La carrera de James Wan no pasaba precisamente por su mejor momento comercialmente hablando cuando aceptó volver a colaborar con Leigh Whannell para rodar ‘Insidious’ (2011), una pequeña película de terror a priori perteneciente a esa estirpe de títulos hechos con cuatro duros y en los que su rentabilidad está totalmente asegurada. Sin embargo, ‘Insidious’ superó todas las esperanzas comerciales depositadas en ella, lo que hacía poco menos que obligado el rodaje de una segunda entrega que ha tardado algo más de dos años en materializarse.
La gran duda ahora estaba en saber si ‘Insidious: Capítulo 2’ (‘Insidious: Chapter 2’, 2013) era otro ejemplo más de esas secuelas del cine de terror hechas sin esforzarse lo más mínimo al ser conscientes de que con lo recaudado durante su primer fin de semana en Estados Unidos ya iban a recuperar de sobra la inversión realizada. Esto último sí que lo consiguió al ingresar 40 millones durante sus tres primeras días de exhibición cuando había costado apenas cinco, pero lo que a nosotros nos interesa son sus cualidades artísticas y ya puedo avanzaros que son bastante mejores de lo esperado, aunque muy inferiores a lo conseguido por Wan en solitario con la estupenda ‘Expediente Warren: The Conjuring’ (‘The Conjuring’, 2013).
Hace apenas unas horas os comentaba que el principal defecto de la estimable ‘Grand Piano’ (Eugenio Mira, 2014) era la incapacidad de su guionista para ofrecer una explicación a la altura del sugestivo punto de partida, un problema habitual en casos así. Eso es algo aún más evidente en la cinta que nos ocupa, ya que ‘Insidious: Capítulo 2’ es una continuación directa de su predecesora, por lo que resulta inevitable indagar en todo lo que había detrás del impactante desenlace de la primera entrega. Esto provoca que tanto Wan como Whannell dejen de lado las sutilezas y se lancen de lleno a crear un relato de terror en el que tienen que pasar cosas de forma casi constante.
Esta decisión provoca que Rose Byrne ceda el papel de gran protagonista de la función a Patrick Wilson, su marido en la ficción y un actor al que muchos se empeñan de tildar de, siendo generosos, mediocre. Siempre me ha parecido una apreciación un tanto injusta, ya que tanto en ‘Insidious’ como en ‘Expediente Warren: The Conjuring’ tenía un rol más pasivo en beneficio de los potentes personajes femeninos interpretados por Byrne y Vera Farmiga. Aquí tenía su oportunidad de redimirse a los ojos de muchos, pero aunque su actuación es más que correcta en un papel más complejo de lo que pueda parecer a simple vista, uno echa de menos que Byrne tenga más presencia en pantalla.
A cambio recibimos una película mucho más movida, ya que en esta ocasión no existe la necesidad de crear una atmósfera —más o menos— malsana desde cero y se opta por un continuismo algo menos excitante desde el punto de la puesta en escena —Wan alcanzó tal grado de perfección con ‘Expediente Warren: The Conjuring’ que aquí hasta transmite una ligera sensación de pereza por mucho que su trabajo sea uno de los puntos fuertes de la función—, ya que se confía en que la sucesión de hechos más o menos terroríficos permitan sostener el interés. Además, hay detalles aislados bastante interesantes —el uso de los dados— y no se opta por clonar a ‘Insidious’, sino por ampliar su universo, yendo tanto hacia delante como hacia atrás.
Por desgracia, ‘Insidious: Capítulo 2’ también un tanto inconsistente, ya que tan pronto te regala alguna escena muy efectiva como otra tan terriblemente rutinaria que cuesta creer que sea todo parte de una misma obra. Eso sí, hay diferencias notables según el momento de la película del que estemos hablando, ya que lo positivo predomina durante la primera mitad y lo no tan estimulante gana peso, sin llegar a ser del todo dominante, durante el tramo final. Es entonces cuando Whannell nos ofrece una detallada explicación del origen y motivaciones del ser que acecha a la familia Lambert, resultando tan mundano y conocido —por muy paranormal que sea, no deja de ser un psicópata más— que la decepción es inevitable, sobre todo si tenemos en cuenta las infinitas posibilidades del universo astral a su disposición.
‘Insidious: Capítulo 2’ es un buen entretenimiento de terror que únicamente debería verse si disfrutaste en mayor o menor medida con la primera entrega, ya que la relación entre ambas es tan estrecha que su disfrute individual queda limitado a lo dinámica que es. Eso sí, las virtudes heredadas están menos conseguidas y lo demás es bastante irregular, lo cual le permite ofrecernos escenas superiores a prácticamente cualquiera de las de ‘Insidious’, pero también otros momentos demasiado rutinarios. Y si alguien necesita que me pronuncie sobre si es mejor o peor, simplemente diré que son distintas y he disfrutado de ambas con moderación.
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