Cuando hace un par de viernes revisé 'Misterioso asesinato en Manhattan' ('Manhattan Murder Mystery', Woody Allen, 1993) omití de forma consciente un comentario que considero fundamental a la hora de entender cuáles son a mi entender en términos generales las mejores propuestas que a lo largo de las cuatro últimas décadas nos han llegado de la mano del cineasta neoyorquino. Un comentario que se resume en "el cine de Woody Allen sin Woody Allen no es Woody Allen". Claro y conciso, ¿no?.
Por si alguien no lo ve así, valga la siguiente aclaración: la práctica totalidad del cine del realizador, productor, guionista y actor en la que no interviene como intérprete se cuenta entre lo menos memorable de su carrera. Hay excepciones, claro está —me quedaría de entre todas ellas con 'Balas sobre Broadway' ('Bullets Over Broadway', 1994)— pero lo cierto es que su ausencia como protagonista es tan clave en mesurar su cine como también lo es el que fuera de Nueva York y, de nuevo, exceptuando contadas salvedades, la esencia misma de Allen queda disuelta.
Falta de química

A lo anterior añadiría el constatado hecho de que, cuando no ha sido él el que se ha puesto delante y detrás de las cámaras, los actores o actrices que ha elegido para hacerlo han evidenciado que, de una manera u otra, cuando Allen escribe lo hace siempre imprimiendo gran parte de su personalidad en sus protagonistas y eso es algo que, traducido a la gran pantalla, ha comportado el ver reconocido al director en los rostros de Kenneth Branagh, Cate Blanchett, Owen Wilson, Colin Firth o, trayendo el discurso a 'Irrational Man' (id, 2015) tanto en Emma Stone como en Joaquim Phoenix.
Desafortunadamente, por muy buenos que puedan ser algunos de los citados nombres en su profesión —unos nombres a los que, huelga decir, habría que añadir muchos más— caer en la mera imitación de los tics más reconocibles de Allen o intentar hacer suya la verborrea incontenible del artista ha terminado derivando (casi) siempre en lamentar que, por los motivos que fuera, el realizador decidiera contar con intérpretes ajenos para encarnar a sus "otros yo". Dividido en la cinta que nos ocupa, como decíamos, entre Stone y Phoenix —de la misma manera que hizo en 'Magia a la luz de la luna' ('Magic in the Moonlight', 2014)— hay algo en ellos que no termina de funcionar.
Es química, sí, al menos en parte. O más bien la ausencia de ella —aunque para ausencia de química hay está la que se genera entre Phoenix y la siempre irritante Parker Posey—. Pero también es la desnaturalizada impostura que adoptan los diálogos de Allen. Quizás puestos en boca propia no resultaran tan falsos, pero al escucharlos en otros, los grandilocuentes discursos filosóficos que cruzan diversos personajes a lo largo del metraje terminan por agotar al respetable por su vacuidad.
'Irrational Man', ¿dónde estás, Woody?

Cierto es que siempre ha sido una constante del cine de Allen el que las conversaciones entre sus personajes se elevaran sobre la media por la inclusión de multitud de referencias, obscuras o no, a la cultura de nuestro tiempo, de todos los tiempos —un punto de apoyo fundamental para que sea la crítica europea la que mejor ha valorado siempre sus producciones—. Pero de ahí a lo que encontramos aquí hay un abismo casi insalvable que separa de forma indefectible la trama que sirve de guía a la cinta de aquello sobre lo que departen los que en ella se ven implicados.
De resonancias evidentes a lo que ya nos contó hace diez años en la, a mi parecer, muy sobrevalorada 'Match Point' (id, 2005), la puesta en escena del crimen perfecto y las reflexiones morales acerca del mismo no se apoyan en un discurso lo suficientemente atractivo ni sólido como para que el respetable termine ignorando ese insondable vacío que comportan los diálogos. Acompañados de multitud de monólogos en off, ambos trufan una proyección rodada sin brío y carente del natural encanto que, ya en su totalidad, ya en instantes sueltos, dimana de las muchas cintas que jalonan la trayectoria de Woody Allen.
Inútiles son los loables esfuerzos de la pareja de intérpretes por sacar a flote la cinta cuando, desde su concepción, ésta está tocada. Quizás no se hunda irremisiblemente como sí lo hacía, qué sé yo, 'El sueño de Cassandra' ('Cassandra's Dream', 2007), pero 'Irrational Man' se aferra con fuerza al grupo de lo más prescindible de Woody Allen. Un cineasta que lleva ya tiempo sin ofrecernos un filme redondo de principio a fin y del que quizás sólo quepa esperar en el futuro retazos sueltos del brillo y el genio que atesoró antaño.
