Del amanecer de los tiempos venimos. Hemos ido apareciendo silenciosamente a través de los siglos hasta completar el número elegido. Hemos vivido en secreto luchando entre nosotros por llegar a la hora del duelo final, cuando los últimos que queden, lucharán por el premio. Nadie jamás ha sabido que estábamos entre vosotros...hasta ahora.
La secuencia fue fulgurante: estar escribiendo sobre 'Greystoke, la leyenda de Tarzán, el rey de los monos' ('Greystoke: The Legend of Tarzan, Lord of the Apes', Hugh Hudson, 1984). Citar a la cinta que respaldaría la fama internacional de Christopher Lambert. Darme cuenta de que, por una razón que no alcanzo a comprender, no la había tenido en cuenta hasta ahora en Cine en el salón. Buscarla en el historial del blog para no obtener resultados más allá de alguna noticia. Decidir que ya era hora de poner remedio a tal ausencia. Prepararme para revisar, por enésima vez, tan disfrutable filme.
Y es que antes que cualquiera de las puntuales apreciaciones negativas que iremos vertiendo en los siguientes párrafos, y dando igual las incontables veces que la haya podido ver desde aquella primera que, con once años, me quedé clavado en el cine ante la reprobatoria mirada de mi padre —que poco podía imaginar lo bestia que iba a ser la película—; 'Los inmortales' ('Highlander', Russell Mulcahy, 1986) sigue manteniendo incólume los encantos que hicieron de ella un filme de culto y uno de los títulos más característicos de la década de los ochenta.
No tan imperecedera
Como quiera que me niego a que el último tramo de esta entrada sea el que sirva para sacar los colores a un filme tan fundamental en mi trayectoria personal como cinéfilo, dediquemos las siguientes líneas a apuntar a aquellos elementos de 'Los inmortales' que, en contraposición a aquellos que sí han sabido resistir el paso del tiempo, no han sabido soportar las tres décadas que el pasado 7 de marzo se cumplían desde su estreno en Estados Unidos —aquí tendríamos que esperar hasta el 1 de septiembre de 1986 para poder disfrutarla.
Unos apuntes negativos que van a parar a ciertos inconsistentes momentos de los diálogos, a la pobre interpretación de Roxanne Hart, a la no muy superior que Christopher Lambert ofrece en la piel de Connor MacLeod, un escocés que descubrirá que forma parte de una casta de inmortales que luchan entre sí a través de los tiempos para hacerse con el premio tras haber derrotado a todos sus semejantes en singular combate a espada, y a puntuales instantes en la dirección de Russell Mulcahy.
El cineasta, que venía del mundo del videoclip, que contaba con dos filmes previos poco relevantes y que nunca —NUNCA— sería capaz de repetir el calado que lograría alcanzar el presente título gracias a una filmografía lamentable plagada desencuentros —y ahí está la insufrible secuela para demostrarlo— alterna durante el metraje decisiones que se cuentan entre lo positivo por su fuerte personalidad, con otras a las que dicha cualidad no le sienta nada bien. Afortunadamente, son las menos y no empañan un conjunto en el que mucho hay que hablar en cuanto a hallazgos.
Música que trasciende el tiempo
El primero de ellos, que nada tiene que ver con la labor de Mulcahy, es aquello que concierne a la extraordinaria música que impregna todo el filme, ya estemos haciendo referencia a aquello que compone Michael Kamen como a 'A Kind of Magic', el duodécimo álbum de Queen y uno de los mejores de la legendaria banda británica en el que se incluyeron los seis temas exclusivos que Freddie Mercury y sus compañeros compusieron inspirándose en diferentes aspectos del filme.
Tan diferentes como los que ejemplifican, por ejemplo, el rock más duro de 'Don't Lose Your Head' o 'Gimme the Prize' en contraposición a los dos temas más conocidos de la película: el que da título al álbum y, cómo no, esa hermosísima balada destinada a puntualizar la historia de amor entre Connor y su querida Heather, que es 'Who Wants to Live Forever', sin lugar a dudas, una de las canciones más hermosas salidas de la voz del añorado Mercury.
Junto a ellas, el tercer trabajo profesional de entidad de Michael Kamen —el decimotercero de su trayectoria— muestra a un compositor que se defiende con la misma soltura tanto en los momentos en que la acción del filme arrastra al mismo a territorios oscuros como en aquellos en los que la luminosidad es su cualidad fundamental. Entre ellos, qué duda cabe, la secuencia del entrenamiento entre Lambert y Sean Connery se alza por méritos propios como uno de los puntales fundamentales de las músicas que Kamen llegaría a escribir antes de su prematura muerte en 2003.
