Estoy convencido de que no van a ser pocos los que lean muchas películas a partir de ahora en clave de Donald Trump, es decir, que busquen cualquier tipo de conexión entre ellas y el próximo presidente de Estados Unidos. No deja de ser sencillo hacerlo cuando él viene a ser la representación del capitalismo puro y duro, pero dudo que en la mayoría de los casos exista en sus responsables una verdadera intención al respecto.
‘Marea negra’ (‘Deepwater Horizon’) podría ser perfectamente una de ellas e incluso hay un tenue punto de contacto en el que apoyarse, pero sería hacer una lectura muy interesada de una película que en el fondo sólo busca mostrar lo que causó una tragedia reciente y hacerlo de una forma efectiva y entretenida para llegar a todo tipo de público. El resultado es una propuesta estimable con varias virtudes, pero que, curiosamente, pisa demasiado sobre seguro.
El otro tipo de gran héroe americano
Todo desastre provocado por los seres humanos tiene una explicación más o menos sencilla y eso era lo que ofrecía el artículo del New York Times que adapta ‘Marea negra’. El gran reto de los guionistas Matthew Sand y Matthew Micharl Carnahan era potenciar la vertiente humana del mismo, incidiendo por ello en las diferentes personalidades de algunos de los allí presentes. Ahí es donde entra Mark Wahlberg y su eficacia como el otro tipo de gran héroe americano.
Aún tenemos en cartelera a Tom Hanks demostrando lo acertado que está siempre en ese rol y la multitud de matices que puede darle en ‘Sully’, pero hay algo en lo que no había pensado hasta ahora: Hanks es el gran héroe americano de clase media-alta, pero ya no encaja en esa imagen algo más simple para la clase trabajadora y es ahí donde Wahlberg triunfa a lo grande en ‘Marea negra’.
Ya de entrada nos queda claro que él va a ser el principal punto de apoyo del público, por lo que incluso se fichó a Kate Hudson para hacer poco más que de esposa preocupada según va descubriendo el nivel de la catástrofe que está teniendo en Deepwater Horizon. Lo hace desde la simpatía y la honradez, dejando claro que igual no es capaz de mucho más que eso y el trabajo duro, pero ya es más que suficiente para ganarse nuestras simpatías.
Luego es cierto que cuenta con otros apoyos -pienso principalmente en los personajes de Kurt Russell y Gina Rodriguez- pero Sand y Carnahan apuestan de forma clara por Wahlberg, no teniendo en problema en desatender a otros personajes -no pocos dan la sensación de estar simplemente por ahí- o en echar mano de recursos un tanto esquemáticos. En este último punto sobresale el “villano” encarnado por John Malkovich, pero el actor sabe cómo hacer atractivo el endeble material que tiene a su disposición.
La aportación de Peter Berg a ‘Marea negra’
‘Marea negra’ podría haber quedado relegada a poco menos que una película que critica el capitalismo más voraz como poco más que una excusa para convertirse en un vehículo para el lucimiento de Wahlberg de haber caído en según qué manos, pero aquí ha vuelto a coincidir con Peter Berg, un realizador que siempre ha dado la sensación de tener las ideas muy claras, incluso cuando eso no sea algo necesariamente positivo.
Berg vuelve a optar por un acercamiento ligeramente nervioso en el manejo de la cámara para imprimir una mayor emoción a lo que sucede. Al igual que sucedía en ‘El único superviviente’ (‘Lone Survivor’), parece consciente de que el tratamiento de los personajes es mejorable y que Wahlberg es su mejor aliado, por lo que evita detenerse más de lo necesario en la presentación de los mismos y centra su atención en la fuerza de la historia.
Por ello, la aportación de Berg va aumentando a medida que los personajes pierden el control y es la acción la que va dictando su camino. Antes se preocupa más por incidir en la voracidad de BP por reducir costes a cualquier precio -algo que ayuda a que más personajes sean identificables y a que la historia tenga una evolución fácil y convincente-, aunque no tanto con un afán de crítica como por ser el catalizador de lo que está por venir.
Una vez todo se viene abajo, Berg brilla tanto mostrándonos la ola de destrucción como situándonos a los personajes que habían adquirido cierta entidad hasta entonces. De nuevo vuelve a confiar de forma principal en Wahlberg, quien ahí exhibe su poderío físico sin dejar nunca atrás su faceta de persona común. Eso sí, no comete el error de convertirlo en un héroe invencible, algo que da más jugo a su actuación, y además cede algo de espacio al resto.
Lo cierto es que ninguno de los dos se complica más de la cuenta y el resultado es que ‘Marea negra’ va progresivamente a más hasta alcanzar su punto álgido justo en el momento de mayor dramatismo. Hasta ahí todo estupendo, pero sí que falta algo más de arrojo en cualquier dirección para que la película realmente destaque. Lo que queda es una buena película, que no es poco, pero falta un mayor riesgo por conseguir una identidad propia.
En definitiva, ‘Marea negra’ es una cinta interesante que opta por seguir el camino "sencillo" para contarnos sin caer en errores de bultos. Además, el dúo Berg y Wahlberg supera lo conseguido en la discreta ‘El único superviviente’, pero no hay nada que realmente la diferencie y te deja con la sensación de que no han querido arriesgar para evitar una catástrofe como la de Deepwater Horizon, pero a cambio se quedan sin opciones de dejar huella en el público.
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