En 2005, el ya entonces popular José Corbacho, unía fuerzas con Juan Cruz y co-dirigían un primer y fantástico largometraje, titulado 'Tapas'. Trabajo que les abrió las puertas del mundo del cine y del que se podía atisbar su encumbramiento como realizadores del nuevo cine social en nuestro país. Tras otro largometraje -'Cobardes' (2008)- y una serie de televisión para TVE -'Pelotas' (2009-2010), el tándem Corbacho y Cruz vuelve ahora con 'Incidencias', que tuvo su presentación en la 60ª edición de la Seminci, la Semana Internacional de Cine de Valladolid el pasado mes de octubre.
'Incidencias' se aleja mucho de los dos anteriores trabajos de Cruz y Corbacho y aunque mantiene la coralidad de su reparto y sus historias, el elenco envidiable y cierto humor gamberro, pierde el costumbrismo, lo social y el alma que impregnaba a los personajes de sus anteriores películas. Una pena, porque 'Incidencias' termina siendo un fallido viaje en tren.
Nochevieja en un tren
Es 31 de diciembre, son las 16.30 horas y un tren de alta velocidad realiza el trayecto Barcelona-Madrid. Entre sus pasajeros nos topamos con un conjunto de variopintos pasajeros que se dirigen a casa de sus familiares para celebrar la lleg del año nuevo: un político corrupto y su amante, un matrimonio de pijos, un profesor de estética defensor de la supremacía de la cultura occidental, un anciano muerto, una lúcida alcohólica, una embarazada a punto de dar a luz y un árabe sobre el que caerán todas las sospechas.
El tren se detiene sin causa aparente, en mitad de la nada durante una tormenta de nieve feroz. Y completamente aislados del mundo, los pasajeros comienzan a ponerse cada vez más y más nerviosos al ver que la situación no se resuelve y el fin de año se acerca. Será las peculiaridades de cada uno de ellos lo que hará que surjan extraños conflictos entre ellos, sacando lo peor de sí mismos.
Como véis, 'Incidencias' arranca con una premisa ya clásica: la de encerrar a un grupo de personajes peculiares en un lugar del que no pueden escapar. Una formula que, sin irnos muy lejos, ya probaron Pedro Almodóvar en 'Los amantes pasajeros' (2013) o Alex de la Iglesia en 'Mi Gran Noche' (2015) y sin mucho éxito. Aquí, Corbacho y Cruz tampoco aciertan y aunque intentan arreglarlo con entrevistas indiviales a los personajes a modo de interrogatorio para tratar de descifrar los extraños acontecimientos de aquella noche.
Unos interrogatorios en los que los personajes hablan a cámara y terminan regalándonos los mejores diálogos y trabajos de los actores -ojito a la vis cómica de Rubén Ochandiano o a los siempre geniales Ernesto Alterio y Lola Dueñas-. Una pena que esto no sea suficiente para arreglar el desbarajuste de las tramas en el tren, que resultan caóticas, excéntricas, en algunas ocasiones sin sentido y hasta inacabadas, al no conocer el desenlace de muchas de las tramas propuestas, ni siquiera la que parecen las principales: el político corrupto y su maletín lleno de dinero o el supuesto terrorista a bordo.
Una falta de humor y de sentido narrativo que no viene ayudado por su estética de iluminación televisiva y carente de personalidad que llega a dar la impresión de estar hecha con prisas. Un guión y una estética que no ayudan a que su excelente reparto pueda brillar y nombres como los ya citados Alterio, Dueñas y Ochandiano, y otros como Carlos Areces, Toni Acosta, Miki Esparbé, Roberto Álamo, Aída Folch o Nao Albert, parezcan simples títeres siguiendo la corriente del tren estancado.
Lamentablemente, tras ver 'Incidencias' echamos de menos lo que podría haber sido : una crítica política y social cargada de humor negro e interpretada por actores de primera línea y con ese toque que tanto nos emocionó en 'Tapas'. Pero al final, esta nueva película de Corbacho y Cruz se queda a medias y termina siendo un fallido viaje en tren, como el que realizan sus protagonistas.
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