No salir nunca del barco. Es absolutamente cierto. A menos que vayas hasta el final. Kurtz se salió del barco. Se salió de todo el puto sistema. ¿Cómo ocurrió? ¿Qué vio en su primera misión aquí? (Never get out of the boat. Absolutey goddam right. Unless you were going all the way. Kurt got off the boat. He split from the whole fuckin' programme. How did that happen? What did he see here that first tour?) - Willard
Esta parte se inicia con otra breve escena suprimida del montaje primigenio para cines, aquella en la que el quinteto protagonista que remonta incansable el curso del río, se esconde entre la maleza baja del coronel Kilgore, que patrulla el río arriba y abajo buscándoles para recuperar su preciada tabla de surf. Lo más destacable de la misma es la soberbia iluminación de Storaro, logrando una de las más deslumbrantes noches americanas que se recuerdan. Este efecto, como muchos quizá ya sepan, consiste en rodar de día, pero aparentar la noche cerrando el diafragma y logrando la subexposición. Además, ese filtro azul mezclado con el verde de la vegetación da una atmósfera inquietante.
A partir de este momento abandonamos definitivamente los (turbios, difuminados) contornos del género bélico más al uso, y nos vamos adentrando poco a poco en una pesadilla abstracta. Como si fuéramos atravesando un velo tras otro, acompañando a Willard a la última espiral de la locura. Que comenzamos a vivir una experiencia sensorial y abstracta lo confirma la siguiente secuencia, en la que a Willard y a Chef les sorprende un tigre que les da un susto de muerte.
Esta breve secuencia funciona sobre todo a un nivel psicológico. El tigre que sale de la espesura en un principio no es más que una sombra. Willard nota una presencia hostil que les vigila. Y durante largos segundos como latidos de corazón, no sabemos si es un soldado enemigo, o si es, simplemente el propio miedo de ambos soldados materializado en la jungla. Nunca salir del barco, quién sabe lo que te puedes encontrar. Es como si la jungla hiciera realidad los peores temores de Willard, la cercanía de la muerte. Sólo así puede leerse este momento. Además, sorprende lo poco que se ve al tigre. Tan sólo un plano de pocos segundos. Y ni siquiera les persigue. ¿Lo han visto realmente?
Chef se pone como loco. Frederic Forrest, el actor que le interpreta, parece fuera de sí. Hay rumores que parecen muy ciertos de que el reparto principal se pasó gran parte del rodaje en el río completamente colocado de las más variadas sustancias alucinógenas. Viendo a Forrest desde luego parece haberse tomado algo muy fuerte. Willard parece más tranquilo, se ha enfrentado a peores temores dentro de su mente. A fin de cuentas, el propio Kurtz bajó del bote...y nunca regresó. Algo le hechizó en la jungla, o de algo quería huir. La jungla se convierte, por tanto, en el camino sin retorno, no tanto a los orígenes, como al fondo del alma.
Willard está cada vez más obsesionado con el dossier y con el propio Kurtz. Incluso en su narración afirma que empieza a admirarle. Si el tigre emergió de la jungla, siendo primero una sombra, ¿qué puede emerger ahora de esa jungla, ahora que en ella vive Kurtz? En un precioso plano general, vemos a la patrullera recortada sobre el cielo púrpura, semejante al de 'Lo que el viento se llevó'. La jungla es negra como boca de lobo. Este plano le puede parecer preciosista al más despistado, pero no hay duda de su intención narrativa dentro del contexto que estamos analizando.

Pero han de volver a bajarse de la barca. De la noche, como de un sueño, emerge una pista de espectáculos, construida sobre el río. Allí pueden conseguir suministros, pero también pueden asistir a un espectáculo de Playboy. Nada menos que tres chicas playboy (disfrazadas dos de ellas, con mucha ironía, como una nativa americana y una pistolera), en un baile que no incluye el deseado strip-tease, pero que pone a mil a los centenares de soldados que allí concurren. Es una mala idea provocarles de esa manera, aunque lo hagan intentando animarles. Pronto todo se descontrola, y las chicas y el manager han de salir de allí echando leches. Aunque parece que están acostumbrados.
Willard, eterno testigo impasible, lo observa todo con desgana. Nadie filmó nunca una crítica tan brutal y despiadada a la actividad del ejército norteamericano. Aún hoy levanta ampollas. Como dice Willard, el enemigo no tiene espectáculos, se mueve profundo o deprisa. Willard no es sólo el asesino privilegiado. Es el más lúcido...después de Kurtz. Sabe que Vietnam no era más que un negocio, un espectáculo, una diversión, una distracción. Está a otro nivel. Mientras estudia el dossier, sus compañeros de barca bromean y juegan. Y averigua que Kurtz también es un lúcido cuando lee sus informes, en los que advierte el deterioro de la moral en Vietnam, con un exceso de tropas evidente, y de poca calidad.
Es sensacional el modo en que Coppola emplea el sonido cada vez que Willard se pone a estudiar el dossier. El sonido ambiente se diluye, deja de ser relevante, y una suave y misteriosa música producida con instrumentos de viento hace su aparición. Así mismo, cada vez encuadra los ojos de Willard frontalmente con más cercanía. Hasta captar un solo ojo. Su obsesión es ya absoluta. Una música malvada (sólo así puede describirse) se eleva hacia un clímax cuando Willard lee la carta de Kurtz a su hijo. Ya no hay vuelta atrás. Esta será la misión más importante de Willard. Una niebla amarilla se instala en el río, la patrullera viaja deprisa, sus ocupantes observan la destrucción en las orillas.
