En estos días de cuarentena donde recorremos los catálogos de diferentes plataformas, podemos encontrar en Netflix la película 'Horse Girl', dirigida por Jeff Baena —'Amor zombie' ('Life After Beth'), 'En pecado' ('The Little Hours')— y protagonizada Alison Brie, que también firma el guión junto a Baena. Y es una de esas películas que amas o que odias.
Brie, que desde el éxito de 'Glow' es uno de los rostros más queridos de la plataforma, da vida a Sarah, una dependienta de una tienda de manualidades que no logra encontrar su sitio en la sociedad. Sin amigos y sin pareja, Sarah está sola y obsesionada con un caballo al que visita con frecuencia (suena a guiño hacia Diane Nguyen, el personaje al que pone voz Brie en 'BoJack Horseman').
Es una chica inocente, casi naíf, con una peculiar visión de la vida... y con un importante historial de enfermedades mentales en las mujeres de su familia. Poco a poco, los extraños sueños que tiene Sarah se van mezclando con su vida, hasta tal punto que no sabe si lo que está viviendo pertenece al mundo real o al onírico. Entretanto, intenta encajar, hacer amigos, incluso buscar el amor... pero se ve continuamente saboteada por el avance de los síntomas de su enfermedad, la misma esquizofrenia que padecieron su abuela y su madre.
'Horse Girl' es a la vez un drama, una comedia y un thriller. Tiene instantes llenos de ternura (sobre todo los que comparte con su compañera de trabajo, una siempre acertada Molly Shannon) y momentos casi, casi, de terror. Como el escalofriante gesto de Sarah en ese plano corto mirándose al espejo, que funciona como punto de partida al giro de 180º que da la historia.
Lo que empieza como una película indie luminosa y colorida, evoluciona a una cinta oscura, y esa oscuridad va tomando terreno al mismo tiempo que la protagonista comienza a dejar entrever su enfermedad y no puede hacer otra cosa que dejarse llevar por ella. Según afirma Alison Brie, el guion está inspirado en casos de esquizofrenia y depresión en su propia familia, y el miedo que eso le provoca.
El posible plagio de 'Horse Girl' y 'Tienda de unicornios'
Este film no ha estado exento de polémica, poco después de que se estrenase en Netflix saltó una acusación de plagio. Joe Badon, director de la modesta 'The God Inside My Ear' la definió como "una versión de mayor presupuesto" de su película, e incluso ha subido un vídeo comparándolas plano a plano. Aquí lo tienes para que saques tus propias conclusiones:
'The God Inside My Ear', que al igual que 'Horse Girl' mezcla comedia, drama y horror, se estrenó en 2017 y tuvo mucho menos recorrido que el que ha tenido la cinta protagonizada por Alison Brie. De hecho, si detrás de 'Horse Girl' no hubiera estado Netflix, probablemente también habría pasado mucho más desapercibida, y quizá no habría saltado la polémica.
Igualmente, al ver 'Horse Girl', es inevitable acordarse de 'Tienda de unicornios', el primer largometraje como directora de Brie Larson (curiosamente, otra "Brie") y de nuevo con la plataforma de Red Hastings como respaldo.
Estrenada el año pasado, esta ópera prima narra la vida de Kit (la propia Larson), una peculiar chica que tras fracasar como artista se ve obligada a volver a vivir en casa de sus padres. Pero para Kit todo cambia cuando descubre "La tienda", un misterioso lugar escondido a ojos de la gente normal.
Samuel L. Jackson (con quien la actriz y realizadora coincidió unos meses antes en 'Capitana Marvel') mostrando su vis más cómica (o no) como vendedor, y una impecable Brie Larson dando vida a una joven víctima de sus propias fantasías, vuelven a formar un perfecto tándem en esta película, que al igual que 'Horse Girl', muestra el lado más duro de las enfermedades mentales envuelto en papel de regalo y casi infantilizándolas.
Pero en 'Horse Girl' los pompones de colores y las serpentinas se acaban antes que en 'Tienda de unicornios'. Mucho antes, de hecho. Pese a las similitudes entre ambas películas, la cinta de Jeff Baena es mucho más cruda que la oda a la purpurina de Brie Larson.
Las dos giran en torno a mujeres con problemas mentales y cuentan cómo lidian con ellos, cada una a su particular manera y ambas mezclando sus fantasías con la realidad, con la diferencia de que Sarah no consigue controlarlos. Es justo ese lado esperanzador de 'Tienda de unicornios' el que no vemos en 'Horse Girl'. Porque una comedia indie luminosa y colorida, como la he definido unos párrafos atrás, también puede ser desgarradoramente real.
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