Cuando estás haciendo cola en la taquilla -o comprando esas palomitas que valen su peso en oro- puedes escuchar toda clase de comentarios que dejan en evidencia la desinformación de mucha gente que acude al cine, un factor que probablemente marcará la opinión sobre lo que se ha visto. En bastantes ocasiones he oído expectativas totalmente equivocadas sobre películas elegidas a última hora y la semana pasada vi cómo una madre estuvo a punto de meterse con unos pequeñajos de entre 5 y 10 años a ver 'Posesión infernal (Evil Dead)' ('Evil Dead', F. Álvarez, 2013).
Lo más curioso de esa anécdota es que el empleado de la multisala tampoco se había tomado la molestia de informarse un poco sobre la programación --tras pasarse un rato repasando el panel la mujer descartó la opción del cine-- y al parecer ni siquiera se había fijado en un cartel que promete "la experiencia más aterradora que vas a vivir". Un burdo truco publicitario --y una mentira como una catedral-- pero no deja lugar a dudas sobre la clase propuesta que cabe esperar. De todos modos, hay veces que incluso el aficionado descubre con sorpresa que lo que está viendo no encaja con la idea que tenía en mente, y es muy posible que los fans de la trilogía 'Evil Dead' de Sam Raimi se sientan decepcionados con el remake del debutante Fede Álvarez.
Una cabaña en el bosque, un ente diabólico... y un drama familiar
La historia de 'Posesión infernal: Evil Dead' no tiene complicación alguna, especialmente tratándose de una actualización de 'Posesión infernal' ('The Evil Dead', Sam Raimi, 1981) --se vendió como un remake aunque tranquilamente podría ser una secuela de la original--, sin embargo el guion necesitó el trabajo de tres profesionales: Álvarez, Rodo Sayagues y Diablo Cody --no acreditada--. Tras ver la película sospecho que la tarea de Cody era dotar de profundidad al drama que vincula a los hermanos, el único elemento con el que se juega para crear personajes de cierta entidad. Una idea interesante cuyo resultado está lejos de resultar satisfactorio. Ante todo porque la seriedad del asunto no encaja con el resto de la propuesta.
Después de un irregular prólogo --sin emoción pero bien rematado-- que adelanta la amenaza a la que se van a enfrentar los protagonistas, la cámara baja del cielo y nos lleva hasta la vieja y solitaria cabaña donde va a ocurrir todo. Cinco guapos muchachos --Shiloh Fernandez, Jessica Lucas, Elizabeth Blackmore, Lou Taylor Pucci y Jane Levy, protagonista de la divertida 'Suburgatory' (2011-2013)-- se reencuentran por primera vez en varios años para pasar unos días juntos con la excusa de que una de las chicas desea superar su drogadicción. Este problema será la base para que los demás desconfíen de ella cuando empiece a desatarse el festival de horror provocado por la imprudente lectura de un misterioso libro hallado en el sótano de la casa...
Mucha sangre, poca imaginación
Prácticamente desde el inicio de 'Posesión infernal (Evil Dead)' resulta patente la despreocupación de los guionistas a la hora de justificar las decisiones que toman los personajes que han creado, arrastrados al sufrimiento y la muerte de manera absurda. Es una torpeza que por desgracia se ha convertido casi en una constante del género, quizá por la escasa exigencia de los fans --ojo al número de entregas de aburridas franquicias como 'Saw' o 'Paranormal Activity'--. Se entiende que la gracia de estas películas son los sustos y el gore, pero eso no está reñido con un mínimo de cuidado e ingenio al plantear una historia y unos personajes verosímiles. Al contrario; cuánto más creíble, más miedo.
Todo eso quedaría disculpado si se hubiera apostado por un enfoque gamberro y cómico, en la línea de lo que hizo Raimi --aquí productor junto a Bruce Campbell-- con las secuelas de 'Posesión infernal'. Hay guiños, y alguna escena parece filmada por el director de la reivindicable 'Arrástrame al infierno' ('Drag Me To Hell', 2009), pero Alvarez propone un relato de terror demasiado convencional, que tarda en arrancar y cuando lo hace no despierta interés, intentando sorprender con ideas trilladas. Sin duda lo mejor del film son escasos pero logrados destellos de humor --"Me duele la cara..."-- y un puñado de imágenes realmente violentas y desagradables.
Pero hay poco destacable, meritorio, en esta 'Posesión infernal (Evil Dead)', cuyo mayor error es tomarse demasiado en serio una absurda historia de posesiones demoníacas y sangre fácil. Si has visto el tráiler ya has descubierto casi todos los momentos importantes de la película. Espera un poco a que se te olvide y no esperes demasiado.
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