Si a Dios le podemos dar las gracias todos los días por los alimentos que vamos a comer, o por la falta de desgracias que hay, o porque simplemente vivimos un día más, a Javier Fesser tenemos que agradecerle, en igual medida, el habernos sacado de la modorra actual a la que nos tiene sometidos el cine español. Bien es cierto que para ello, ha tenido que meterse en terreno espinoso, y remover conciencias de todo tipo, no cortándose ni un pelo a la hora de atacar a cierto sector de la Iglesia de este país.
Para ello se ha inspirado en un caso real que conmocionó nuestra sociedad a mediados de los años 80, el de una niña muerta de cáncer, y que en estos momentos está en proceso de canonización, y cuyos familiares han puesto el grito en el cielo por el film de Fesser. Al parecer han quedado escandalizados por la falta de tacto (dicen ellos) del director de 'El milagro de P. Tinto' a la hora de narrar unos hechos que ellos tienen muy presentes. Es evidente que, o no han visto la película, o simplemente tienen ganas de publicitar el caso. Porque lo que está muy claro en el film de Fesser, es que éste ha mostrado un profundo respeto por las creencias religiosas, y ha descrito sin piedad al Opus Dei, o más bien un sector. Y lo ha hecho de forma muy lícita y nada maniquea. Por no hablar de que no trata de hacer un biopic sobre el caso en cuestión, simplemente se ha inspirado en él.
La película narra, a modo de flashback, la historia de una preciosa niña llamada Camino. Camino es todo luz y color, alegría e inocencia. Pertenece al seno de una familia profundamente religiosa, en la que la madre pertenece al Opus, y la hermana se encuentra en pleno lavado de cerebro. Un día a Camino le es diagnosticado un tumor incurable, y lo que es una desgracia por algunos será visto como una bendición divina.
'Camino' es una drama muy realista, que de vez en cuando se da la mano con la fantasía. Escenas oníricas que representan los sueños de la protagonista, válvulas de escape a tanto sufrimiento, tanto para el personaje como para el espectador, y las únicas en las que se nota la mano del Javier Fesser que todos conocíamos. Curiosamente, dichas escenas provocan cierto desequilibrio en el film, haciendo que éste quede demasiado alargado, aunque hay que subrayar el hecho de que su extrema duración nunca provoca cansancio o aburrimiento. Pero tal vez, un poco menos de surrealismo, o haberse parado un pelín menos en la historia de la hermana, le hubiera concedido al film lo que estaba destinado a ser: una obra maestra del cine actual. En nuestros corazones y en nuestra memoria de cinéfilos está el considerarla o no, en un futuro próximo, cuando el gran amigo y a la vez enemigo del cine, el paso del tiempo, haga lo propio con una película que si bien no alcanza la perfección, es desde ya un trabajo imprescindible, necesario, y en ciertos aspectos, único.
Porque Fesser da una lección de vida. Su película es una demostración de sumo respeto a la religión católica (por mucho que digan que no). Camino es una niña pequeña, religiosa y profundamente creyente, pero que piensa en las mismas cosas que piensa cualquier otro niño: en jugar, en divertirse, cantar y bailar, y también en enamorarse. Y es que 'Camino' habla también del amor, en prácticamente todas sus facetas. El amor ya maduro, el desamor, el primer amor, y como no, el amor a Dios. Éste último tiene una doble vertiente en el film. Por un lado tenemos a los que, como Camino, aman a Dios como cualquier creyente, y por otro, aquellos que además de amarlo (y quiero creer que lo aman de verdad) sacan provecho de ello. Y ésta es una verdad innegable que Fesser muestra sin tapujos ni subterfugios. De acuerdo en que al tratar un tema de corte religioso, todo es susceptible de malentendidos por mucha gente, pero a Fesser no se le puede echar en cara su falta de sinceridad ni el haber falseado nada. Y subrayo que por falsear no me refiero a que haya tergiversado unos hechos, sino a falsear un modo de vida, un modo de amar u ofrecerse a Dios, con todas las consecuencias que ello conlleva.

