Son las 23:30 de un sábado. Acabas de terminar de revisar ese espléndido thriller homenaje al periodismo que es 'La sombra del poder' ('State of Play', Roger Donaldson, 2009). Tienes algo de sueño, pero no el suficiente como para dejarte llevar en brazos de Morfeo y aún menos para impedir que se te cruce la "loca" idea de ponerte a ver otra película. A fin de cuentas, ¿para qué están los fines de semana sino es para dormir aún menos que durante los días laborables?
Resuelves que lo vas a intentar. Te levantas del sofá y das los tres pasos que lo separan de la estantería donde tienes ordenados tus BR. Mientras repasas con la vista la colección intentando dilucidar qué ver, recuerdas que en los estrenos de la semana siguiente figura 'El regalo' ('The Gift', 2015) la ópera prima como director de Joel Edgerton. ¿Joel Edgerton? ¿Joel Edgerton? Ya han decidido por ti. Agarras la edición alemana de 'Warrior' (id, Gavin O'Connor, 2011) y la pones en el reproductor confiando en aguantar, al menos, una hora. Pasan 140 minutos.
Porque 'Warrior' es una de esas películas que, cuando la empiezas, no la puedes dejar. Y si esto sucede es debido a la energía que desprende su metraje; a la soberbia definición que se hace de sus personajes; a la cercanía y veracidad con la que el trío de actores principales los encarnan; y al torrente desabrido de emociones que imprime en el respetable durante su metraje, siendo complicado —por no decir imposible— contener las lágrimas llegado el final de esta historia sobre dos hermanos, un padre ex-alchólico y un torneo de MMA.
Sutileza y honestidad
En la tradición de los filmes a lo 'Rocky' (id, John G. Advilsen, 1975), 'Warrior' es un drama deportivo con ribetes de historia de superación personal que, en mi modesta opinión, supera a todo lo que hayamos podido ver dentro de tan ajustada descripción a lo largo de los años por la fuerza con la que arremete contra el espectador en las dos vertientes en que se desarrolla su metraje: la adscrita al drama y aquella que vemos pasado el ecuador de la función.
En su primer tramo, aquél que nos presenta a los hermanos Conlan y al padre borracho que les marcó de por vida —inmenso Nick Nolte, INMENSO— la cinta de O'Connor se toma su tiempo para dibujar con una delicadeza genial tanto al torturado Tommy, al que da vida un Tom Hardy que pocas veces se ha ajustado más a la definición de "animal" escénico, como a Brendan, un profesor de instituto que atraviesa un momento económico muy complicado y que en manos de Joel Edgerton se convierte en alguien que podría ser nuestro mejor amigo.
Con trazos aquí y allá, y echando mano de unos diálogos cuya elocuencia radica tanto en lo que dicen como en lo que se dejan en el contexto, el dibujo de la terna de personajes —el resto de satélites que aparecen por la función son eso, personajes menores a los que el libreto trata con concisión— y la forma en la que la dirección nos acerca a ellos provoca, y lo hace de forma casi inmediata, una empatía completamente irremisible con los tres que resulta fundamental de cara a lo que nos reserva la segunda mitad del filme.
'Warrior', destilando adrenalina
Efectuada la transición de una parte a otra mediante una secuencia diseñada a pantalla partida en la que se nos muestra el duro y exigente entrenamiento al que se someten los dos hermanos antes de partir a Atlantic City para participar en Spartan, un torneo de Mixed Martial Arts en el que se enfrentan los mejores luchadores del mundo, es sin duda alguna lo que O'Connor filma en la segunda ciudad del juego más importante de Estados Unidos lo que más impacta y mejor permanece en la memoria cinematográfica del que tenga la fortuna de acercarse a esta producción.
Presa de un ritmo asombroso, y rodada de forma que la implicación del espectador resulta tan total que no es de extrañar sentir como la respiración se entrecorta y el ritmo cardíaco se acelera durante alguno de los combates —más bien durante todos—, lo cerrado del planteamiento visual de los mismos, y como la planificación narrativa cambia de cara al enfrentamiento final sirve para añadir aún más matices a la definición de los personajes que tan bien había sido tratada con anterioridad.
Desprendiendo adrenalina por los "cuatro costados", lo que sentimos a lo largo de los minutos en los que se prolonga el combate que da cierre al torneo no puede expresarse con palabras: es tal la montaña rusa a la que O'Connor nos invita, que creernos parte del público, vitorear, prorrumpir en aplausos o, como decía, llorar a lágrima viva, llega a nosotros como algo natural y nada forzado.
Y quizás sea ésta la mayor virtud de esta producción: saber entroncar con emociones primarias, sacar a flote reacciones que no podemos evitar y hacerlo a través de algo tan rudo y brutal como el MMA. Todo lo anterior, y todo lo que siempre se queda en el tintero, conforma a 'Warrior' como un filme sobresaliente que, desafortunadamente — como otras incontables al cabo de cada año— no llegó a nuestras pantallas.
