Rodar una película de la Indiana Jones casi 20 años después del final de la trilogía parecía una buena idea, pero cuanto más tiempo pasa del estreno de 'Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal' este tipo de secuelas parecen más una bandera roja y ahora su recuerdo vuelve gracias a la expectación por 'Indiana Jones y el dial del destino', que se estrena en junio.
Ahora son 15 años los que han transcurrido entre secuelas. Solo 4 menos que los que pasaron entre la cuarta e 'Indiana Jones y la última cruzada' (1989), y de nuevo, como aquella vez, ha sido un periodo lleno de rumores, falsos comienzos y paradas. Solo que ahora el director original, Steven Spielberg, no ha regresado y el coguionista de aquella, George Lucas también se ha mantenido lejos de su creación.
La cuarta fue un éxito de taquilla, recaudó 790,6 millones de dólares frente a un presupuesto de 180 millones, fue generalmente bien recibida por los críticos en su lanzamiento, y la mayoría estuvo de acuerdo en que, sin reinventar la rueda, cumplía y era divertida. De hecho, mantiene un 78% en Rotten Tomatoes, aunque ahora, tenemos el recuerdo de que fue rechazada y maltratada de más, y no han tardado en salir voces que empiezan a reevaluarla.
En vísperas de la nueva entrega, ahora muchos han descubierto que la anterior quizá no estaba tan mal y hay cierta reivindicación para eliminar los fantasmas de fans y espectadores casuales que han ido colocando la película en listas de las peores secuelas o las más decepcionantes durante los quince años transcurridos. Incluso algunos hablan de la peor película de Steven Spielberg. Lo cierto es que tras esta ola de reconocimiento, ver la película desde el presente, hace que lo bueno siga estando ahí, pero que sus problemas solo se hayan vuelto más obvios con el tiempo.
El problema de los aliens
Hay que partir de los cimientos para entender que esto no es fortuito. Frank Darabont originalmente escribió un borrador llamado 'Indiana Jones y la Ciudad de los Dioses' con un héroe falible que se emborrachaba y tenía dificultades para pelear mientras iba en busca la ciudad de la Atlántida. Lucas reescribió totalmente el guión con David Koepp, quien nunca estuvo muy convencido de añadir extraterrestres, y le agregaron a Mutt, e hizo que Indy no le disparara a nadie y apenas usara su látigo.
Parte de la razón por la que Spielberg dudó tanto en regresar como director se debió a la insistencia de Lucas en los "seres interdimensionales", que renombró así para convencer a su amigo de que no eran visitantes de otro mundo, a pesar de que fueran en ovni y parezcan aliens típicos como los que su aliado popularizó en su tercera fase. Esto tenía sentido narrativamente, ya que tiene lugar en los años 50, pero es una parte troncal de la razón por la que el director no está muy inspirado. Él mismo lo reconoció en 2011, dejando "elegantemente" la responsabilidad del resultado en Lucas:
"No quería que estas cosas fueran extraterrestres o seres interdimensionales. Pero soy leal a mi mejor amigo. Cuando escribe una historia en la que cree, incluso si yo no creo en ella, rodaré la película de la forma en que George la concibió. Agregaré mis propios toques, traeré mi propio elenco, filmaré de la forma en que quiero hacerlo, pero siempre me referiré a George como el narrador de la serie Indy".
No hay que perder la compostura y es imposible ignorar que hablamos de una película de uno de los grandes, y como tal, está llena de buenos momentos, como la escena del Área 51 y todo lo que transcurre en Marshall College, la ambientación, el gusto musical, y por supuesto, la acción. La secuencia en la que Indy pelea con puños contra un matón ruso con las hormigas mortales acechando deja ver cómo la cámara se mantiene firme y le permite ver la acción. Ahora, muchas de esas escenas se ruedan con cámaras revueltas, planos botantes y montaje ininteligible.
Una historia sin gancho
Además, la secuencia del almacén es una de las más divertidas de toda la franquicia. Harrison Ford también vuelve con dignidad al papel y mejoró la mayoría de sus proyectos de esa década. También fue una buena idea contratar a Cate Blanchett, quien compuso una villana fantástica. Pero Spielberg perdió el control cuando dejó que Lucas manejara el proyecto. Hay momentos atolondrados, como el de la nevera, que fueron responsabilidad del director, pero a menos es divertido.
Sin embargo, los problemas no se han solucionado con el tiempo, sino que han envejecido. El guion es una colección de conceptos de la saga, y da la sensación de que la producción fue apresurada, y eso que Spielberg no tuvo proyectos desde 2005 o hasta 2011. La productora Kathleen Kennedy lo reconoció públicamente en 2022:
"Todo el mundo quería hacer una gran película. Y a veces aciertas perfectamente y otras no. En el caso de 'Indy 4', no creo que haya algo específico que ninguno de nosotros haya recordado, excepto que es posible que no hubiéramos tenido una historia tan sólida como queríamos".
Haciendo recolección, 'Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal' está llena de momentos bastante terribles, ni siquiera la fotografía de Janusz Kaminski está a la altura. Hay tomas de set de rodaje y escenarios en lugar de entornos reales que se notan muchísmo, hay escenas que están concebidas como un videojuego de plataformas y, en general, se nota muchísimo la influencia del George Lucas empachado de tecnología de la trlogía de precuelas de 'Star Wars'.
Los Jar Jar de Indiana Jones
El exceso de CGI se hace notar, y ahora canta mucho más. No era especialmente impresionante cuando la película se estrenó, pero para los estándares actuales es terrible. Y no solo por la renderización o las texturas, es el uso, la arbitrariedad de este. Ya desde el inicio hay algo que choca con el resto de películas de la trilogía. El logotipo de Paramount se desvanece en un montoncito con un perro de la pradera digital. El saldo de cachorros acaba con tres escenas con ellos a a lo largo de la película.
A esto le siguen cascadas de CG, monos digitales, una escena de lianas que parece de un mal videojuego, hormigas comiéndose a un villano, una pelea de espadas retocada... hay cosas que parecen hechas por vicio. Pero en general, hay una sensación de que la secuela se va diluyendo en interés, tensión y espíritu aventurero pulp a algo más encajonado a lo que era un blockbuster de su era, no la mejor para el cine comercial.
Y este es uno de los muchos desafíos que enfrenta James Mangold al a Spielberg como director en la próxima película de Indiana Jones. Por lo que se deja ver en el tráiler, no hay menos "barniz digital" y escenarios de pantalla verde, y hasta cierto punto parece un blockbuster más. Pero con aplicar algo del ambiente terroso de su 'Logan' y la realidad tangible de la vertiginosa 'Ford vs Ferrari' podría llevar la delantera a la cuarta parte, todo si el guion ha conseguido rescatar parte de la entidad de las primeras partes, sin perder del todo el sentido del humor. No parece fácil lograr un equilibrio así.
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