No es, como afirmaba uno de los amigos con los que acudí a verla el pasado sábado, "infinitamente inferior" a 'Capitán América: Soldado de invierno' ('Captain America: Winter Soldier', Anthony & Joe Russo, 2014), pero lo cierto es que, con la expectación personal que este redactor llevaba ante la que no había dudado en calificar como "el estreno del año", 'Capitán América: Civil War' ('Captain America: Civil War', Anthony y Joe Russo, 2016) se ha quedado algo por debajo de lo esperado.
Ahora bien, que nadie entienda esta afirmación como un pesar o una crítica abierta a lo disfuncional del filme. Antes bien, si lo hace, si se queda por debajo de la que considero es una de las tres mejores cintas que hasta ahora ha estrenado Marvel, lo hace a poca pero suficiente distancia, eso sí, para impedirle rayar a la que considero incuestionable solidez de la última incursión que encabezó Steve Rogers.
Acelerón y frenada
Creo que la primera puntualización que se hace necesaria sobre la que está llamada a ser una de las dos cintas más taquilleras de este año —la otra, por si queda alguna duda, se estrenará allá por diciembre— es que, más que un filme de Capitán América como lo fuera la primera entrega de las aventuras del héroe, 'Civil War' es una suerte de tercera parte de 'Los Vengadores' ('The Avengers', Joss Whedon, 2012) que no se percibe tanto como apertura de una fase sino como cierre de otra.
Ello es debido a la fuerte componente coral que ostenta la cinta alejándose al galope del más preeminente protagonismo que en 'Soldado de invierno' sí tenía el Capi. Aquí, con la adición de todos los Vengadores menos Hulk y Thor —sobre los que se hace mención de forma directa resolviendo en un par de líneas su ausencia— y la espléndida inclusión que supone Spider-man —una de las mejores decisiones del filme, dicho sea de paso— el foco no puede centrarse en Rogers, y pasa a abarcar multitud de frentes.
No es ello óbice, ni mucho menos, para que el discurso del metraje sea difuso pero sí para que en ciertos instantes —pocos, la verdad— se eche en falta algo de lo que hacía tan especial a su antecesora y la convertía, siempre a ojos del que esto suscribe, claro, en una película a la que, después de las muchas revisiones que le he hecho, sigo siendo incapaz de ponerle ni una sola pega.
Y si de trabas estamos hablando, quizás la más obvia que interpondría a 'Civil War'—una de las tres que creo acumula la producción— es que, tras su enérgico arranque en las calles de Lagos, y con miras a situarnos en la muy delicada posición que deja a los héroes parte de lo que allí trasciende, el resto del primer acto transita de forma algo lenta por senderos que, si bien son estrictamente necesarios, podrían haberse resuelto con mayor fluidez para impedirnos afirmar aquello de "la película tarda en arrancar".
Como digo, en términos de guión y de colocar cada peón en su casilla, al tiempo que se perfilan de forma inequívoca las motivaciones de cada uno de los Vengadores para situarse a uno u otro lado de los "Acuerdos de Sokovia" —el equivalente aquí al acta de registro de superhéroes de la que hablábamos el otro día al repasar los cómics—, lo que 'Civil War' plantea es irreprochable. No así, desafortunadamente, el cómo lo plantea.
¿El arácnido definitivo?
Quizás sea una exageración hablar de la versión definitiva de un personaje cuando sólo cuenta con, no sé, unos quince o veinte minutos de aparición en pantalla; y hemos de admitir que, comparados con los cinco filmes ya existentes sobre Spider-man, tan exigua duración se antoja insuficiente para afirmar de forma categórica que el Peter Parker de Tom Holland supera con creces a los de Tobey Maguire o Andrew Garfield.
Y como no podemos afirmarlo a ciencia cierta, ciñamos nuestro discurso de forma estricta al ámbito de unas sensaciones que no podrían ser mejores y más alejadas con respecto a lo que los citados intérpretes llegaron a transmitir —más Maguire que Garfield, todo sea dicho—: ya como un Peter Parker nerd y despistado que alucina con Tony Stark y vive con su tía May —acierto es decir poco con la elección de la actriz que aquí la encarna—, ya como el lenguaraz arácnido que se pone del lado del "Team Stark", lo que han conseguido los responsables del filme es la respuesta a esa pregunta que tantas veces nos habíamos hecho en el pasado.