Fesser se sirve de un elenco de actores absolutamente magistral. Ni uno solo en el reparto está fuera de tono o desubicado. Sin duda alguna el gran descubrimiento de la película es Nerea Camacho, una actriz que enamora nada más aparecer en pantalla. Su composición del personaje central, ayudándose de como la filma Fesser, es deslumbrante, y su sufrimiento se nos hace inaguantable. Carme Elias da vida a la madre de Camino, fuerte y entregada a la causa del Opus Dei, controladora en todo momento de cualquier aspecto en la vida de sus seres queridos, manipuladora como aquellos que la manipulan sin compasión. Sólo en un momento de debilidad vemos su lado humano, un momento casi inesperado y emotivo, que protagoniza junto a Mariano Venancio, ganador de un Goya en la futura edición de los premios, y con eso ya lo digo todo. Se deja ver por el film Manuela Vellés, de sorprendente parecido físico con Camacho, lo que la hace ideal para dar vida a su hermana. Fesser se sirve de ese personaje para dar una certera visión, sin la más mínima compasión, del funcionamiento del Opus Dei.
Fesser cambia radicalmente de estilo en su puesta en escena, más sobria y elegante, de cierto clasicismo. Su exceso visual lo cambia por la extrema dureza de su historia, en la que deja hecho polvo al espectador. Fesser estampa verdad en nuestras caras, y a nadie le gusta oír la verdad. Hace que nos revolvamos en la butaca, nos golpea, nos tortura, remueve nuestras conciencias y nos hace pensar, algo a lo que pocos realizadores, sobre todo en nuestro país, se atreven. Pocas películas dejan después de su visionado, tan destrozado a un espectador, tanto física como espiritualmente. Fesser le ha echado un par de narices al atreverse con algo tan duro, ya sea el sufrimiento de una familia que ve como su niña de 11 años es aniquilada sin piedad por un cáncer, o por la descripción del Opus Dei, que se sirven de los sentimientos de sus acólitos para fines nada respetables. Y todo ello sin faltar al respeto a las creencias de la religión. ¿Cuántos se hubieran burlado del catolicismo en sí al hacer el film?
'Camino' es cine auténtico, un disfrute cinéfilo de categoría suprema. Ficción. Maravillosa ficción en la que se conjugan, en perfecta comunión, intenciones y resultados. Las quejas de la secta y de la familia de Alexia (ambas cosas a mí me importan bien poco) son comprensibles, pero están totalmente injustificadas. Esto es cine, señores, y como tal, es inmenso. Una gran OBRA.
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nomedestonteria
Coincido en todo lo que dices y realmente vas muy en la línea de la crítica-ovación que le hice en el blog de mi compañía. Fui a verla la semana pasada y todavía la recuerdo todas las noches antes de irme a dormir… Tiene imágenes que no se te borran de la cabeza de ninguna manera. A mí las escenas oníricas no me sobraron, de hecho, y me parece que el sueño de Camino en la playa es de una belleza (y un miedo) fascinante. No sé, ha hecho algo distinto, grande, y muy, muy valiente. Sólo espero que en los Goya se lo reconozcan con todas las de la ley. Todos los actores deberían acaparar los premios de interpretración (el Revelación para NEREA también es impepinable), pero es que técnicamente también es una maravilla. En fin, ojalá todos pudieran apreciarlo por encima de creencias. Un saludo.
[El veneno del teatro: http://ciayolapeordetodas.blogspot.com]
danielices
A pesar de ser asiduo a leer Blogdecine, que me parece la mejor web sobre actualidad cinematográfica, no suelo escribir en el foro, pero en esta ocasión me gustaría hacerle una observación a D. Alberto Abuín, el redactor de esta noticia, y hago constar que ni soy católico ni siento ninguna simpatía por el Opus Dei, todo lo contrario. Quiero suponer que, por suerte, Ud. no ha perdido nunca a una hija/o, o de lo contrario creo que no frivolizaría sobre el derecho de sus padres a defender su nombre y su dignidad, así hayan pasado 30 días o 30 años desde su fallecimiento. Se lo digo porque habla de la familia de la hija fallecida en estos términos: “Al parecer han quedado escandalizados por la falta de tacto (dicen ellos) del director a la hora de narrar unos hechos que ellos tienen muy presentes. Es evidente que, o no han visto la película, o simplemente tienen ganas de publicitar el caso”. No haré más comentarios, solo desearle, Sr. Abuín, que Ud. nunca sufra una desgracia que le haga entender lo desafortunado de sus críticas hacia una familia que ha perdido todo lo que le importa. No se moleste en responderme, no volveré a leer esta web.
grebleipS
Si diéramos importancia a las opiniones religiosas aún viviríamos en la edad media cultural, social, sanitaria y sexual.
