Este viernes se estrena '¡Marchando!' (‘Waiting…’, 2005), una comedia que cuenta unas cuantas anécdotas reales de los camareros de un restaurante americano. Sí, recuerda a ‘Clerks’ en su concepción y en algunos de sus personajes, tanto que hasta había un reconocimiento en los créditos hacia la película de Kevin Smith.
El guión no tiene apenas progresión, salvo por dos tramas muy simples: llega un chico nuevo al restaurante y, con la excusa de enseñarle todas las dependencias, de presentarle a todo el mundo y de contarle cómo funcionan allí las cosas, se nos va contando a nosotros, los espectadores. La otra tramita: uno de los veteranos hace balance de su vida y se da cuenta de que está perdiendo el tiempo, de que debería terminar sus estudios. La falta de una fuerte trama central puede que la convierta en una película menor, pero no necesariamente en mala. A lo largo de estos finos hilos argumentales se cuelgan todas las anécdotas graciosas y típicas de camareros de restaurante de dudosa calidad. Vemos sus cabreos cuando no reciben esas propinas que aquí no podríamos concebir. Comprobamos hasta dónde pueden llegar si se les trata mal. Conocemos un jueguecito que se traen en las cocinas. Y sabemos de sus jerarquías y sus separaciones, casi gremiales. Sin ser nada original, la película sí que tiene algunos momentos bastante divertidos y graciosos y se ve muy bien, sin aburrir ni hacerse repetitiva. Lo mejor que tiene es que no le ocurre como a la mayoría de las comedias que nos están llegando últimamente desde EE. UU., por ejemplo, ‘Como Dios’, de Jim Carrey. Me refiero a lo de que a mitad de película o incluso antes, todo se da la vuelta y la comedia se transforma en un mensaje sobre los valores tradicionales, el conformismo y otras basuras similares. Por suerte, en ‘Marchando’ no ocurre eso ni siquiera en el último minuto. Lo cual en sí ya es un valor.
Al protagonista, Ryan Reynolds, lo habíamos visto en la serie ‘Tres para todo’ (‘Two guys and a girl and a pizza place’), y en las películas ‘Blade: Trinity’ y ‘Solo amigos’. Justin Long es una cara que también nos suena de varias series, entre ellas, ‘Ed’. El director, Rob McKittrick, se estrena con este film.
‘¡Marchando!’ nos llega con un poco de retraso porque es una de esas películas en las que no confían demasiado las distribuidoras. Se debe probablemente, más que a cualquier deficiencia real de la película en cuanto a su factura o a su guión, a que no viene respaldada por el nombre de un director famoso y a que los actores son de series o de películas menores. Si los actores fueran algunos de los cómicos que hoy en día respetan los que se las dan de “friquis” y el director fuera famosillo, aunque las situaciones y los chistes fueran los mismos, la película tendría algo de fama.
Al igual que les ha ocurrido con el título de la película que al traducirlo han tenido que perder el doble sentido de ‘Waiting’ (esperando y sirviendo mesas), me ha pasado a mí. En inglés esta crítica se podría haber títulado: “While we’re ‘Waiting’ for ‘Clerks2’”.
Es cierto que se le podría haber sacado más jugo a todo, pero con lo que hay se puede pasar un buen rato. Por lo tanto, la recomiendo para cualquiera que quiera reírse y que no espere ver un film que le cambie la vida. Y especialmente, para todos aquellos que hayan trabajado de camareros o cocineros alguna vez. Pero incluso sólo por haber ido como cliente a un restaurante de ese estilo ya se pueden reconocer muchas situaciones. Lo que está claro es que si veis la película, después no vais a cenar en una hamburguesería.