Desde que le descubrí en una de las proyecciones más gloriosas e intensas que he vivido en mis casi 20 años acudiendo al Festival de Sitges, me he convertido en un fiel devoto de la violenta obra y los salvajes milagros de Gareth Evans; incluyendo esa catedral del cine de artes marciales compuesta por 'The Raid' y su secuela 'Berandal', su seminal 'Merantau', su peculiar escarceo con el cine de terror en 'El apóstol' y su incursión en el terreno televisivo en la brillante 'Gangs of London'.
Esta devoción, similar a la que profesaban por Faulkner en la Suiza Manchega de 'Amanece que no es poco', no ha estado reñida con la desconfianza tremenda que he manifestado frente al estreno de 'Estragos', su última película. Una producción que, pese a contar con Tom Hardy como estrella protagonista y apuntar a otra orgía de muerte y destrucción para paladares exigentes, ha estado marcada por el caos y las dudas.
El anuncio de la puesta en marcha de la cinta, producida por la siempre interesante XYZ, por parte de Netflix se remonta al pasado 2021 y, desde entonces, ha permanecido guardada a buen recaudo en la nevera de la plataforma de streaming mientras ha sido sometida a numerosos reshoots que invitaban a temer lo peor. El resultado ha terminado estando lejos de los niveles de devastación previstos, pero deja entrever cierta bicefalia que invita a pensar en un choque de visiones o una falta de visión presupuestaria.
El precio a pagar
Sea por el motivo que sea, queda claro que algo no ha ido bien del todo en la carta de amor de Evans al cine de acción hongkonés de los 80 y los 90, que muestra un desequilibrio enorme entre sus dos mitades principalmente reflejado en su forma. La primera muestra de ello la encontramos nada más arrancar, con una escena de conducción que ve minada su inteligente planificación y su ágil montaje por uno de los tratamientos visuales apuntalados en el CGI más pobres que se han visto últimamente en títulos homólogos.
Esta tónica se mantiene casi exclusivamente hasta la llegada del mid point a los rigurosos 45 minutos de metraje, embadurnando la sólida puesta en escena del cineasta galés con planos y elementos digitales, y obvias extensiones de escenarios generadas por ordenador. Por suerte, el cambio de aires que acompaña al giro central del largometraje, abre paso a terrenos mucho más pulidos y reconocibles por los parroquianos.
Es a partir del ecuador cuando 'Estragos', que dedica sus primeros compases a desarrollar con calma las claves de su trama y a presentar a sus personajes siguiendo las pautas dramáticas y el tono del cine al que rinde homenaje, se desmadra para ofrecer un baño de sangre sucio, dinámico y ultraviolento que, ahora sí, puede etiquetarse como puro Gareth Evans.

Tras situar todas las piezas sobre el tablero sin prisa, pero sin pausa, el director vuelve a hacer gala de su dominio de la cámara y su sentido de la cinética para moldear tres set pieces largas, tensísimas y brutales —los niveles de hemoglobina, que en la Indonesia que vieron nacer su carrera están lejos de asustar, son impropios del Hollywood actual— en las que las coreografías son el puntal principal.
No obstante, a pesar de que el combate cuerpo a cuerpo que suele asociarse a la filmografía de Evans tiene su espacio —tremenda la fisicalidad de la secuencia en la discoteca—, las armas de fuego se alzan como las estrellas de la función; una peculiaridad que, sumada a la premisa urbana con una innecesariamente enrevesada guerra de bandas y los juegos de poder de rigor, hermana más a la película con 'Gangs of London' que con 'The Raid'.
Como apunto, para llegar a este apoteósico despliegue de acción de cinco tenedores envuelto por el aura de maestros como John Woo o Johnnie To debe pagarse el precio en forma de desbarres técnicos y, en menor medida, narrativos, que terminan quedando compensados con creces por un Tom Hardy imponente, que reparte guantazos que da gusto y que construye su rol sobre un personaje con un arco de redención sorprendentemente consistente.
