Hace ya un tiempo os comentaba que 'Expediente Warren: The Conjuring' me había parecido la mejor película de terror de los últimos años y tuve que esperar hasta este pasado mes de enero para que 'Babadook' me hiciera dudar sobre tal afirmación. Y es que es cierto que es un género que sigue dándonos obras interesantes, pero hace demasiado que ninguna cinta de terror consigue impactarme como debería hacerlo y lo que realmente valoro es que sean o no una buena película.
No tenía demasiadas esperanzas en que 'It Follows', la última sensación del cine de terror americano, fuera el título que pudiera cambiar esa inexistencia de títulos que realmente consiguieran mantenerme en tensión e incomodarme en mi butaca. Me alegra poder decir que me equivocaba, ya que se trata de una joya del cine de terror que todo amante del género debería ver y también es mi película favorita de lo que llevamos de 2015.
'It Follows', el terror no tiene forma
Aquellos que hayan echado un vistazo a la premisa argumental de 'It Follows' -Un extraño ser que pudiera adquirir la forma humana que quiera acecha a alguien hasta acabar con él y la única forma de darle esquinazo es acostarte con otra persona y que esta consiga sobrevivir, ya que de lo contrario volverá a por ti- después de lo que he comentado en el párrafo anterior seguramente estén pensando en que suena un tanto ridículo y que casi podría ser la base de una película porno, pero no os dejéis engañar por las apariencias, ya que no deja de ser el reflejo de un temor primario y la clave está en la forma de utilizarlo.
Reducir 'It Follows' a la suma de otras películas sería un error, pero he de confesar que durante muchos momentos no dejaba de pensar en las escenas de acecho de Michael Myers a sus futuras víctimas durante el segundo acto de 'La noche de Halloween' (Halloween). De hecho, David Robert Mitchell, su director y guionista, refuerza esa sensación presentando el pueblo en el que sucede la acción como un paraje solitario con un ambiente ligeramente enrarecido que predispone al espectador a estar esperando a que suceda algo, siendo ahí clave la utilización de la banda sonora.
Una vez presentadas las bases de la historia, Mitchell sigue incidiendo en ello a través de su predilección por los planos abiertos y las tomas largas que van creando de forma sencilla pero efectiva un clima de amenaza constante por la posibilidad de que el monstruo haga acto de presencia, algo que sabemos que va a suceder tarde o temprano. Todo ello tiene una primera consecuencia digna de elogio, y es que 'It Follows' rehuye los sustos gratuitos pensados para conseguir un sobresalto por parte de los espectadores más impresionables, pues únicamente recuerdo un momento que podría ser calificado como tal.
Todo encaja en su lugar
Una de las claves para conseguir una atmósfera consistente que convierte su tono pausado en una incuestionable virtud es que el equipo técnico con el que ha contado Mitchell realiza un trabajo magistral para dar un aire atemporal al relato, introduciendo elementos característicos de varias épocas, con una mayor predilección por los años 70 y 80, que dan más fuerza a una historia que abraza abiertamente y que desarrolla con milimétrica precisión, algo que incluso se percibe en la colorimetría de la película.
Como resultado de todo ello, la inmersión que consigue por parte del espectador llega a ser total y nos hace estar en todo momento en estado de alerta ante la posible aparición de un monstruo que, como bien nos dice la propia película, es lento pero no estúpido. Lo mejor de todo es que el guión de Mitchell tampoco tiene que hacer mucho esfuerzo para que su utilización tenga todo el sentido dentro del universo creado por 'It Follows' y la evolución argumental sea lógico, incluso cuando los protagonistas toman alguna decisión que podría calificarse como estúpida, ya que no es una mera consecuencia de sus desesperación ante el hecho de no saber qué hacer para salir adelante.
Además, Mitchell juega con varios conceptos interesantes en su guión, siendo hasta cierto punto comprensible que muchos espectadores quieran ver en 'It Follows' una recuperación del -un poco reduccionista- mensaje asociado a los slashers de que el sexo equivale a la muerte, pero hay más posibles lecturas y lo realmente importante es que su responsable sabe manejarlo e integrarlo en una historia que mezcla una constante e implacable persecución con una calma incómoda que le viene de fábula.
El fenomenal trabajo de Maika Monroe
Sin embargo, concederle todo el mérito a Mitchell y su equipo técnico sería un error, ya que 'It Follows' bajaría muchos enteros si no contase con la excelente interpretación de Maika Monroe, que ya había estado muy bien en 'The Guest', pero que aquí es la pieza que faltaba para terminar de construir una gran película de terror. Es obvio que el uso de la cámara de Mitchell es básico para potenciarlo, pero la increíble mezcla de inocencia, vulnerabilidad y al mismo tiempo ser capaz de transmitir suficiente fuerza como para valerse por sí misma.
La actuación de Monroe va mejorando encima más y más según avanza el metraje, transmitiendo con su lenguaje no verbal la sensación de desesperación y una angustia similar a la que los espectadores podemos estar sufriendo. Ella es la gran estrella de un reparto que funciona muy bien en sus papeles, pero que queda un poco empequeñecido en comparación a lo que ella nos ofrece. Lógico que ya haya dado el salto al mundo de los blockbuster, donde sólo espero que sepan aprovechar bien a alguien de su talento.
En definitiva, 'It Follows' es la mejor película de terror de los últimos años y también lo mejor que se ha estrenado en España durante lo que llevamos de 2015, y es que todo funciona con brillantez, desde la cuidada puesta en escena hasta la magnífica actuación de su protagonista. Eso sí, lo mejor de todo es que realmente crea incomodidad y hasta logró asustarme en varios momentos, algo especialmente complicado, por lo que os recomendaría ir este mismo viernes al cine para pasar un estupendo mal rato con ella.
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