'Los inmortales', sólo puede quedar una
Dicha secuencia es, además, una de las más recordadas de cuantas, en este sentido, acumula un metraje que es pródigo en instantes de esos que se quedan retenidos en la memoria cinematográfica por siempre jamás. Instantes como el arranque en el Madison Square Garden que ya ofrecen una de las constantes en las que más insiste Mulcahy, no siempre con resultados geniales, durante la totalidad del metraje: las transiciones entre presente y pasado.
Con el paso del griterío de la arena neoyorquina a las colinas de Escocia como uno de los más afortunados —el que se lleva la palma es la fusión del rostro de Lambert con una Mona Lisa pintada en una fachada medianera—, es también en esa escena inicial donde se dan cuenta de algunas de las características más destacables de la dirección de Mulcahy, ya sea en lo exagerado de sus primeros planos, ya en el aprovechamiento del formato panorámico con el juego de doble enfocado, ya en esos movimientos de grúa que alcanzarán su paroxismo en el duelo final.
Junto a la realización del cineasta australiano, el otro aspecto que resulta imprescindible destacar de 'Los inmortales' es la participación de Sean Connery y Clancy Brown. El refinado inmortal de origen egipcio al que da vida el actor escocés se cuenta como una de sus creaciones más geniales, a la par con James Bond, el Marko Ramius de 'La caza del Octubre Rojo' ('The Hunt for the Red October', John McTiernan, 1990) o el papá de Indiana Jones, siendo las escenas en las que él interviene las mejores con las que cuenta el filme.
Otro tanto ocurre con el enorme Clancy Brown, un actor que quedaría marcado por el Kurgan, ese portentoso villano que nos deja ojipláticos en su primera y asombrosa aparición —quien no siga dejándose fascinar por el plano de presentación del personaje que se lo haga revisar— y que, no obstante, ha sabido con el tiempo ofrecernos papeles que, poco a poco, han hecho frente a la colosal sombra del brutal inmortal que pudimos descubrir aquí.
Con la suma de todos sus factores positivos superando con creces —¿me atrevería a decir aplastando de forma inmisericorde?— a esos puntuales detalles negativos que apuntábamos anteriormente, la relevancia de 'Los inmortales' en el imaginario de aquellos que crecimos durante los ochenta es de tal calado que ninguna de sus dos horrendas secuelas, o el discreto producto que mezclaba la saga de cine con la serie de televisión, son capaces de empañarlo.
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🖕🏻
Pues a mi me parece que ha envejecido bastante. Es una película que marcó mi infancia, y me cuesta hablar mal de ella pero hay que reconocerle, además de sus bondades que tiene y muchas, sus defectos.
Por un lado coincido en que la banda sonora no se olvida, el trabajo de Sean Connery es lo mejor del reparto con mucha, muchisima diferencia, y la historia es, sencillamente, jugosa.
Es verdad que es más fácil sacarle los colores ahora que en su día, pero, aunque la premisa es muy interesante, el guión flojea a cada revisionado. Y, por encima de todo, esta Lambert, que aunque esta en su trabajo más "decente" no deja de ser un actor de segunda (mira que le tenía cariño de niño por esta película precisamente pero también se lo tenía a Paco Martínez Soria), un actor con más talento y un guión algo más depurado podrían haber dejado una joya imperecedera.
No obstante las secuelas demostraron que se puede hacer peor, muchisimo peor. Y romperé una lanza a favor de un film muy disfrutable, a pesar de todo, y que, creo, marcó una generación.
Esta, precisamente, podría ser una de esas pocas películas que, sin dejar de valorar lo bueno de la original, podrían merecer un remake mejor acabado. En cualquier caso esta reseña me ha animado a rebuscar el dvd y darle una vuelta, otra más, con el cariño que merece.
chaman
Todavía la vi hace unas semanas y comentare algunas curiosidades:
La primera que la escena en el Madison que abre la película no iba a ser así, iba a ser un partido de hockey sobre hielo para que al ver los sticks de hockey y los típicos movimientos que se hacen en un partido, Connor recordara el combate de como se hizo inmortal, pero no les dieron permiso de rodar ningún partido...así que rodaron lucha libre.
