Me he cansado ya de tanto leer o decir yo mismo que el séptimo arte ha demostrado hasta una capacidad muy pobre para sacar adelante películas interesantes basadas en videojuegos. Hay alguna con detalles interesantes y unas pocas que te queda el consuelo de ser relativamente entretenidas, pero lo habitual es que es que la gran duda sea hasta qué punto nos han hecho perder el tiempo con propuestas de ninguno o muy poco interés.
No pocos tenemos esperanzas en que eso pueda cambiar en este 2016 gracias a la llegada de cintas como ‘Warcraft: El origen’ o ‘Assassin’s Creed’, pero antes de ello se va a producir el salto a la gran pantalla de otro título que arrasó hace apenas unos años hasta niveles pocas veces visto. ¿Lo conseguirá también ‘Angry Birds, la película’ (‘The Angry Birds Movie’)? Quizá llega demasiado tarde para ello, pero es que además tampoco es un buen entretenimiento como sí lo era el videojuego.
Visualmente cumplidora
Por mi parte, no me cuesta nada reconocer que fui una de las millones de personas que se enganchó a la saga de Rovio, pero apenas aguanté unos meses antes de dejarlo de lado, mientras que con otras franquicias comparables -pienso sobre todo en ‘Plants vs. Zombies’- aún hoy sigo jugando. Ese agotamiento hizo que ya hubiera perdido bastante interés para cuando se anunció su adaptación cinematográfica… y de eso hace ya prácticamente cuatro años.
Sin embargo, era bastante evidente que iban a tener que introducir multitud de elementos para hacer una película de algo así, por lo que el hecho de contar los orígenes del odio entre los pájaros y los cerdos parecía una decisión lógica. Como ya habréis dado por sentado, no hay nada sorprendente al respecto, ya que os vais a ver venir todo lo que va a ir sucediendo, por lo que los detalles pasan a tener una gran importancia, o al menos así debería ser.
Lo primero que me gustaría puntualizar es que los 80 millones de dólares que Sony y Rovio se han gastado en hacer la película -un poco triste que vayan a gastarse más en promocionarla, eso sí, pues para eso han reservado otros 100- lucen por encima de lo que uno esperaría, ya que es cierto que el cine animado está alcanzando niveles cada vez más asombrosos, pero lo hace con presupuestos que superan holgadamente los 100 millones de dólares, y llegando incluso a rozar los 200 en otros casos…
’Angry Birds, la película’, menuda tontería
Sí que es verdad que su lo vistosa que resulta se debe más a su dinamismo que a la gran definición de cada uno de sus elementos, pero es que es algo que encaja con el toque frenético que tiene ‘Angry Birds, la película’, por momentos incluso coqueteando con un estilo más físico, con ecos de ‘Looney Tunes’, que le habría venido de fábula si explorase a fondo en lugar de plantearlo y luego dejarlo solamente para detalles de fondo que oscilan entre lo efectivo y, sobre todo, lo totalmente fuera de lugar.
Esto último es algo que también se aplica a lo que es la película en sí misma, pues de entrada plantea un escenario con algún detalle simpático que hace pensar que su visionado al menos te va a dejar la sensación de no haber perdido tu tiempo. El problema es que no hace nada para realmente llegar a conquistarte para que así te dejes llevar con “alegría” y pases por alto todas las libertades que se toma con notable rapidez -tanto a nivel de personajes como de historia-, llegando incluso a volver irritante y/o aburrida en función del momento.
Ahí algo ayuda la combinación entre personalidades superficiales con secundarios que pretenden ser graciosos sin conseguirlo, aunque en este último punto me queda la duda si la cosa cambiará con la versión original, ya que no me quedó otra que verla doblada al español -opción respetable, pero que no es para mí-. Con todo, he de reconocer que me sorprendió el buen trabajo de Álex de la Iglesia, que hasta ahora sólo recordaba que hubiera hecho una breve participación en la genial ‘Los increíbles’ (‘The Incredibles’).
Por lo demás, Clay Kaytis y Fergal Reilly, los directores, al menos intentan dar a ‘Angry Birds, la película’ del mayor dinamismo posible para hacerlo todo más digerible. Sería injusto no reconocerles el mérito y también que quizá eso haga que sea mejor recibida por el público infantil, algo a lo que también ayuda que los pájaros estén ideados para llegar a targets diferentes, pero para el resto veo más probable que acabe viendo en ella una simple chorrada que se agota mucho antes de llegar al final.
Para los más curiosos, conviene aclarar que sí hay un momento que hasta cierto punto calca la mecánica del videojuego, pero yo para entonces ya había desconectado mi cerebro ante la tontería que me estaba pareciendo la película -qué gran oportunidad perdida todo lo relacionado con el control de la ira de su protagonista-, aunque al menos justo es señalar que no llega nunca a niveles insultantes. Escaso consuelo, lo sé, pero también hay que saber distinguir los niveles entre lo malo y no sólo de lo bueno.
En definitiva, ‘Angry Birds, la película’ es vistosa y durante sus primeros minutos tiene alguna ocurrencia simpática, pero no tarda en convertirse en una aventura sosa y sin chispa que se agota con rapidez. Apoderándome de su eslogan promocional, esto ya no es un juego, es peor, así que si queréis ir al cine este próximo fin de semana, os recomendaría darle antes una oportunidad a la estupenda ‘Espías desde el cielo’ (‘Eye in the Sky’), y si tenéis mono de estos pájaros, pues echad otra partida, que seguro que lo disfrutáis más.
Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com
VER 45 Comentarios