La popularidad de 'Dungeons & Dragons' volvió a dispararse gracias a su aparición en 'Stranger Things', pero lo cierto es que se trata de un juego de rol muy querido con casi 50 años de historia a sus espaldas. Obviamente, Hollywood ya intentó convertirlo en una película, pero el resultado fue un absoluta catástrofe que sepultó sus posibilidades de convertirse también en una franquicia de referencia para los amantes del cine.
Es verdad que la desastrosa película dirigida por Courtney Solomon tuvo dos secuelas, la primera lanzada en televisión y la segunda directa al mercado doméstico, pero este universo se merecía algo mejor y hemos tenido que esperar 23 años para eso suceda. En concreto será este viernes 31 de marzo cuando 'Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones' llegue a los cines, y menuda sorpresa ha sido, ya que se trata de la mejor película de aventuras de los últimos años y que rebosa diversión por los cuatro costados.
Con personalidad
Una cosa que me quedó clara cuando Paramount empezó a hacer pases de la película bastantes semanas antes de su estreno es que en la compañía tenían plena confianza de tener algo realmente bueno entre manos. A fin de cuentas, los desastres intentas ocultarlos hasta el último momento para ver si eso no tiene ningún impacto en su rendimiento en taquilla, pero aquí el estudio parece haber seguido el mismo plan de ruta que con 'Top Gun: Maverick'. Parece poco probable que el éxito vaya a ser comparable, pero en lo referente a ser un blockbuster de primer categoría mucho mejor de lo que debería sí que vuelven a coincidir.
'Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones' tiene muy claro que el principal objetivo de una película así debe ser hacer pasar el rato más entretenido posible al público. Por ello, el dúo formado por Jonathan Goldstein y John Francis Daley, que ya nos dio una gran alegría hace unos años con 'Noche de juegos', apuesta por asentar el tono que va a dominar la función desde el primer momento, aprovechando además para hacer una presentación inmejorable para los personajes interpretados por Chris Pine y Michelle Rodriguez.
Por ello, cualquiera que no entre en el juego que proponen Goldstein y Daley en esos primeros minutos puede ir despidiéndose de que vaya a disfrutar con la película. Claro que hay aventuras, un gran despliegue de efectos visuales -ahí sí hay una mejora clara respecto a lo que vemos en ese dinámico arranque- y un acertado uso de la comedia como gran catalizador de la historia, pero vivimos en una época en la que abundan los enfoques más oscuros o simplemente intentar replicar el modelo de Marvel.
Aquí no sucede ninguna de las dos cosas, pues 'Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones' demuestra tener una marcada personalidad propia desde el primer momento, aunque me quedó la sensación de que algunos pueden acabar pensando que se trata de una simple chorrada. Libres serán de opinar así, pues yo celebro el excelente manejo que exhibe de un humor más accesible y libre de todo cinismo en el que no importa tanto la misión a la que se enfrentan sus protagonistas como sus vivencias a lo largo del camino.
Los personajes como base para la diversión
Ahí Goldstein y Daley dan en la diana al apostar por los personajes por encima de todo. Claro que se echa mano de ciertos estereotipos para su construcción, pero el guion está repleto de chispa y los actores abrazan sus respectivos roles y tienen más de una oportunidad para brillar, aunque es cierto que ese toque más pícaro que tan bien se le da a Pine le permite destacar por encima del resto, aunque ojo también a lo divertido que está Hugh Grant.
A eso hay que añadir lo fluido que resulta todo. Es verdad que se toma su tiempo en la fase de presentación, pero incluso entonces es de lo más entretenida. Eso sí, todo alcanza otro nivel con la llegada de la aventura, donde 'Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones' tiene muy claro que quiere contar una historia y deja completamente de lado la posibilidad de fijar futuras entregas. Claro que podríamos volver sin problema a este universo, pero si la cosa se queda aquí tampoco pasa nada.
Además, hay alguna que otra sorpresa a lo largo del camino sin caer en el error de que eso suponga un parón en la aventura que va desarrollándose en pantalla. Todo ello suma para que 'Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones' se convierta en un pasatiempo prácticamente infalible, una de esas películas que recuerdas con tanto cariño que no te va a importar volver a verla una y otra vez para volver a pasártelo en grande. De hecho, no tengo problemas en que es casi un milagro que haya salido tan bien un proyecto que sobre el papel parecía condenado a ser poco mejor que una pérdida de tiempo.
Obviamente, ayuda que detrás de ella haya gente que muestra un cariño innegable hacia el mundo de Dungeons & Dragons, incluyendo más de una referencia aquí y allá que será bastante apreciada por los seguidores del juego original y que en ningún caso supondrá una molestia para el resto. Y es que ahí está otra de sus claves, en lo bien que desenvuelve para ofrecer un espectáculo de lo más divertido tanto para aquellos muy vinculados a la franquicia como para los espectadores que quizá ni tan siquiera saben que ya hubo una adaptación previa bastante desastrosa.
¿Entonces merece la pena o no?
Tengo serias dudas de que ninguna otra película vaya a sorprenderme tanto para bien en lo que queda de año. Antes de verla si acaso sentía curiosidad pero también una gran desconfianza hacia lo que podría ofrecerme 'Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones' y una vez vista tengo claro que se trata de uno de los grandes blockbusters del cine reciente. Ahora solamente falta que el público la respalde.
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