Es una buena noticia que Fesser se deje de "monigotes" y haga cine de verdad.
POL
Un Buen título para el POST!
Saludos.
Alex Peig
OBRA MAESTRA
nomedestonteria
Danielices, si es cierto que no vas a volver por esta web, al menos no puedes negarnos (ni negarle al redactor) su derecho a réplica. Yo sólo te voy a decir que respeto mucho tu opinión, como respeto la opinión de la familia de la niña. Pero el caso es que ésta película es una FICCIÓN (ergo, no es REALIDAD), que NO es en ningún caso una biografía de Alexia González-Barros, y el director de la película se ha cansado de repetirlo. Creo que es importante saber que el CINE, con lo grande y hermosísimo que es, también es solamente eso, CINE, ni más, ni menos. Por otro lado, me parece muy loable por tu parte que te preocupe el sufrimiento ajeno, pero que defiendas el derecho de la familia a sentirse indignados u ofendidos creo que está fuera de lugar y no nos corresponde a ninguno de nosotros. Ellos están en su derecho en tanto les puede parecer apropiada o no la dedicatoria final, pero repito que la película en sí es una ficción, y no sé si ellos lo tienen muy presente. También creo que analizas los hechos sesgadamente al no mencionar que es la familia la que ha iniciado los procesos de canonización de la niña, desatando en consecuencia la exposición de su historia a la vida pública. Para éste fin, a ellos no les ha importado exponer los pormenores de la vida de la niña sin ningún tipo de pudor (no entraré en cuáles son los procesos para canonizar a una persona, pero está claro que se debe de escrutar hasta el más íntimo de los detalles de su vida). Supongo que la conclusión que deberíamos sacar es que sólo tienen derecho a explotar la vida de una niña muerta aquellos que pertenecían a su familia. Supongo. Pero no me parece ni más noble ni más adecuado que dedicarle una película. Es más, entiendo por qué Fesser lo ha hecho. En la posición de la familia no entro, pues creo que también la entiendo pero no diré lo que pienso de sus intenciones, puesto que yo no soy nadie y mi opinión está fuera de lugar. En cualquier caso,
jjmaster
Excepcional post, de acuerdo con usted al 100%.
Muchas gracias y enhorabuena!
jjmaster
Por cierto, reposteo un comentario porque no recibí respuesta, y estoy que no vivo, jeje.
A todas luces para mí, camino es una película espectacular. Siempre he elogiado las películas que te hacen apreciar la vida que tienes, y camino es una película así. La película es tristisima, no recuerdo haber visto ninguna tan triste y eso hizo que me pasara casi la mitad de la película llorando a lágrima viva.Para mí es una clara consecuencia de mostrar a la chica tan adorable al principio de la película…
Buenom pasando de más elogios paso a hacer una pequeña pregunta a los que hayais visto la película:
SPOILER
Al final, cuando camino ha muerto y la madre dice que va a hacer realidad su sueño, ¿a qué se refiere? ¿a volver con sus compañeros?, ¿a qué la entierren con el padre? Porque el cambio de crufijo, es porque han enterrado al padre con ella, ¿no?
A ver si me lo podeis aclarar…
/SPOILER
Un saludo a todos los que hacen blogdecine, os sigo desde hace mucho tiempo.
20th God
ENORME Fesser. La mejor película, con 'El caballero oscuro', del año.
placido
La película es impactante porque presenta los efectos perniciosos del fanatismo religioso, y al Opus Dei como una secta destructiva. Las manipulaciones de esta secta y de la madre fanática logran la infelicidad de la familia de la protagonista, madre incluida. No obstante, me pareció ver un cierto tono maniqueo, una obsesión por presentar el lado obscuro del Opus, que se convierte así en el leit motiv de la película, más que los sufrimientos de la niña y su familia. ¿Habrá sufrido Fesser la mala experiencia de pasar por el Opus?