Es como viajar al fin del mundo.
Estudio F.F. Coppola en Blogdecine
Francis Ford Coppola, el artista maldito
Francis Ford Coppola, loco por el cine
Francis Ford Coppola, un hombre de familia
‘El padrino’, cinco hijos y un padre
‘El padrino’, el destino de Michael
‘El padrino’, manchándose el traje de sangre
‘El padrino’, paraísos perdidos
Francis Ford Coppola, una nueva vida
‘La conversación’, el sonido de la soledad
Francis Ford Coppola, regresa Michael Corleone
‘El padrino, parte II’, el origen de los Corleone
‘El padrino, parte II’, la herencia de Michael
‘‘El padrino, parte II’, el hermano de Michael
‘El padrino, parte II’, la decisión de Vito
‘El padrino, parte II’, perdiendo a la familia
Coppola en el corazón de las tinieblas
‘Apocalypse Now’, soñando con la jungla
'Apocalypse Now', terminar al coronel
Ver 10 comentarios
10 comentarios
eluyeni
Otra parte que me encanta. Y cuál no de esta joya. Estupenda iluminación, fotografía y sonido en la parte de la selva en que van a coger mangos Willard y "Chef", y que nos sirve para conocer algo más del segundo, hasta que un nuevo elemento "extraño" (esta vez un tigre) irrumpe en la acción: no hay que salir de la lancha que lleva a Kurtz. Cada vez que se hace, la locura y el sin sentido golpea a los personajes.
La llegada de la lancha por la noche hasta el tinglado de las Playboy parece totalmente onírico y psicodélico. Como dice "Limpio", es raro "un espectáculo en medio de esta mierda". Pero qué espectáculo, sino el más materialista y circense del ejército americano. Estupenda la canción 'Suzie Q' de Flash Cadillac (un cover de la Creedence) en el numerito de las playmates, así como ese barrido a través de la alambrada, en la que se agolpan curiosos los vietnamitas para ver lo colgados que están los americanos. El culmén, con los tíos colgaos del helicoptero hasta que caen al agua, mientras la música subraya lo absurdo y delirante del momento.
El score del film se va a haciendo cada vez más opresivo e intrigante, a pesar de que parezca ligero y tenue. Ésto se aprecia casi al mismo ritmo que Willard va "emparanoiándose" con Kurtz, mientras lee ese enorme y misterioso dossier. Cuanto más se avanza por el río hacia Kurtz, más extraño e irreal parece todo. Y por supuesto, más peligroso.
Deciros a todos los que no la habéis visto nada más que en la edición Redux, que la película en la versión "corta" es excelente igualmente. De hecho, es un shock la primera vez que se enfrenta uno a la versión "extralarga", por la cantidad de cosas nuevas que aparecen. Pero una vez que has "catado" esa versión definitiva, ya no quieres saber más de la anterior. Porque con la Redux, la panorámica de ese viaje al corazón de las tinieblas es completa, con sus etapas y paradas hacia la locura y lo más oscuro del ser humano.
Víctor
Fantástico resumen, esta parte es una de las que más me gusta en la película, no pasa nada relevante, pero me encanta ver la proximidad de la locura cada vez que la barca avanza más y más por el río, y el canvio que van sufriendo sus integrantes, me encanta el personaje de Willard y sobretodo Martin Sheen (fantástico aquí y en Badlands de Malick), me da lástima que su personaje no haya alcanzado tanto popularidad como el de Kurtz o Kilgore, se lo merece, pero ante todo, OBRA MAESTRA.
Adrián Massanet
No entiendo el comentario, The Code
Raul Pérez
Me ha gustado mucho. A ver si cuando lo acabas lo junto todo en un word y me lo leo entero, que así a cachos pierdo un poco el hilo. Ánimo!
Adrián Massanet
Gracias Raúl Pérez, AlexDarko, TETE, Golo y Víctor. Los ánimos siempre vienen bien para seguir trabajando duro.
Aún me queda bastante para terminar esta serie, paciencia...
golo
Muy bien descrita y analizada toda esta sección, te ha quedado muy poética ;P
Me encanta la escena de las chicas Playboy, es una metáfora brutal de las verdaderas intenciones de los EEUU en la guerra de Vietnam y de lo que realmente consiguieron (buscaban una distracción y perdieron el control).
Excelente entrada como casi siempre Gabriel ^^
Klaus
sin animo de seguir con la traca de tu anterior post gabriel, es muy simple el comentario de The Code. Primero sueltas la bombaca y luego muestras tu otra cara, de tal modo que la gente no sabe por donde cojerte. Pero ya te digo, esto lo pongo sin animo de sangrar mas el post tuyo anterior
TETE
Haz construido una lectura tan adictiva como la obsesion de willard. Muy buena
ÁlexDarko
Hoy me he leído todas y cada una de las entradas que dedicas a desengranar Apocalypse Now, se debe a que ayer fue la primera vez que la vi, vi la versión Redux directamente, pensaba que no habría mucho más incluido en esta versión pero eso que comentas de que no aparece la escena del tigre (que yo imaginé que era producto de la mezcla del miedo con el ver una sombra tras un supuesto ruido) hace que me pique la curiosidad por ver la versión anterior para saber qué más excluyeron.
La película me pareció impactante e impresionante, mención especial al proceso que Coppola hace de irnos metiendo también a nosotros en la locura, y sobretodo a la escena 'de las Valkyrias'.
Un saludo y enhorabuena por las entradas, geniales.
Tyrion Lannister
Las gallinas que entran por las que salen no?