El final del noveno episodio dejaba claro que había llegado el momento de que los reclusos pasaran a la acción si querían tener la más mínima posibilidad de salir con vida de esa prisión. Eso es algo que 'Una salida' recoge para darnos un capítulo que sirve para terminar de encender la llama de la rebelión, sin por ello dejar de lado los temas más espinosos asociados a la misma.
Cuidado con los spoilers de aquí en adelante
La fuga
Durante varios episodios ha quedado claro que el personaje claro para que algo cambiase en ese cárcel era Kino y no fue hasta los instantes finales de '¡No nos escuchan!' cuando Cassian consiguió contar con su apoyo. En 'Una salida' eso se lleva hasta sus últimas consecuencias, pues no es hasta el final del episodio cuando descubrimos que el personaje interpretado por Andy Serkis no estaba buscando su propio libertad, pues sabía que él estaba condenado, de ahí que su decisión de ayudar al resto sea especialmente importante.
Sin embargo, no nos adelantemos, ya que antes de eso, la serie de Disney+ hace un ejercicio de milimétrica precisión para mostrarnos cómo el plan de los presos logra salir adelante. Con multitud de inevitables bajas, 'Una salida' rebosa tensión en todo momento, pero el guion de Beau Willimon también introduce un componente de esperanza que es esencial para que algo así triunfe y no sea sofocado rápidamente por el Imperio.
Eso lleva a que 'Una salida' brille en mucho frentes. Primero como culminación de un arco narrativo que a priori podía parecer una mera excusa para alargar el número de episodios de esta primera temporada de 'Andor'. Sin embargo, no es casualidad que detrás de los últimos tres episodios haya estado Toby Haynes, el mismo realizador que firmó los tres primeros capítulos de la serie.
Hasta ahora creía que 'Andor' había tocado techo con 'Venganza', el tercer capítulo de la serie, pero aquí se ha vuelto a recoger la carga dramática de lo que se había ido construyendo en los dos anteriores para cerrar por todo lo alto un arco mucho más estimulante de lo que parecía de entrada.
De paso, 'Una salida' ha sido el paso decisivo para completar la transformación de Cassian Andor, alguien que hasta ahora se había centrado en ir más por su cuenta y que ahora no le quedará otra que entender que en la unión está la fuerza. Por separado puedes sobrevivir y conseguir pequeñas victorias, pero a la larga estás condenado.
El propio Cassian asume su propio papel cuando le deja claro a Kino que es él quien ha de lograr que el resto de reclusos se alcen contra los pocos soldados que quedan en la prisión para recuperar la ansiada libertad. El descubrimiento del sacrificio de Kino, perfectamente ilustrado con la cara de resignación que muestra un inspiradísimo Serkis, ya debe dejar claro del todo que no hay vuelta atrás posible para el personaje encarnado por Diego Luna.
El coste de la rebelión
En 'Una salida' también hay espacio para otros dos frentes abiertos de la serie y ambos se utilizan aquí a modo de contraste para esa sobredosis de ilusión que muestra la parte de la cárcel. Y es que sí, puede que la rebelión crezca, pero para conseguir hay que pagar un precio quizá demasiado elevado.
Por un lado, la senadora Mon Mothma tiene que conseguir lavar dinero para que el Imperio no acabe cazándola, lo cual lleva a una escena que parece más propia del universo 'Juego de Tronos' cuando un millonario sin escrúpulos que básicamente le ofrece su ayuda a cambio de intentar conseguir que su hijo acaba casándose con la hija de 13 años de ella.
Es evidente lo que él quiere conseguir con eso, pero para ella no deja de ser una nueva prueba para ver hasta dónde es capaz de mantener su integridad sin poner en peligro su gran objetivo. Ya ha quedado claro que en el Senado no va a conseguir nada más que perder tiempo en la situación actual, pero claro, quizá ese no sea un precio que esté dispuesta a pagar.
El otro gran punto culminante del episodio ha sido ver cómo Luthien sí que carece de todo tipo de escrúpulo a la hora de sacrificar a quien haga falta para conseguir que triunfe la revolución. Esa charla que comienza con uno de los personajes a bordo de un ascensor también rebosa tensión y sirve para situar del todo al personaje interpretado por Stellan Skarsgård, quien ya ha asumido que "estoy condenado a vencer a mi enemigo con sus mismas herramientas".
Que 'Star Wars' había sido algo idílica a la hora de enfrentar a los buenos contra los malos, pero en 'Andor' ya ha quedado claro que es todo mucho más complicado. Sí, esa pureza por la lucha es necesaria, pero también tomar decisiones mucho más duras para no ser aplastados.
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