La segunda que en la escena de presentación del Kurgan pasaron tan cerca de la cabeza que casi le dan,incluso si se es muy hábil se puede ver la sombra de la grua.
La tercera las transiciones, que para mi todas están muy bien resueltas la verdad y son ideas de Russell, al que ponen como un cineasta de mucho talento sus compañeros...en fin algo le verían en ese rodaje para quedar tan vacío de creatividad para la secuela.
La cuarta como jugaron con el acento francés de Lambert al explicar que tantos siglos rodando por el mundo, vivió toda la época de la revolución francesa en Francia...había perdido el acento.
La quinta la batalla comentada anteriormente fue entre extras contratados de las aldeas de los alrededores en Escocia, pusieron tanto "interés" al decir Russell acción que muchos acabaron con cortes y heridas, ya que muchos se pelearon en serio, tanto que el propio Lambert dijo que cuando rodó esa escena quedo asustado de los palos que se pegaban los extras.
La sexta que Clancy no estaba a gusto con su personaje, y pudo pulirlo un poco, añadiéndole toques de humor negro que no tenia al principio. Aun así la propia Roxanne comentaba que es un tipo adorable y cariñoso y que alguna vez le entraba la risa cuando entraba en el papel por que no le pegaba...en fin vaya sí le pegaba.
La séptima se rodo mucho en Londres, la pelea en el callejón del Kurgan y el posterior robo de un coche y la ultima pelea entre Connor y el Kurgan fueron rodados en viejos barrios y almacenes cerca del puerto. La ultima pelea la del almacén en la que se rompe la cristalera, se le puso una pintura de Nueva York al fondo para que diera el pego.
La octava, la lucha en el cartel, cuentan que cuando el cartel se vino abajo no acabaron electrocutados de petaca.
En fin podría seguir...pero lo dejo, aquí. La película me encanta, es una debilidad personal, sobre todo por Sean y la música de Kamen y Queen, lo que vino después...mejor olvidarlo y en cuanto a un remake, no me gustaría la verdad, para nada, viendo los resultados de los últimos.
pcalzadolopez
Creo que es una historia genial, con una dirección regulera, y un montaje directamente horroroso. Esas transiciones que mencionas en el artículo sí son muy buenas, pero ¿las piruetas del primer enemigo de McLeod en el aparcamiento, que ahora las hace ahora no las hace? ¿El compañero policía que también descubre que existe un inmortal, y del que nada se vuelve a saber? (eso no sé si es error de montaje o de guión) ¿El duelo en el tejado en el que los combatientes aparecen y desaparecen? ¿La huida en coche arrollando a los peatones que parecen sacados de un videojuego de la época?
Y a pesar de todo, sí, es una película más que decente, también es un placer culpable mío. Pero si respetan el material de esta película, y obvian por completo el de las secuelas, creo que un remake a esta no le va a hacer ningún mal.
Dax
Peliculon!!! Es verdad que la peli ha envejecido, pero solo en algunos detalles tecnicos que hoy en dia son insoslayables, el peor es la secuencia que Kurgan se carga en el callejon a ese excombatiente.
Pero por lo demas, a mi modo de ver sigue intacta.Mulcahy va y viene en el tiempo con un ritmo narrativo logradisimo, las escenas de humor le quitan hierro a la historia pero encajan a la perfeccion.
Creo que Lambert esta perfecto y me cuesta imaginarme otro actor en el papel, logra un gran equilibrio emocional en su composicion, y cuando frunce el entrecejo su mirada es unica.Kurgan Brown y Ramirez Connery animan la funcion de manera inmejorable.Esta peli no seria lo que es sin la monumental musica de Queen, la secuencia del Madison Square Garden con «Princes of the Universe» es muy potente.La idea de la peli daba para mucho, unos inmortales luchando por la supremacia a traves de los siglos,brutal.
Mulcahy tiene otros titulos mas que rescatables, caso de «Razorback»,«The Shadow» o «Ricochet».
paulcrosnier
Para mi ha envejecido muy bien, y tiene un malo bien maligno, que desde que lo ves te engancha, sobre todo la escena que entra a la iglesia y el loco ese, empieza a sacarle la lengua a unas monjas muy sádicamente, Clancy Brown se la comió, lo único que lamento es que no haya tenido mejores secuelas, eso si es una verdadera lastima.
kabe
Ha envenjecido, sí, pero no todo lo que quisieran algunos.