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ikerelcinto
La expresión "la práctica totalidad" es incorrecta, les agradecería que dejaran de usarla en prácticamente todos los artículos que escriben. Si Lázaro Carreter levantara la cabeza...
jaime.cosmiclove1
Para mi tanto "Blue Jasmine" con su escasa pretensión y "Midnight In Paris" con sus muchas pretensiones me parecen filmes redondos.
loula2
De acuerdo contigo en cuanto a lo que comentas sobre El sueño de Cassandra, Parker Posey y lo de la falta de redondez de los últimos títulos de Allen.
En desacuerdo en un punto: yo también prefiero las pelis de Allen con Allen dentro, porque no hay nadie mejor que él para hacer de si mismo. Y hay casos como en Celebrity en los que el actor que hace de él no convence. Pero hay otras ocasiones en las que si, como
en Midnight in Paris.
Lo de Match Point es una cuestion de gustos, pero para el mio no esta sobrevalorada. Saludos Sergio!!
s
charlybarny
HOMOBRE IRRACIONAL de Woody Allen
BAJO LA SOMBRA DE "CRIMEN Y CASTIGO"
Regresa Woody Allen con "Irrational Man", una reflexión existencialista sobre la idea justicia y el quehacer divino, con la actuación de Joaquín Phoenix en el papel de Abe Lucas, un profesor de Filosofía que va a pasar una temporada a una universidad de Rhode Island para dictar un curso de verano. Llega en un mal momento de su vida. Afectado por la muerte de un amigo periodista en la guerra de Afganistán, está sufriendo una depresión de la cual aún no ha tomado conciencia. En sus clases, magistrales por cierto, aparece su verdadero yo, un tipo fascinante que con la misma facilidad que explicará a Kahn, Heidegger o Sartre, seducirá a su mejor alumna (Emma Stone) tanto como a su compañera, la profesora Rita (Parker Posey). En medio de ese devenir amoroso, una trama cuasi policial, desatará los nudos filosóficos que acosan a Abe, transitando un final de características hithcockianas (recordar Vértigo).
El cine de Woody Allen se instala cómodamente en la comedia americana, pero no se encasilla dentro de un tipo de comedia en particular, generando en consecuencia, una obra vasta y verdaderamente creativa, dentro la cual podemos encontrar 5 tipos de subtramas y también algunos dramas (Interiores, La Otra Mujer). En esos 5 tipos, se enrolan las comedias en skechts, puramente cómicas, al estilo de "Bananas", y le siguen las comedias costumbristas (Annie Hall, Hanna y su hermanas, Blue Jazmine), las falsas biografías (Zelig, Broadway Danny Rose, Dulce y Melancólico), las comedias mágicas (Alice, La Rosa Purpura del Cairo, Medianoche en Paris), y finalmente, las comedias azarosas (Crímenes y Pecados, Match Point, El sueño de Casandra). "Hombre Irracional" se alinea en este último grupo.
Allen ha hecho una película por año desde 1972 a la fecha y en consecuencia, hay temas que se le han vuelto obsesiones. Lo azaroso y la existencia de Dios, como asi también su permanente lectura de "Crimen y Castigo", el clásico dovstoievskiano, le han permitido dar distintas vueltas de tuerca sobre el tema. En "Hombre Irracional" comienza haciendo cuestionamientos kantianos en su clase tales como si el "no mentir" es una regla, porqué ocasionalmente los hombres sienten la necesidad imperiosa de mentir? Por ejemplo cuando la vida de una persona depende de nosotros. Acaso tendríamos que dejar que la persona muera. Más tarde profundizará su cuestionamiento a la existencia divina en relación a la aplicación de justicia humana. Si la justicia es falible, cómo puede el fallo de los jueces derivar directamente de Dios? De dicho cuestionamiento surge la posibilidad de hacer justicia por mano propia. Es decir, si los jueces se equivocan, el hombre común puede corregir el error. Ben asumirá ese rol, el del justiciero. Y cuando cree haber realizado justicia por mano propia, aparece la presencia de lo azaroso. Esa presencia del azar, es acaso una presencia divina?
Semejante planteamiento se acerca más a un drama que a una comedia. No obstante, Allen, como buen maestro que es, se las arregla para que el drama no se superponga en la comedia. Para eso, primero se concentra en las andanzas amorosas de Abe Lucas y después utiliza la vía del policial.. Y para que no tengamos dudas que la vida también es una comedia aunque sus profundos cuestionamientos parecieran negarlo, subraya las imágenes con insistentemente con la popular música del Trio de Jack Ramsey y su inolvidable tema de los ´60, "The In Crow".