¿Veremos algún día al "verdadero" Spider-man en el cine? Si el botón de muestra que supone 'Civil War' es indicativo de algo, las esperanzas de que bajo la atenta tutela de Marvel Studios podamos asistir por fin a una versión plena del personaje en celuloide han aumentado sobremanera. Tanto, que se nos hace muy difícil aguantarnos las ganas de sentenciar que, sin duda, en la piel de Holland, el trepamuros ha encontrado lo que realmente necesitaba.
Insuperable acción
Si hablábamos antes del ritmo algo pausado del primer acto como lo único que podríamos achacarle a 'Civil War' —considerando, por supuesto, que la cinta es lo que es, un filme de entretenimiento dentro de una línea previamente marcada por los doce que llegaron antes que él—, ahora hemos de situarnos en lo opuesto del espectro para alabar y aplaudir las extraordinarias secuencias de acción que trufan un prolongado metraje que, eso sí, jamás se hace aburrido.
A la citada de Lagos, hay que añadir la impresionante persecución por las calles de Bucarest, aquella de la que tanto se ha hablado —y se va a hablar en adelante— que enfrenta a los dos bandos y que cuenta, sin lugar a dudas, con las mejores coreografías que hemos visto hasta la fecha en una cinta Marvel y, por supuesto, con la que este redactor considera la mejor, la que conforma el clímax del filme y que atesora planos de esos puestos ahí para que los lectores de siempre babeemos todo y más.
Notable resulta en todas ellas el amplio abanico que los Russo cubren en cuanto a estilo de realización hasta el punto de haberse escuchado ya voces que claman que la autoría de, por ejemplo, el choque entre los dos equipos no se debe a los hermanos por lo diferente que es de, qué sé yo, la que abre la proyección tras el prólogo. A esas voces les diría que el cambio de aproximación entre una y otra ya se observaba en 'Soldado de invierno' y que, dejando dichas disquisiciones al margen, lo que ambas ponen de relieve es el talento de los realizadores para presentar la acción.
Diáfana por más que eche mano de esos recursos de sala de montaje llamados a imprimir en el espectador un fuerte subidón de adrenalina, cualquiera de las escenas nombradas deja claro que, en lo que a sentarse detrás del objetivo se refiere —y, repito, como ya demostraron en su anterior incursión en el UCM— los Russo no tienen nada que envidiarle a la otra cabeza más visible de cuantas han hollado los ocho años de historia de las producciones cinematográficas de la Marvel. Me refiero, cómo no, a Joss Whedon.
'Capitán América: Civil War', a un paso del podio
Uniendo a la eficacia de su tarea la de saber dejar respirar a todas y cada una de las estrellas que conforman el abultado cartel de la producción —Robert Downey Jr. vuelve a robar escenas sin que nadie pueda hacer nada para evitarlo—, y contando con un guión que, una vez más, tiene en sus diálogos y en la forma en la que se introduce el humor, sus mejores valedores, 'Capitán América: Civil War' es, ya lo decía antes, espléndido epitafio al recorrido que, desde 2008, llevamos observando en el Universo Cinematográfico Marvel.
Epitafio y prólogo, claro está, de lo que a partir de ahora, y hasta 2019, la vertiente en movimiento e imagen real de La Casa de las Ideas nos hará llegar en esas ocho producciones —nueve si contamos a la de Spider-man, diez las que hubieran sido de no haber prescindido de la cinta de los Inhumanos— de que constará la abultada Fase 3. Una fase que, tal y como han quedado las piezas, y ante el enigma que supone 'Doctor Extraño' ('Doctor Strange', Scott Derrickson, 2016), se antoja, como poco, apasionante.
Más, como quiera que ya habrá tiempo de hablar de ellas llegado el momento, retomemos la clara idea inicial de que, valorada en la comparación con todas las que la han antecedido, 'Capitán América: Civil War' se queda a un paso de medir sus capacidades con el trío que, en mi humilde opinión, ocupa por derecho el podio de lo mejor del cine Marvel.
Un paso breve, pero un paso a fin de cuentas, en el que pesan tanto el talante poco innovador de la propuesta en comparación con 'Soldado de invierno', 'Los Vengadores' y 'Guardianes de la galaxia' ('Guardians of the Galaxy', James Gunn, 2014), como el no haber querido arriesgar más en el acercamiento a las consecuencias del enfrentamiento que dividió a los héroes en las viñetas. A fin de cuentas, es Disney, tampoco le pidamos peras al olmo.
En Espinof | Orden de todas las películas y series Marvel
Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com
VER 131 Comentarios