'Regresión', volver para esto

Tras 6 años de silencio, Alejandro Amenábar vuelve con 'Regresión', un nuevo thriller de terror que vuelve a destacar las ambiciones internacionales del que fuera la gran revelación del cine español en los 90. Rodada en Canadá y con un elenco íntegramente internacional, este nuevo trabajo llega tras la vapuleada 'Ágora' (2009) y lo hace por la puerta grande: teniendo su premiere mundial en la inuaguración de la Sección Oficial del 63º Festival de Cine de San Sebastián. Gran expectación ante el nuevo trabajo del último director en alzarse con el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa en 2004 por 'Mar Adentro'.

Un estreno muy comentado por innumerables razones: la ausencia de sus dos protagonistas en el festival por motivos profesionales y su fría acogida por parte del público y la crítica. Aunque ya os comenté rápidamente mis primeras impresiones sobre la cinta, me ha parecido adecuado ahondar un poco más en la nueva película del director de 'Tesis' (1996). Una historia sobre la maldad en lugares insospechados a la que le falta garra visual, fuerza narrativa y potencia en su historia.

Defendiendo la inocencia

Con 'Regresión' viajamos a la ciudad de Minnesota, al año 1990. Allí, el detective Bruce Kenner investiga el caso de Angela, una joven que acusa a su padre, John, de cometer un crimen inconfesable. Cuando éste, de forma inesperada y sin recordar lo sucedido, admite su culpa, el psicólogo Dr. Raines se incorpora al caso para ayudarle a revivir sus recuerdos reprimidos, lo que desenmascarará una siniestra conspiración. Una trama llena de misterio y giros inesperados, muy al estilo Aménabar, pero que no termina de atemorizar ni sorprender.

Y es que, en su nueva película, Alejandro Amenábar vuelve a indagar en la religión -tema muy presente de una forma u otra en su filmografía-, aunque en esta ocasión lo hace en forma de rituales satánicos, y más concretamente a una serie de sucesos ocurridos en Estados Unidos en la época descrita y que provocaron una ola de terror en el país. Y todo ello, con abusos sexuales y sacrificios de niños, de por medio. Pero, como en toda película de terror que se precie, no todo es lo que parece y su narración jugará a engañar al espectador haciéndonos dudar sobre quién defiende la maldad y quién la inocencia.

Unas dudas que se disiparán muy pronto, porque uno de los grandes defectos del film es su previsibilidad: cuando se nos da una pista clave, desciframos facilmente todo el enigma, haciendo que perdamos todo el interés -si es que la historia nos llegó a atrapar en algún momento-. Su otro gran defecto es su falta de personalidad: tanto la propuesta visual, como su forma de ser contada -correctas, pero esperamos más de un director como Aménabar-, que resultan tan convencionales que no nos aportan nada nuevo y, aunque suene a cliché, nos recuerde demasiado a un telefilm.

Reparto desganado

Y la que es una de sus grandes bazas para atraer al público, su reparto, también queda bastante deslucido. Sin duda, la presencia de Emma Watson, Ethan Hawke y David Thewlis son un reclamo para el público, pero ni Amenábar ni la historia parecen sacarles provecho. Mientras Emma Watson, proviniendo de una familia de clase baja y tan desestructurada como la suya, aparece físicamente impecable y perfecta y su actuación afectada y sobreexpuesta concuerda a la perfección con la otra afectación que propone Ethan Hawke en su interpretación, en un personaje confuso y no muy bien dibujado.

'Regresión' es -valga la redundancia- el regreso de Alejandro Amenábar, sí, aunque su intento de volver a hacer lo que se le dio tan bien en sus primeras películas no parece haberle salido demasiado bien. Previsible y falta de carisma, la película cumple a medias con su función de thriller de terror: entretiene, pero no sorprende. Y es que si eres Alejandro Aménabar se espera mucho más de ti y volver para esto...

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