La producción de westerns ha ido cayendo en picado a lo largo de los años. Según un artículo de El Comercio, entre 1940 y 1960 se hacían cerca de 140 películas al año, mientras que actualmente se necesitan alrededor de diez años para llegar a esa cifra.
Sin embargo, últimamente se han estrenado grandes títulos que demuestran que el western sobrevive, permitiendo a los cineastas interpretar esta oscura época de diferentes formas y enfatizar unos temas sobre otros: la fiebre del oro, los cazarrecompensas,las peleas entre indios y cowboys o la ley del más fuerte.
'La venganza de Jane' y sus múltiples obstáculos
En los últimos meses he tenido la oportunidad de ver hasta cuatro filmes de este tipo: desde ‘Los odiosos ocho’ (‘The Hateful Eight’, 2015) de Quentin Tarantino, pasando por ‘El renacido’ (‘The Revenant', 2015) de Alejandro González Iñárritu a lo último de Jocelyn Moorhouse, ‘La modista’ (‘The Dressmaker’, 2015), ese híbrido de géneros entre los que también se encuentra el que nos ocupa. También está en camino el remake de 'Los siete magníficos' ('The Magnificent Seven') de Antoine Fuqua.
Y ahora ha llegado ‘La venganza de Jane’ (‘Jane got a gun’, 2016), una película que, si bien no aporta nada nuevo a lo que ya conocemos en este tipo de cine, se concibe como una robusta pieza propia de este género, muy bien elaborada y con unos giros muy bien situados, a pesar de las dificultades que el filme ha tenido que superar para llegar a la gran pantalla.
La cinta sufrió el inesperado abandono de la cineasta Lynne Ramsay, las caídas de varios actores que tuvieron que ser sustituidos (Michael Fassbender o Bradley Cooper entre ellos) y luego la distribuidora Relativity Media se declaró en bancarrota. Pero, finalmente, llegó Gavin O'Connor para hacerse cargo de la dirección y la distribuidora The Weinstein Company, que fue la responsable de llevarla a las salas de cine americanas (en España, la distribución corre a cargo de A Contracorriente Films).
Mejor no meterse con una madre cabreada…
Portman –que también produce este filme— coincide de nuevo con Joel Edgerton y Ewan McGregor, con los que ya había trabajado en las precuelas de 'Star Wars'. En esta ocasión interpreta de forma convincente a Jane Hammond, una mujer de complexión delgada aunque mentalmente muy fuerte, ingeniosa y autosuficiente. A pesar de ello, conoce sus propios límites y sabe cuando es necesario pedir ayuda a alguien.
Su trágico pasado no ha conseguido convertirla en una víctima, la ha hecho más fuerte. Un día su marido, Bill Hammond (interpretado por Noah Emmerich) llega a casa cosido a balazos y se desploma delante de su mujer y su hija. La banda de John Bishop (McGregor) lo ha acribillado, y aunque sobrevive, advierte a su mujer de que solo es cuestión de tiempo que se planten en la casa para terminar con él definitivamente, por lo que ella y la niña también corren peligro.
Postrado en la cama, Ham está demasiado débil para proteger a nadie, pero Jane no se achantará. Después de dejar a su hija al cuidado de una amiga, contratará la ayuda de Dan Frost (Edgerton), un pistolero bebedor con quien compartió una relación —y algo más, pero todo se revela poco a poco— años antes. A través de flashbacks muy bien integrados, vamos conociendo los motivos por los que la banda de Bishop y en especial su líder, está tan obcecada y tiene un interés tan particular en capturar y dar matarile a Ham y a su esposa Jane.
Joel Edgerton y Natalie Portman no son solo caras bonitas
‘La venganza de Jane’ es una historia de Brian Duffield, quien también se ha encargado del guión, junto con Anthony Tambakis y el mismo Joel Edgerton. Se percibe en él cierto trasfondo feminista: Jane no es la típica mujer del típico western: al igual que sabe sacar las balas del cuerpo de su marido es capaz de coger un arma y metérselas a los malos.
Seguramente su puntería no sea la mejor si se trata de disparar objetivos a larga distancia, pero cuando está frente a su enemigo en un lugar cerrado (en concreto durante la fantástica escena final) consigue apuntarse el tanto. Portman logrará amedrentar a más de uno con la demostración de lo que una madre llena de ira puede llegar a hacer.
Edgerton —que debutó hace poco en la dirección con ‘El regalo’ ('The gift', 2016)— vuelve a dejarme asombrada logrando el equilibrio exacto entre la terca brusquedad de un hombre despechado y la honestidad conmovedora de un alguien profundamente enamorado, mientras que McGregor entrelaza ingeniosamente la frialdad propia de su personaje con la diversión que le produce amenazar a Jane y su familia. Por su parte, Emmerich se deja ver poco, pero lo que hace lo hace bien.
La del Oeste es una vida dura, pero en bellos parajes
O'Connor mantiene durante el filme un ritmo pausado (aunque no lento), consiguiendo intercalar la narración del tiempo presente (la posguerra civil) con momentos pasados de los protagonistas, logrando una cohesión narrativa y emocional del relato bastante acertada. En el filme logra recrear atmósferas muy densas que van desde los silencios prolongados a los inevitables estallidos de violencia (la escena del tiroteo no tiene desperdicio).
‘La venganza de Jane' es visualmente muy hermosa. Sin duda la belleza natural de los extensos parajes donde se rodó la historia contribuyen por un lado, a aumentar la belleza del filme y por otro a dar un mayor realismo al relato. Esto contrasta con la duras situaciones vitales por las que los personajes tienen que pasar.
Lo mejor: Las interpretaciones de Portman y Edgerton Lo peor: El resultado podría haber sido todavía mejor si hubiese salido todo bien a la primera.
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