Una de las claves para que una cinta de terror funcione es generar una atmósfera inquietante que consiga removernos en la butaca. Si a ello unimos una historia sombría, macabra y con actores emblemáticos y brillantes, tenemos muchos puntos a favor para disfrutar plenamente.
Ahora que se aproxima Halloween es una buena excusa para dejarse caer en un género que ha vivido grandes épocas. Una de esas etapas brillantes fue la que nos dejó las películas de serie B que produjo y supervisó el gran Val Lewton para la RKO, en la década de los cuarenta. 'El ladrón de cadáveres' ('The Body Snatcher', 1945) de Robert Wise contó con guión suyo (y de Philip MacDonald) adaptando –libremente– el relato clásico de Robert Lewis Stevenson, ambientado en Edimburgo, alrededor de 1831.
Y se trata de toda una joya y que sobresale, precisamente, por su atmósfera inquietante, por la historia intrigante y oscura que cuenta y por los dos actores de la talla de Boris Karloff y Bela Lugosi que participan. Nada menos.
'El ladrón de cadáveres', Val Lewton y Boris Karloff
En todo el tiempo que Val Lewton trabajó como productor y responsable de la unidad de terror de la RKO supo dejar su impronta. No en vano, como buen guionista (curtido como escritor anónimo en una etapa anterior en la MGM), reescribió los guiones en algunos casos y en otros, como el que nos ocupa, 'El ladrón de cadáveres', se encargó de escribir la adaptación bajo seudónimo (Carlos Keith). Una apuesta personal de Lewton que consiguió convencer a los directivos que la historia de Stevenson sería ideal. Como así fue, incluso luchando por no caer en el abuso del terror fácil y apostando por esa atmósfera inquietante que se respira durante todo el metraje de 'El ladrón de cadáveres', además de dibujar dos personajes con gran profundidad psicológico, a los que enfrente en un duelo brillante.
Robert Wise, el director encargado de poner en marcha la historia con tan pocos recursos y en poco tiempo, contó con la inestimable participación de un Boris Karloff que venía de la Universal donde se sentía encasillado. Así que consigue el papel del cochero John Gray, que le encaja como anillo al dedo. Cuesta imaginar a otro actor capaz de inquietar y transmitir tanto miedo con una sola mirada como Karloff en este film. Esencial para la historia y sobre el que gravita el misterio y el máximo interés del film. Sobre su pasado, su relación forzada con el protagonista, sus apariciones siniestras, sus palabras remueveconciencias y su brutalidad latente.
No podemos olvidarnos de Bela Lugosi, otra estrella del género, que también participa en el film, aunque el morbo de ver a estos dos genios quedó algo desinflado por el pequeño papel de éste. Lugosi encarna al mayordomo de del Dr. MacFarlane, siempre sigiloso y viviendo tras la puerta todo lo que acontece en el sótano de la mansión. Allí donde el cochero Gray acude con su "mercancía" encargada por el doctor (encarnado por el muy popular en la época por sus papeles de villano Henry Daniell). Sin embargo, no se podía esperar menos que una escena cara a cara entre ambos, con terrible desenlace y que hacen saltar chispas en la pantalla.
Un duelo psicológico muy bien resuelto por Robert Wise
El trabajo de Robert Wise en la dirección es encomiable si nos atenemos a los escasos recursos con los que contaba. La tosquedad obligada por ello es, por contra, más que suplida con la brillantez con la que resuelve la puesta en escena, siempre sacando todo el partido a la oscura historia y la espiral de odio y lucha entre los protagonistas, basada en diálogos, encuentros, miradas… una batalla psicológica que sigue la estela de lo plasmado en anteriores films de la RKO como 'La mujer pantera' o 'Yo anduve con un Zombie'.
Aunque cuenta con cierto apoyo en los exteriores bien aprovechados, no se puede negar el gran trabajo de Wise en las escenas interiores acentuando el ambiente opresivo y la complejidad latente de los personajes, es especial, los duelos entre el doctor atormentado y su distribuidor de cuerpos para la disección y la enseñanza médica.
Lo mejor del film es sin duda este estremecedor duelo entre ambos protagonistas, y como la historia nos muestra dos apariencias bien diferentes al comienzo para luego cambiar las tornas. Pasamos de unas apariencias a entrar de lleno en la psicología, pasado y comportamiento de una pareja mal avenida. Con un final sorprendente y emocionante que rubrica la relación trágica que el destino les tenía deparado.
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