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26 comentarios
🖕🏻
Una prueba más de que Joel Edgerton es muy bueno.
Una prueba más de que Tom Hardy es una máquina de la interpretación, no solo un "hombre de acción" sino uno de los actores de las próximas decadas.
Una prueba más de que Nick Nolte es uno de los grandes.
Las tres interpretaciones son sencillamente soberbias, comedidas, ajustadas, y todo lo bueno que se puede decir.
A ello le sumas un guión un tanto "estandar" en el genero pero entretenido y bien llevado a cabo y el resultado es la mejor película en el genero en años, y por mucho. Y no solo del genero, para mi es de lo mejor que he visto y punto.
No hay que olvidar los secundarios, de lujo!, Morrison, Dunn y, sobre todo, Grillo estan a la altura.
Fantastica, relax, relax...
j.l.l.deznan
Película brutal que he visto ya 3 veces. Totalmente de acuerdo. Si Tom Hardy es una bestia aquí está la prueba. En todos los aspectos. Lo de Nick Nolte te rompe por dentro. Increible como te llega. Hablaban por aquí hace poco lo bien rodados que estaban los combates de Creed. Lo de esta película creo que no tiene comparación. Creo que son los combates mejores rodados de cualquier película.
Los que decidieran no estrenarla aquí se cubrieron de gloria. Con la cantidad de mierda que estrenan al mes.
alfredo.puertolasaza
Esta peli es brutal. Una de mis pelis de hostias favorita (aunk las hostias solo sea el trasfondo de una historia mucho mayor) junto a Cinturón Rojo (soberbia) y John Wick (un estilo diferente, pero igualmente disfrutable).
curtis-jackson
Jamás entenderé que cuanto más se sobreactúe en escenas que representen especialmente la miseria humana (alcoholismo, drogadicción, demencia, locura, enfermedades terminales etc) más se se valora a los actores. Me parece un "postureo" absoluto. Supongo que a mi me gustan actuaciones más creibles y espontáneas, más sobrias y comedidas y no tan teatrales.
Nick Nolte está pasadísimo de rosca.
La peli se deja ver aunque el metraje es excesivísimo. Joel me gusta mucho pero Hardy no me convence nada en este papel.
Ender85
Llegué a ella con desconfianza, supongo que atraído por alguna recomendación del estilo de este artículo, pero desconfiado porque no me atraían los dramas deportivos. Después de reposar meses, o quizás algún año, en mi disco duro, una noche decido ponermela... yo creo que jamás he vibrado tanto con una película, me he sentido tan parte de la historia, como para vitorear como loco en alguno de los combates.
Desde entonces está guardada en la estantería de pelis favoritas, esperando una segunda revisión que se hace de rogar, pero después de leer el artículo, probablemente pronto caerá.
lagunadani
Un peliculón y punto, si alguien no la ha visto que lo haga, no saldrá decepcionado.
osky
Peliculon con mayuscula.
una de las pocas pelicula,que me hizo emocionar,y llenarme de nervios y tension por lo que estaba viendo.
y eso para mi es una virtud tanto del director,como de los actores que se entregaron de lleno a su papel.
nesecitamos mas pelis como warrior en los cines.
Bob
Uno de los mejores "happy ending" que visto jamás en una película: los dos hermanos se reconcilian emocionalmente en un ring dándose de hostias mientras suena "About Today" de The National. Sublime. Igual influye mi extrema debilidad por las historias que tratan sobre relaciones fraternales, pero ver esto me produce siempre una catarsis emocional del copón.
portalpa
Se nota el sueño xD State of Play la dirige Kevin Macdonald, debes haberla confundido por el título con La conspiración de noviembre .
Da rabia que estando doblada al castellano no haya sido editada en formato doméstico.
Pippen
La película está muy guapa en su primera parte, cuando aflora el drama y se ve el daño familiar. En la segunda según avanza para los entrenos y peleas se vuelve muy tópica para mi gusto a parte de la increíble fortuna en que los dos hermanos se metan en el torneo. Eso sí el director resuelve de forma magistral el desenlace, con la canción de The National y demás. Aquí descubrí a Joel Edgerton que para mí está muy superior a sus dos compis aunque estos se llevarán los aplausos.
Posdata: siempre que se habla de esta peli me acuerdo del culéte de la mujer de Edgerton.
tommyriordan
Lo único que me desagradó de la película fueron los continuos gritos del entrenador de Brendan durante sus respectivos combates y el excesivo metraje que se le da a lo largo del film a los alumnos y al director de la escuela secundaria.
Por lo demás, es un soberbio film. Mira que no soy de llorar con las películas, pero con ese final se me hizo difícil..