Allen cuestiona y entretiene. Parte de un guión excelente, muy bien estructurado, obviamente de su autoría, y una puesta en escena tan prolija como es su costumbre y solo él sabe hacerlo. No obstante, la profundidad del tema y la ligereza del estilo con el que decide contar su historia, por momentos, pareciera perderse y nos confunde, nos deja perplejos. Pero Allen es Allen y sabe salir a flote. Es que realmente, la historia de "Hombre Irracional" es un terrible drama disfrazado de comedia.
ender77
Me parece muy buena película Irrational Man. De acuerdo en que la química entre Emma Stone y Joaquín Phoenix no es lo más destacable y que las pelis de Allen con Allen tienen un plus de interés... Pero tengamos también en cuenta lo incongruente hoy por hoy de que un señor de 80 años protagonice películas donde se lía con jovencitas de 20 y pocos
SAC
quiso hacer una película filosófica sobre filosofía. Los dialogos y gran parte de las relaciones entre los personajes están muy teatralizados (cosa bastante común sobre todo el las últimas películas de Woody Allen), pero a mi me dejó bastante convencido el global de la película reconociendo que no será de sus mejores
woodyalle
Si el señor Benítez entiende por obra redonda a "Manhattan", "Annie Hall" o "Delitos y faltas", espere sentado porque éstas son obras maestras absolutas y no pueden pedirse cada año. Si usted considera muy sobrevalorada "Match Point" quizás sea de los que espere un "Desmontando a Harry" año tras año. Ni Fritz Liang, Welles, Wilder o, más recientemente Scorsese han tenido una carrera tan regular. Que parece que se la coge con papel de fumar...
cluna88
La "crítica" a la filmografía de Woody Allen, debería estar sujeta a condicionantes no aplicables al resto de realizadores. Y es que con la periodicidad con la que vemos una nueva película de él, sería francamente ingenuo y cansino poner en duda su ingenio. Sobre todo cuando de un año a otro continuamente pase de ser un genio, a un autor venido a menos. Nada más ridículo. Esta crítica, la del "hoy, y no recuerdo lo que pasó ayer...", debería mirar más a la obra como texto, y menos al autor del cual, huelga decir, ya se ha dicho todo. Con Allen no funciona esto, por lo menos no la clásica formula de demeritar el trabajo del autor y preguntarse "¿dónde está?". Porque para cuando llega esta pregunta, él seguramente está uno o dos proyectos adelante pensando cómo reinventarse, mientras la crítica sigue anclada en "Manhattan". La obra como un todo y la muerte del autor serían los estilos más prudentes aquí, ya que insisto, hasta la crítica más certera encuentra desgastado hasta el más verosímil y firme de sus argumentos, cuando se enfrenta a este nivel de creación.
mcm17rgc
No comprendo a qué se refiere el crítico cuando alude a conversaciones impostadas. Precisamente una de las cuestiones que más me ha interesado de la película es lo bien que refleja el ambiente en la Universidad, las discusiones entre compañeros y con alumnos y el aire que se respira en esos campus donde la Universidad proporciona vivienda a los profesores. Yo misma, y en distintos países, he estado inmersa en ese tipo de conversaciones durante meses y desde luego esa era el tono con mis colegas y con mis directores. Es triste que cuando las conversaciones adquieren un nivel se consideren impostadas. Por otras parte se trata de UN CURSO DE FILOSOFÍA ¿qué esperaba el crítico, que comentaran el campeonato de fútbol?
basil
Esta es de las buenas de Woody Allen; las malas son aquellas en las que explota a su reputación de simpático melómano o divulgador ameno de hitos y personajes ilustres de la cultura, como la bochornosa Midnight in Paris ... pero no se lo reprochemos; con estas otras, nos compensa del todo.
Hay que reconocerle una enorme habilidad al conseguir arrancarnos una carcajada presentándonos hechos tan lúgubres y siniestros, pensamientos tan negros . Le queda la risa, una gran carcajada que estalla al final. Entonces comprendemos la broma incluida en el título. Magnífica.
Deseable sería un gag, digno de este profundo bufón, en el que algún día, como en la gloriosa escena de la cola de cine en Annie Hall, Woddy Allen revelará aquellas películas que hizo exclusivamente para sacar dinero y ponga en evidencia la adulación sin criterio de cierta clase de público y crítica que están en esa cola. Seguro que lo hará. Ese día nos hará reír de nuevo.