Uno de los principales objetivos de Netflix es conectar con todo tipo de público, lo cual lleva a la necesidad de que haya propuestas radicalmente diferentes entre sí. Eso se traduce ocasionalmente en polémicas, pero lo más habitual es que simplemente haya películas y series de lo más diverso. Por ejemplo, muy poco tienen que ver entre sí 'La noche más larga' y 'Fanático', las últimas dos series españolas de la plataforma -la última de ellas disponible a partir de este 29 de julio-.
Vendida inicialmente como una serie con capítulos de apenas 10 minutos, finalmente 'Fanático' redujo el número de episodios de 10 a 5 y amplió la duración de los mismos a alrededor de 20 minutos cada uno de ellos. Sigue siendo inhabitual ver series dramáticas tan cortas, pero lo realmente interesante aquí es que estamos ante una de las sorpresas más agradables de Netflix de lo que llevamos de año.
Convincente y engancha
Sobre el papel, la premisa de 'Fanático' no suena nada mal, ya que cuenta cómo el fan de un músico de éxito aprovecha el gran parecido que tiene con su ídolo para intentar sacar rédito económico de su muerte haciéndose pasar por él. Lo que me echaba un poco hacia atrás es que el mundo del trap español no me motiva demasiado y que a priori temía una serie demasiado orientada a un público juvenil y preocupándose poco del resto de espectadores.
De eso algo hay, pues Roger Gual echa mano de una estética visual que recuerda a ese universo, pero lo hace esquivando los excesos más innecesarios y cómo forma de recalcar las peculiaridades características del mundo en el que Lázaro está a punto de sumergirse. Tras unos primeros minutos de tanteo, uno se aclimata rápidamente a esa decisión formal que alcanza sus mejores momentos con el grotesco programa de entrevistas liderado por dos cómicos interpretados por Vengamonjas.
Además, no cae en la tentación de volver más de la cuenta a ellos, lo cual podría haber resultado agotador. Salen lo que es necesario, cosa que podría decirse de todos los demás aspectos de la serie. Puede que a cambio haya cierta tendencia a lo esquemático a la hora de sentar las bases de ciertos personajes, pero sus motivaciones están bien definidas y 'Fanático' obtiene de ellos justo lo que necesita.
Todo en su sitio
Y es que el alma de la serie es Lorenzo Ferro, a quien algunos cinéfilos quizá recuerden por haber sido el protagonista de 'El ángel' y que en 'Fanático' interpreta tanto al famoso cantante que se suicida enfrente de sus fans como a Lázaro, el joven precario que acaba ocupando su lugar. Muy convincente en ambas facetas, una cosa que se agradece mucho es que esto no se otra historia de una persona inocente corrompiéndose, pues en todo momento sabe dónde se mete y cómo ir reaccionando a los diferentes problemas en surgen en su camino a la gloria.
Además, los guionistas de 'Fanático' se han preocupado de dar un poco de espacio para que entendamos mejor sus motivaciones, pues inicialmente parece destinado a una vida de mierda muy alejada de sus sueños, pero todo cambia, y lo hace en buena medida por iniciativa propia. Ahí es justo reconocer que eso beneficia al personaje pero también que los personajes más asociados a esa faceta más normal suya resultan menos interesantes que el resto.
En paralelo a su ascenso a la fama, 'Fanático' sí que incide en el lado oscuro de este mundo, prestando atención a todos los implicados en un caso tan particular como el que aborda la serie. Todo está ahí presentado de forma ágil pero sin sacrificar ni un ápice de intensidad.
Además, Ferro está bien acompañado en la faceta interpretativa, donde parece haberse buscado rodearle de intérpretes que conozcan bien este mundo para así conseguir una dosis extra de credibilidad. Puede que ninguno de ellos brillen especialmente, pero todos encajan como un guante en sus respectivos personajes.
Por lo demás queda la duda de si tendrá segunda temporada, pues esta historia de cómo su sustituye a un ídolo sin que parezca importarle a un público más interesado en lo que representa que en lo que es todavía puede dar bastante de sí. Yo al menos me quedé con ganas de más, pues sus cinco episodios se ven en un suspiro.
En resumidas cuentas
'Fanático' no es una serie revolucionar, pero sí una ficción que tiene las ideas muy claras, sabe cómo contar la historia que propone al espectador y también cómo engancharnos con un relato que en otras manos fácilmente hubiese durado el doble más. De sobra le da para colarse entre las mejores series de Netflix de este 2022.
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