"Sherif, ¿no hay una sola cosa en tu vida por la que merezca la pena perderlo todo?" - Raisuli
Seguimos con este ciclo, y ya queda poco para acabarlo. Y seguimos con una película que no pertenece, desde un punto de vista popular, a lo más eminente del género aventurero, aunque en mi opinión se trata de una de las películas de aventuras más adultas de los setenta. O la más. Participa, como ya lo hacía la formidable, aquí comentada con anterioridad, 'Lawrence de Arabia' ('Lawrence of Arabia', David Lean, 1962) de ese ambiente de barbarismo árabe, aunque en clave mucho menos lírica y más salvaje. Si ya hemos hablado en este ciclo de espadachines saltarines de sonrisa deslumbrante, evadidos en busca de la dignidad, capitanes intrépidos o apaches imperturbables, tocaba hablar de guerreros ancestrales que se empeñan en oponerse, con su forma de vida, su pensamiento tradicional y su aprendizaje de la violencia, a la falsa comodidad de la sociedad "civilizada" de principios de siglo, en el marco incomparable de los páramos y las dunas de Marruecos, con algunos maravillosos personajes. Una aventura de apasionantes ramificaciones políticas y morales.
En mi opinión, 'El viento y el león' ('The Winde and the Lion', 1975) es sin duda la película más redonda del realizador norteamericano John Milius, responsable de por ejemplo la mediocre adaptación de 'Conan, el bárbaro' ('Conan the barbarian', 1982) o de la más que interesante 'El gran miércoles' ('Big Wednesday', 1978), y cuya irregular carrera va a ser recordada, sobre todo, por su aportación decisiva al guión de 'Apocalypse Now' (íd, Francis Ford Coppola, 1979). Aquí Milius da lo mejor de sí mismo, tanto en la composición de un guión formidable basado en eventos reales acaecidos a principios del siglo XX, como en la poderosa, humilde, despojada puesta en escena, que para muchos anunció a un cineasta de raza de los que parecían extinguirse a gran velocidad, sobre todo en el cine abiertamente narrativo. Y por supuesto cuenta con la presencia impagable de Sean Connery, en uno de los papeles más estelares y complejos de toda su dilatada carrera. ¿Se puede pedir más? Pues lo hay.
Milius se zambulle con apasionada convicción en una etapa histórica, unas circunstancias políticas y sociales y un espíritu de épica sin límites, rechazando cualquier pretensión de divismo o de contar unos eventos políticamente correctos. Mezclando el rapto real del playboy Ion Perdicaris (aquí transformado en una mujer, Eden Pedecaris/Candice Bergen, que es uno de los caracteres femeninos más notables que recuerdo en un filme de aventuras) con su propia visión del bandido, pirata, ladrón Mulai Ahmed er Raisuli, el director construye una peripecia de acción y aventuras en la que se dan la mano la crueldad con la compasión, el idealismo con el fanatismo, el cine de verbo con el cine de dinamismo visual y sonoro, en un difícil pero meritorio equilibrio del que nacen algunas secuencias inolvidables, y una innegable visión personal del mundo y el hombre, que es lo que creo debe atesorar toda ficción. Filmada por entero en España (en localizaciones magníficas de Madrid, Almería y Sevilla), en un imponente aspect ratio de 2.20:1 (sublimado por uno de los trabajos más inspirados del operador Billy Williams), 'El viento y el león' representa, ante todo, una experiencia sensorial e intelectual de primera magnitud.
Ese oscuro guerrero idealista
Raisuli rapta a Eden y a sus hijos con la sola intención de provocar una guerra civil que, a su modo de ver, salvaría a su gente y les libraría del imperalismo que pretendían ejercer franceses, británicos o alemanes. Como en las mejores historias y poemas de Rudyard Kipling o de A.E.W. Mason, Milius cuenta sin la menor caída de ritmo o confusión una enrevesada historia de tejemanejes políticos que se ven trascendidos por la historia personal de los que dan la cara para cambiar el mundo, su mundo. Y en el choque de culturas entre Raisuli y Pedecaris, en la soterrada admiración del guerrero por la valerosa y libérrima personalidad de la mujer, y en la comprensión creciente de la privilegiada por la historia y el carácter sombrío de su captor, nace la historia de una amistad y un amor que nunca cae en lugares comunes ni se da facilidades, y que vertebra un relato plagado de violencia y tensión, de dignidad y de fracaso, en los primeros coletazos de un siglo que sería terrible en el devenir de la humanidad. Y así sin duda lo veía Milius, narrando los avatares de los últimos grandes guerreros y bandidos que perdían la vida por un ideal, por una lucha global y espiritual.
