La primera parte de la sexta temporada de 'Better Call Saul' ha llegado a su fin con el estreno de 'Plan de puesta en marcha', el séptimo episodio de esta entrega definitiva de la precuela de 'Breaking Bad'. Ahora tendremos que esperar hasta julio para ver sus capítulos definitivos, y, como era de esperar, la serie de Peter Gould y Vince Gilligan se ha despedido temporalmente -no habrá nuevos episodios hasta julio- de forma impactante.
Cuidado con los spoilers de 'Better Call Saul' a partir de aquí.
Todo en los capítulos anteriores se sentía como una avanzadilla de cara a una gran explosión final que pondría todo patas arriba. Eso no quiere decir que el camino haya sido precisamente aburrido, ya sea por las triquiñuelas de Jimmy y Kim para sabotear a Howard o por toda la odisea de Varga para intentar esquivar lo que parecía una muerte segura.
Hasta siempre, Howard
'Better Call Saul' se ha mantenido fiel a ese ritmo reposado incluso en este séptimo episodio, pero es que las cosas acaban cayendo por su propio peso y era inevitable que Lalo acabase entrando de nuevo en contacto con Jimmy y Kim. Hasta ahora ha estado un poco en la sombra, maquinando cómo ejecutar su venganza -este mismo capítulo ha incidido en ello con sus dificultades para llegar hasta Fring-, pero ha llegado el momento de hacer saltar todo por los aires.
Es verdad que el gran impacto que provoca el asesinato a sangre fría de Howard podría llegar a verse como una forma de dejar sin efecto todo lo relacionado con su trama en esta temporada, pero a la hora de la verdad era una transición necesaria para que esa caída a los infiernos de Jimmy y Kim se sienta como una prolongación natural de su actitud.
Y es que con el personaje de Bob Odenkirk hace tiempo que eso hubiese sido hasta lógico, pero con el de Rhea Seehorn ha sido en estos episodios cuando ha mostrado su lado más corrupto y ambicioso, añadiendo así más incertidumbre al porvenir de Kim, la gran incógnita de esta temporada final de 'Better Call Saul'.
Punto sin retorno
Ahora habrá que ver cuál es el camino que eligen los responsables de la serie. Lo más lógico es pensar que no se trata de una simple forma de ajustar cuentas, sino que Lalo ha hecho esto para que Jimmy y Kim le ayuden en su cruzada contra Fring y que esa exhibición de fuerza ha sido tanto para librarse de lo que para él no deja de ser una mera molestia como para asegurarse de que los dos abogados van a hacer cualquier cosa que les pida.
Tampoco olvidemos que el resto del episodio ha tenido mucho de partida de ajedrez en los dos grandes frentes argumentales. Por un lado, Mike haciendo gala de su capacidad para anticiparse a cualquier posible amenaza y por otro Howard viendo cómo todo se desmorona en esa reunión de trabajo.
La cuestión es que incluso en esos momentos hubo espacio para ese humor tan característico de la serie, pero sospecho que ya poco volveremos a verlo en los seis episodios restantes hasta el final de 'Better Call Saul'. No es que las cosas nunca dejasen de ser serias, pero ahora ya sí que no hay espacio para la ligereza.
El camino ya está claro y solo queda por ver cuáles son las bajas y el daño colateral. Y también cómo va a ser exactamente la conexión con 'Breaking Bad', que ya se confirmó que Bryan Cranston y Aaron Paul iban a dejarse caer por aquí. Deseando verlo, os recuerdo que en España podremos hacerlo a través de Movistar+.
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