En uno de los últimos episodios de Scrptnotes, el guionista Craig Mazin instaba a los espectadores a preguntarse "qué ha podido ocurrir" cuando algo no funciona en un largometraje en lugar de descartarlo automáticamente y pasar a otra cosa. En casos como el de 'Estragos', este modo de pensar, aunque no arroje respuestas claras, ayuda a extraer un oro mucho más brillante de lo que cabría esperar de lo que, a priori, podría parecer otro desbarre de una Netflix que parece más centrada en atiborrar su catálogo de novedades semanales que en entregárnoslas pulidas y envueltas para regalo.
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10 comentarios
dekerivers
La peli es un tanto confusa en sus escenas de acción, lo cual es sorprendente porque uno esperaría más cuidado ese aspecto.
La historia, bueno, entretiene. Aunque uno no acaba de pillar que la película tenga simpatía por la pareja de ladrones sin venir demasiado a cuento. ¿nos tienen que caer bien por algún motivo? ¿que me he perdido?
Estilicon
Por debajo de las famosas redadas asesinas de Evans y por momentos aburrida a mí parecer. No consigue llenar la cinta con todos esos personajes locos pero fascinantes, como en las cintas anteriores, lo intenta si, pero no engancha nunca y acabas deseando que llegue el final.
Gioachino
La escena del ataque al auto de cierto político en un embotellamiento de tránsito vale el precio de la entrada (digo, de la suscripción de Netflix), luego está la secuencia larga en la discoteca, una gozada. El resto de la película deja que desear, con una trama previsible y personajes anodinos que nos importan poquito y nada. Haciendo sumas y restas el saldo es positivo, a tope con Gareth Evans y Tom Hardy. Sería buena cosa que las productoras apostaran más seguido por realizadores interesantes como Evans.
Jmgd
Mira que me gusta mucho Tom Hardy como a actor,pero está película no pasara al recuerdo como una gran película ni interpretación,guión simple con un Tom bastante pasable, al final hasta le aburrió.Parece que quisieron hacer un Wick mas bruto y corrupto.
redio
Sinceramente me esperaba más de Gareth Evans, 5/10.
Escenas de acción muy confusas, terminan siendo muy mareantes cuando Evans suele hacer buenas escenas de acción, están mucho mejor en Gangs of London sin importar la temporada.
La historia es poco interesante.
sashimi
El guion mete cuatro bandos para generar algo de suspense en una historia ya muy manida desde el inicio que no sorprende nada.
No se entiende qué narices pinta la banda de ladrones, más allá de crear un bando "bueno" totalmente falso y artificial. "Es que teníamos que robar un camión lleno de droga porque porque patata"
Ni qué necesidad tenía la banda de polis de matar al capo de la mafia.
Todo absurdo.
Peli vista y olvidada.
victhor
Curioso, yo lo sentí al revés, lo más jugado e interesante fue la primera mitad (incluyendo la discoteca), aunque el cgi esté medio verde por momentos, y la parte final como que afloja y no sabe rematar la faena, y todo es precipitado o previsible.
El balance es positivo igual, podría haber sido peor creo.
PD: en esta estrategia de los actores de estrenar "de a 2", me está gustando mucho más el Hardy de Mobland, que aunque juega a otra cosa, su papel se siente más trabajado.
germanleo1
se nota mucho la mano de los realizadores de Bang of London
pesats
Un FAST FOOD de P... madre!
denzelgod
Respecto al guión la peli es todo lo simple que podríamos esperar. En cuanto a las escenas de acción, la gran mayoría son de tiroteos. Pocas escenas de lucha cuerpo a cuerpo, esperaba más en este apartado.
Visualmente hay escenas como la persecución inicial algo confusa pero también tiene su espectacularidad. A ratos parece un maldito videojuego.
La última media hora es lo que merece la pena.