Me he dado cuenta de que en los "revival" ochenteros, pocas veces o ninguna se menciona esta película, ya que la gente parece haber asumido eso del envejecimiento, catalogando ya por defecto la peli casi como subproducto... Mal hecho.
Es una peli fantástica (en todos los sentidos, además), que como digo, sí, vale, en algunos aspectos se ve tosca, pero es altísimamente disfrutable hoy en día, y en años venideros también.
También marcó mi infancia, como lo hizo su segunda parte (pero esta en sentido muy negativo, claro) y cada vez que vea esta primera entrega seguirá manteniéndose, a fuego, en mi corazoncito,
Totalmente de acuerdo en lo de que las apariciones de Connery, y ese entrenamiento maravilloso, son sin duda lo mejor de la peli. Ah bueno, y el polvo que se echa con la chica, no está nada mal tampoco.
kabe
Por cierto, que Clancy Brown y Christopher Lambert han vuelto a coincidir este año en una peli, aunque eso sí, no comparten plano. Hablo de la última de los Coen: "¡Ave, César!".
Además, a Brown se le puede ver también en la segunda temporada de esa genialidad que es "Daredevil"
bulba
Peliculón y punto.
Es oir el "Who wants to live forever" y llorar.
Era un crio cuando la ví y flipe de tal modo que no creía lo que estaba viendo. Y las dos ancianas que entraron a pasar la tarde en el cine salieron cuando Lambert corta la primera cabeza.
Soy Connor MacLeod, del clan MacLeod. Y soy inmortal.
Buf. Ni los cables que se ven al final cuando mata a el Kurgan empañan la mejor explosión de cristales rodada hasta el momento.
mika.villalba.94
Aquél que no vea en ella una película mediocre es víctima de la nostalgia.
Por supuesto que lo flipé siendo un nene (tios que no mueren y van todo el día con una espada escondida en sus abrigos, cómo resistirse...) pero vista hoy en día la puesta en escena es chabacana, los efectos muy pobres (incluso en su época) y algunos diálogos de traca.
Ahora bien, la premisa es muy potente. Es de las pocas veces donde apoyaría totalmente un remake (bien ejecutado, ojo)
curtis-jackson
Película atemporal. Espectacular. Hay determinadas pelis que tiene la misma sustancia q deben echarle a la coca-cola, las patatas fritas, la bollería industrial. Son adictivas.
Si echan Los Inmortales en la tele, da igual los millones de veces que la hayamos visto, nos quedamos viendo esa escena y aguantamos la siguiente o hasta los anuncios o hasta el final....
Enorme. Eterna.
loula2
Tanto la película, como esa banda sonora estupenda e irrepetible, forman parte ya de mi apartado mental de cositas buenas inolvidables.
Que Lambert es un actor muy mediocre ya lo se; que el guión es endeble y la puesta en escena tan ochentera queda algo viejuna, pues también es posible.
Pero lo que me hizo disfrutar en su día hace que me enganche cada vez que la ponen en la tele, y mi cabeza se pone automáticamente en modo "disfrute sin prejuicios" y que le den al sentido crítico!! :)
pcalzadolopez
Por cierto, interesante sería un especial a la carrera de Clancy Brown, a quien no le recuerdo una mala interpretación. Aunque sea un blog de cine, la parada en "Lost" sería obligatoria también, claro...
dmortimer
La secuela es, sí, nefasta. La tercera aún tiene un pase, en mi opinión. Pero nada como la primera, que está llena de momentos inolvidables.
Además, contiene una muy bonita historia de amor.
multifilm
Marcado completamente tanto musicalmente como cinéfilo !!! La veo cada vez que tengo la oportunidad ! ha envejecido un poco pero su esencia y mensaje se mantiene !!
gunzalobill
Princes of the Universe
Wolfson
Esta película me marcó de niño.
La tenía grabada en VHS y la reventé de tantas veces que la puse.
Gracias a ella conocí al grupo que me "inició" en mi estilo musical, que hizo que dejara de cantar las "canciones de mis padres" y comenzara a buscar discos de rock.
¿Remake? sí, porqué no. hoy en día serían muy mejorables los efectos especiales y las coreografías. Pero la banda sonora es inigualable y, si hacer un remake significa quitar a Queen de la cinta... mejor que se quede como está.