Las secuencias de batallas y de combates están inmejorablemente realizadas, con un sentido de la acción en verdad formidable, con una cámara nerviosa y fluida cuando debe serlo, o amplia y contemplativa cuando así lo requiere la historia. Creo que el diseño de producción de Gil Parrondo es la cima de su carrera, convirtiendo calles de Madrid o Sevilla en Tánger o Fez, y las llanuras y las montañas de Almería en los desiertos de Marruecos. También es de destacar un poco recordado pero ciertamente sentido y lleno de fuerza expresiva score de Jerry Goldsmith, con evidentes y muy desarrolladas influencias arábigas, pero también con el célebre sentido de la aventura y la épica del tristemente fallecido compositor. Milius dirige siempre con lucidez, esplendoroso en los exteriores e intimista y contundente en los interiores, violentísimo pero elegante, dando rienda suelta a una desaforada y pletórica sensación de libertad cuando más y más terrible se vuelve el relato, enamorado de sus personajes y de su labor.
El genio Sean Connery, al que le basta un gesto, una mirada, un ademán, para adueñarse completamente de la pantalla, sabe explotar al máximo un personaje escrito en principio para Omar Sharif y que casi cae en las manos de Anthony Quinn. Connery, que sabe leer los guiones y entender a sus personajes como pocos actores, se enfunda el traje de Raisuli y vive y respira como él, hasta el punto de que es imposible descifrar cuándo empieza el actor y termina el personaje. No interpreta, lo vive. Y Candice Bergen no se queda atrás en ningún momento, aceptando con talento pero sin sumisión la supremacía moral de Connery, ofreciendo un contrapunto maravilloso y esencial en la trama de personajes, aprovechando sus muchos momentos de lucidez y su versatilidad innegable. El resto de actores, como un sorprendente John Huston, o Brian Keith, o Geofrey Lewis, o cualquier otro, brillan a gran altura. Nada falta y nada sobra en esta película, que consigue prácticamente todo lo que se propone, y en la que la diferencia eterna entre lo buscado y lo encontrado es imperceptible.
Conclusión
Dentro de muy poco hablaremos de la más famosa versión de las aventuras artúricas. En este caso de hoy, casi podríamos hablar de aventuras raisulianas, por la complejidad y el magnetismo de un personaje extraordinario. En definitiva, gran película que todo amante del cine en general, y del buen cine de aventuras en particular, no debería perderse. Incluso ver varias veces al año.
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Bob
"Presidente Roosevelt, usted el como el viento, y yo como el león. El polvo que mueve salpica a mi cara y yo rujo, pero no me escucha. Yo al igual que el león, siempre estaré aquí defendiendo lo mío, y usted como el viento, jamás sabrás cual es su lugar"
Enorme Sean Connery, enorme John Milius, enorme Jerry Goldsmith, ENORME AVENTURA. Solo me queda decir que mi escena favorita es aquella en la que Raisuli le explica a Eden de la manera más afable posible la represión de Occidente hacia el Islam, para acto seguido y con la misma naturalidad rebanar las cabezas a dos de los cuatro presos. Hay actores que son grandes porque van sobrados de carisma y recursos dramáticos. Para lo de Sean Connery aún no existe adjetivo para definirlo.
PD: me ha gustado mucho el post, pero no entiendo la necedidad de meter la habitual puyita a 'Conan el bárbaro'.
pilar62
Una joya de película. Una muestra del talento de Milius que años más tarde confirmaría con la, también estupenda, "Conan el Bárbaro", para después hundir su talento de manera totalmente, al menos para mi, inexplicable.
crom
Esta es una de las tres grandes películas de Milius, junto con "Conan" y "Dillinger", esta última siempre olvidada. El viento y el león es cine de aventuras en estado puro, con toques de comedia y acción que para mi la hace imprescindible.
filmman
'El viento y el león' es una película que tengo guardada, pero por la razón que sea, no lo se, hace tiempo ya que no la veo. Procurara verla este próximo domingo.
Un saludo.
marat
Me tengo que poner las pilas,otra de aventuras que no he visto. Pués a mi "Conan el bárbaro" me encantó,y me da igual que no sea tan fiél al cómic como debería,me parece gran cine de aventuras.
lsgg
Ale... pues ya tengo película para mañana
lsgg
Ale... pues ya tengo película para mañana
xerdiz
Con todos mis respetos para quien piense lo contrario (y en especial para con Massanet, con quien muy a menudo coincido si no en criterio al menos sí en candidez), lo siento mucho pero esta película me parece sencillamente una de las más risibles que he visto en los últimos años y si bien no diría cutre, aunque tenga muchas escenas que por planificación y rodaje el trabajo de Milius me lo parezca, ni diría tampoco grosera, aunque el montaje a veces carezca de la "invisibilidad" y elegancia que deberían caracterizar a toda buena peli clásica de aventuras (véanse p.e. los ridículos disparos a cámara de los minutos iniciales), sí creo que está lejos lejísimos de ser una obra redonda, compacta, o al menos constante, en el grado de calidad cinematográfica que ofrece durante el discurrir de su metraje... Y desde luego ya ni hablemos de atreverse a compararla con la cuanto menos icónica "Conan el bárbaro", que a mi juicio compensaba un guión de pasmosa pobreza intelectual (es verdad, admitámoslo) con una planificación tan arriesgada sobre el papel como efectiva en el celuloide, confiando la consecución de un sentido épico sobre la base de un sabio equilibrio de planos generales y primeros planos montados con ritmo enfático y grandilocuente. Una película quizá excesiva y de abundantes subrayados, pero al menos sólida en su propuesta y orgullosa de sus virtudes y defectos, que al cabo conseguía su principal objetivo en la mayoría del público: introducirte en su universo, maravillarte con su fantasía y entretenerte con su acción. Pero honestamente nada de esto veo en "El viento y el león".
