar en la guarida del cocodrilo, en la que uno de los personajes tendrá que ingeniárselas para salir con vida de allí, llevando a cuestas a otro que iba a ser la cena, o el desayuno, vaya usted a saber, del bicharrejo.
En cuanto a los personajes, todos ellos típicos hasta decir basta, Mclean vuelve a jugar con el espectador de forma inteligente, haciendo que éste piense erróneamente en quién va a ser el primero en ser devorado por el cocodrilo. En ese aspecto, el primero del islote en caer es el que menos esperamos, y casi sucede sin que nos demos cuenta, ya que Mclean opta en el primer tercio de película por no mostrarnos al cocodrilo, lo que acrecienta el suspense. Curiosamente, y después de cierta situación crucial, el film tiene un cambio brusco, demasiado, diría yo, y cambia al interior de la guarida del bicho. No volvemos a saber nada de todos los demás personajes, y queda incluso como muy cutre ese cambio tan radical, aunque a cambio, el director nos regala un momento bastante disfrutable cuando llega el momento de enfrentarse al cocodrilo. Eso sí, antes hemos tenido que creernos lo imposible, que cierto personaje esté vivo.
Los actores cumplen todos con su cometido, y seguro que no han tenido que esforzarse demasiado. Radha Mitchell demuestra ser una actriz todoterreno, y siempre es un placer verla en pantalla, aunque sea dando vida a alguien tan anodino. Lo mismo puede decirse del periodista americano, interpretado por un soso Michael Vartan. El resto del reparto está en la misma línea. Y para los admiradores de 'Wolf Creek' puede suponer una sorpresa comprobar como el actor que dio vida al asesino de aquélla, John Jarratt, interpreta aquí a un pobre hombre viudo que enseguida se pone demasiado nervioso con la situación.
'Rogue' no aspira a ser la quintaesencia dentro del género de terror con bicho marino que se merienda a un montón de seres humanos. Pero por lo menos está servida con dignidad y logra sopesar sus defectos con una buena realización y utilización de sus pobres medios. Un trabajo correcto y entretenido, que está muy por encima de las últimas muestras del género.
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