Para algunos es un vestigio de su infancia, pero 'Dragon ball' sigue más viva que nunca: 'Super' empezó de manera tambaleante con 'La batalla de los dioses' pero la serie culminó en un épico combate con los seres más poderosos de todos los universos conocidos. Ahora, después de que Goku y Vegeta hayan alcanzado unos niveles de poder absolutamente imposibles, llega 'Dragon Ball Super: Super Hero' y les relega al banquillo... por suerte.
Vamos con afán
Los dos protagonistas de la nueva película de la saga son viejos conocidos: Piccolo y Gohan, una especie de padre e hijo que en su día nos dieron las mejores escenas de la serie antes de que Goku y Vegeta volvieran a coger el protagonismo absoluto con sus transformaciones más locas. El problema es que su poder ha subido tanto que básicamente son dioses con transformaciones especiales como el Ultra Instinto y el Ultra Ego, y cualquier pelea en la Tierra ante enemigos m´as o menos normales no tendría ningún tipo de emoción con ellos al mando.
Por eso, Akira Toriyama ha sido inteligente al planear la historia de 'Dragon Ball Super: Super Hero' y ha relegado su protagonismo en los amigos de los dos saiyan, dando como resultado una lucha en la que todos tienen su momento estelar (incluso Krilin, ya más meme que otra cosa) y se intuye un cambio de generación para el que el público quizá ya empieza a estar preparado. Si creciste con la serie y te apetece volver a ver aunque sea fugazmente a personajes del pasado como Yajirobai o Dende, esta es tu película.
Sin duda, 'Dragon Ball Super: Broly' era una película mejor que esta. Más emocionante y épica, incontrolable, un reboot de la historia de Broly que, esta vez sí, entra dentro del canon. Pero hay algo en la nueva entrega que la hace irresistible. Vuelve el humor marca de la casa, las luchas en las que no se decide el destino del universo, las transformaciones por sorpresa y hasta el remake de algunas imágenes en dos dimensiones de la lucha de Goku contra el ejército de la Red Ribbon que te van a poner calentito el ki.
Todos a la vez
La mayor polémica con 'Dragon Ball Super: Super Hero' ha sido su estilo de animación: si en la película anterior ya se utilizó CGI en los combates, en esta se ha usado para animar toda la película. Yo mismo tuve mucho miedo antes de verla, pero se quita de un plumazo: salvo algunos momentos donde canta, está muy bien integrado y, a pesar de lo que digan los fans más conservadores, no se nota una gran diferencia con el resto de la franquicia salvo por la fluidez de las peleas.
Mayor debería ser la polémica sobre una trama que ya hemos visto antes. Literalmente. Y es que esta nueva secuela no deja de ser un remake encubierto de la saga de los Androides, aquella que culminaba con Célula (o Cell, al gusto del consumidor) poniendo contra las cuerdas al equipo y mostrando la verdadera fuerza de Gohan. Aquí tenemos de vuelta al ejército de la Red Ribbon, al nieto del Dr. Gero y hasta imágenes rehechas de peleas pasadas para avivar nuestra nostalgia. Y funcionar, funciona. Más o menos.
La excusa argumental de la que la película coge su nombre (los superhéroes) es más una anécdota o un añadido para llamar la atención en el título que una trama que realmente marque el metraje. Si estabais esperando ver a Yamcha y Ten Shin Han vestidos con mallas y parodiando a Marvel o DC, olvidaos. Para bien o para mal, esto sigue siendo 'Dragon ball' y más allá de algún guiño (a Batman, por ejemplo), la cinta tiene más de combate de kaijus que de superhéroes.
A buscar con ahínco la bola de dragón
Si Goku y Vegeta hubieran estado disponibles en la Tierra en lugar de estar combatiendo por enésima vez (el resultado de la pelea, en la postcréditos), esta entrega hubiera durado cinco minutos y no hubiera llevado a ningún personaje a su límite de fuerza. Con un par de bolas de energía, solucionado. Por suerte, los secundarios cogen las riendas y demuestran que 'Dragon ball' no son solo dos personajes muy fuertes buscando sus respectivos límites, sino una caterva de luchadores, cada uno con su propio estilo, a los que se ha tenido olvidados durante demasiado tiempo.
'Dragon Ball Super: Super Hero' es espectacular en sus peleas, aunque los enemigos nunca terminen de tener ningún carisma e incluso resulten ridículos, y sus dos nuevas transformaciones (que no vamos a spoilear) son tan innecesarias como visualmente increíbles. No reinventa la rueda ni sorprende, pero, ¿realmente es eso lo que le pedimos a la vigesimoprimera película basada en el anime? Al final, es una de las mejores que hemos visto hasta ahora, quizá solo por debajo de 'Dragon Ball Super: Broly' o, estirando, 'El ataque del dragón' o 'Fusión'. Depende de tu nivel de nostalgia.
Si no te gusta 'Dragon Ball Super' y te niegas en rotundo a ver anime con CGI por malas experiencias en el pasado, no disfrutarás en absoluto de 'Super Hero', porque más allá de cambiar el protagonismo, no te va a dar lo que buscas. Si, por el contrario, estás abierto a nuevas experiencias, es muy probable que te lo pases como un niño con una aventura más familiar de lo habitual (dentro de los habituales golpes de la franquicia) que presenta el posible futuro de la saga y deja que, por una vez, Goku y Vegeta se dediquen a pelear entre ellos mientras los demás hacen todo el trabajo. Un pequeño aire fresco a una saga para la que, con los aumentos de poder, cada vez es más difícil crear una amenaza creíble. En definitiva, es una aventura grande llena de emoción para nostálgicos con mente abierta. No es tan fácil encontrar a alguien así.
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