El trabajo de ambientación, desde arte hasta vestuario y caracterización, es sencillamente magnífico. La música es una de las mejores obras de Jerry Goldsmith. Los actores están todos inmensos, no sólo Sean Connery, que interpreta por otro lado un personaje desde luego goloso. Y si nos paramos a pensar en el guión, también parece tener todos los elementos típicos que configuran una buena aventura, desde un paisaje exótico en un tiempo remoto o inventado, hasta una historia imposible de amor, pasando por lecturas políticas de moraleja aplicable en la actualidad... Sin embargo todo esto a mí se me cae y lo siento mucho pero creo además que la culpa es única y exclusivamente del director (sí, el mismo que me parece valiente y atrevido por Conan). Es responsabilidad del director (y más si como en este caso además es el guionista) saber discernir cuando una escena no funciona, cuando es preciso añadirle o restarle algo para equilibrar el conjunto y sobretodo, siendo esto quizá lo más fácil, cuando una historia se va contando a golpe de secuencias más o menos inconexas o torpemente hilvanadas, como si el relato avanzara a burdos trompicones, a ratos rápido de forma casi esquemática (ahora toca esto y ahora lo otro para poder llegar a donde quiero llegar) y a ratos pausado, negando las prisas anteriores por la acción.
La verdad es que aludir a "Lawrance de Arabia" como primera referencia directa para "El viento y el león" me parece la comparación más sorprendente que podría hacerse pues, si bien es obvio que Milius lo intentaba, el cine de David Lean se caracteriza precisamente por lo que aquí más echo en falta: esa precisión milimétrica en la corrección de la narración y en su ritmo, siendo seguramente Lean uno de los cineastas más elegantes y "canónicos" que haya podido admirar. No creo que ninguno discutamos aquí la superioridad absoluta de éste último sobre Milius (y casi cualquiera) pero adornar la crítica con que Milius logra alcanzar una diferencia imperceptible entre lo deseado y lo conseguido, una película de gran elegancia en la que nada falta ni sobra... hombre... pues no. A mí al menos me sobran muchas frasecitas de Roosvelt metidas a capón para impactar, unas cuantas chulerías bastante manidas de Raisuli, y planos y planos totalmente faltos de imaginación y belleza estética (si de lo que se trataba era de hacer una peli épica y no una telemovie del montón).
Sencillamente, "El viento y el león" me parece una peli a ratos buena y a ratos incluso muy buena, pero en conjunto DECEPCIONANTE, pese a tener todos los ingredientes necesarios y combinarlos en una receta a priori imposible de estropear. Es como un reloj que te gusta mucho por sus múltiples manecillas, su esfera, una pulsera de lo más bonito y sabe Dios cuantas curiosas funciones, pero que no puedes ponerte nunca ¡porque atrasa 5 minutos cada hora! "El viento y el león" lo tiene todo para ser una obra maestra y en pocas palabras: no funciona. No se me ocurre mejor manera de decirlo, pero es que no aguanta las comparaciones con ninguna de las grandes películas del género. Ni con la citada "Lawrance de Arabia", ni con la siguiente "Conan el bárbaro", ni ya puestos a alabar el trabajo de Connery con la redonda y magnífica "El hombre que pudo reinar". ¿Y debemos considerarla también una obra maestra? Vamos Adrián, reconoce que algo sí te has emocionado...
Por supuesto cada uno tiene sus gustos y su manera de ver y entender el cine, así que no dudo habrá lectores en profundo desacuerdo con esta suerte de contracrítica que me he animado incautamente a escribir. Me parece fenomenal y muy respetable. Yo soy el primero en valorar otras opiniones y muchas veces además lanzarme a ver las pelis que Adrián nos recomienda, pero precisamente porque me consta que no soy el único lector del blog al que ésta defraudó hace tiempo no puedo evitar preguntaros: ¿de verdad os parece a todos tan buena?
Gracias por leer y entrar al debate. Un saludo a redactor y lectores.
butxana
Desconocía esta película de Sean Connery.Si es que me falta mucho cine.
esdla
como se transforma la primera vision que tenemos de lo que creemos que no es mas que un ladron y asesino (compartida por el personaje de Candice) a ver lo que realmente es, un idealista y soñador, magmificamente interpretado (o vivido) por Connery, una maravilla de guion, direccion, BSO... una joya, que junto a Robin y Marian y El hombre que pudo reinar puso a Connery donde muchos no creian que podia llegar, y eso que ya habia demostrado lo que valia.
barsut
gracias adrian.
voy preparando el bolso y la cantimplora...