Henry Hathaway fue una especie de pionero en la utilización del semidocumental para contar una historia ficticia, partiendo de hechos reales. Algo así a lo que en el cine moderno hicieron gente como Oliver Stone en la grandísima 'J.F.K.', o Paul Greengrass en la igual de grande 'United 93', por poner dos ejemplos conocidos, y al mismo tiempo, un poco distintos entre sí. Hathaway causó una gran impresión en 1945 cuando estrenó 'La Casa de la Calle 92', la cual fue rodada en su mayor parte en los mismos lugares en los que sucedieron parte de los hechos narrados en la película. Su estilo realista influiría en otros grandes directores, como por ejemplo, Jules Dassin en su laureada 'La Ciudad Desnuda', y el propio Hathaway volvería sobre sus propios pasos algunos años más tarde, en la impresionante 'Yo Creo en Ti'. 'La Casa de la Calle 92' narra, un poco cansinamente, cómo un agente doble del FBI, se infiltra en una célula de espionaje alemana, para intentar recuperar unos impostantes secretos sobre la fabricación de la bomba atómica. Antes de que sea desenmascarado, nuestro protagonista, aparte de lograr eso deberá averiguar la identidad de un personaje llamado Christopher, que se supone es el jefe de los espías alemanes.
Sin embargo, y a pesar de todas las excelencias de Hathaway como director, que sin duda habría que tratarlo como a uno de los grandes, para el que esto suscribe, esta película es una ligera decepción, y muy alejada de los mejores trabajos de su director. A pesar del evidente interés de la historia, sobre todo en lo que respecta a la identidad de cierto personaje, bastante bien construído todo eso. Pero en el hecho de querer resultar realista, la película se pasa un poco. Me explico, sus primeros minutos son una puesta al día del funcionamiento del FBI, con una narración en off, que se repite a lo largo de todo el film, y que llega a resultar un poco cargante, no dejando en ningún momento que la película termine de despegar. Asistimos obligatoriamente a un sinfin de datos y hechos, que en cierto modo, no nos importan demasiado, porque al fin y al cabo, muchos de ellos no resultan relevantes en el argumento del film. Quedan bien como datos históricos, el saber nunca está de más, como se suele decir, pero estamos viendo un película.
Por otro lado, y en ese afán realista, prácticamente todo está filmado en los mismos lugares donde aconteció todo, lo cual le da un mayor verismo a la historia, y muchos de los que salen en pantalla son verdaderos agentes del FBI, lo cual choca bastante con los verdaderos actores de la película, algunos de los cuales están magníficos, sobre todo los secundarios, donde cabe resaltar a Lloyd Nolan, como uno de los jefes del protagonista, o a Leo G. Carroll como un carismático agente enemigo. Sin embargo, no todo el reparto está a la altura, sobre todo su protagonista principal, William Eythe, un actor poco conocido, y supongo que precisamente por eso escogido para el papel, rehuyendo de caras conocidas para intensificar el realismo, y el espectador no se distraiga con la presencia de una estrella. Hasta ahí, perfecto, pero esto se paga caro, ya que el actor es totalmente inexpresivo, y está bastante soso. A su lado, Signe Hasso, actriz de una belleza particular, pero que aquí resulta demasiado fría y distante.
Una película correcta, realizada con mucha profesionalidad, pero que viniendo de quien viene cabría esperar muchísimo más, y es que parece mentira que éste sea el mismo realizador de grandiosos títulos como 'Sueño de Amor Eterno' o 'El Beso de la Muerte'. La película acaba de editarse en nuestro país por Fox en la colección de Studio Classics, por si queréis echarle un vistazo.