Desde que se ha sabido que Antena 3 preparaba una nueva serie para jóvenes y con contenido musical se han disparado las especulaciones. Para saber más sobre esta serie hemos hablado con Daniel Martín, uno de los guionistas, y hemos aprovechado para preguntarle sobre la ficción en general y el mundo del guión.
¡Vaya Tele!: Para empezar a conocerte, Daniel, ¿qué tipo de series son las que te gustan? ¿Podrías ponernos algún ejemplo de producciones nacionales e internacionales que consideres destacables? Daniel Martín: Ahora mismo la oferta en cuanto a series es inmensa y es muy difícil estar al día de todo lo que se hace. Las cadenas generalistas en España maltratan a la mayoría de las series americanas, así que si quieres seguir una debes hacerlo por otros medios, algunos legales y otros no tanto. En cuanto a mis gustos, Urgencias, Friends, 24, Lost, Dexter, The Shield, Arrested Development, Damages, etc.,. En España series como Cuéntame, Aída, Siete Vidas han alcanzado un buen nivel. De las últimas creo que Guante Blanco es un producto de buena calidad a pesar de la poca respuesta por parte de la audiencia. Algunas temporadas de Los Serrano también apuntaron alto. Y hay dos clásicos como Hospital Central y El Comisario que merecen todo el respeto aunque solo sea por el tiempo que llevan en antena cosechando buenos resultados de audiencia.
VT: Además del presupuesto, ¿qué otras cosas crees que diferencian la forma de escribir series en Estados Unidos respecto a nuestro país? ¿Crees que hay algo de ese modelo de negocio que sería conveniente importar? ¿Y qué sería mejor no importar jamás? DM:Se comete un error al comparar las series españolas con las americanas y eso es algo que hacen continuamente los críticos televisivos. Está claro que siempre vamos a perder en la comparación y los guionistas lo sabemos, porque parece que hay críticos que creen que no vemos series americanas. Sí, las vemos y las estudiamos, pero a las series españolas hay que compararlas con las series españolas y así veremos que las hay mejores y peores. Se ha hablado mucho de lo que diferencia la ficción USA de la española, que si el multitarget, que la duración de los episodios, el riesgo en las historias, la calidad de los guiones y de los actores… todo eso es verdad, pero si analizamos la audiencia que hacen en España series como Lost, 24, Dexter frente a Hospital Central, Aquí no hay quien viva o El Internado está claro, les guste o no a algunos, que la audiencia prefiere ver series españolas. La ficción que se hace en España está adaptada a los gustos de la audiencia y desde ese punto de vista hay que admitir que nuestras series gustan a una gran mayoría. Es más, cuando aquí se ha intentado hacer un producto un poco más cercano a lo que podría ser una serie americana ha fracasado estrepitosamente. Así que si me preguntas que deberíamos importar de Estados Unidos para hacer series como las suyas te diría que importaría a los espectadores.
VT: ¿Qué crees que queda de la llamada Edad de Oro de la ficción nacional, que muchos sitúan en Televisión Española en los años 80? ¿Por qué la irrupción de las privadas y el aumento de la competencia se asocia a un descenso de calidad en las producciones? DM: De aquella época queda poco o nada. Hay que tener en cuenta que sólo había una cadena y la opción de apagar la tele nunca ha existido. Las series de los 80 eran muy distintas al concepto de serie que se tiene ahora. Eran series cerradas que no buscaban perdurar mucho en antena y sobre todo era dinero público, nadie arriesgaba. Eso siempre juega a favor de la calidad. Al llegar las cadenas privadas la televisión se convierte en un negocio y la clave para que un negocio vaya bien es que dé beneficios, y que los dé cuanto antes. Por eso se pierde la paciencia y se retiran series sin dar tiempo a que se asienten, se rechazan proyectos por miedo a que no sean aceptados y se intenta sacar el máximo rendimiento con el mínimo gasto. En esas circunstancias la calidad parece un elemento secundario en la mayoría de las ocasiones. Se comete el grave error de comenzar la casa por el tejado es decir, planificar series desde un punto de vista comercial antes que creativo. Lo principal es la historia y si no está bien trabajada o no ha habido tiempo para hacerlo la serie tiene muchas posibilidades de fracasar.
VT: A muchos nos gustaría que empezasen a hacerse en nuestro país series con capítulos de veinte minutos o, al menos, que se acortase la duración estándar de los setenta minutos. ¿Crees que desde las cadenas se prima la explotación comercial de una serie por encima de criterios que redundarían en mejorar su calidad? DM: Series de veinte minutos en España actualmente lo veo inviable. Nuestra franja de prime time es muy larga y a una cadena le saldría muy cara la noche si tuviera que programar dos series un mismo día. En cuanto a recortar las series de prime time a 50 o 60 minutos creo que se están dando pasos en esa dirección. Primero con la franja de access que cada vez es más larga. Antes las series comenzaban alrededor de las diez y ahora algunas lo hacen más cerca de la once. Con ese horario es difícil mantener a la audiencia hasta más allá de la una de la mañana por eso es posible que algunas series comiencen a reducir su duración. Y por supuesto que esto iría en beneficio de la calidad. Llenar más de setenta minutos es muy complicado. (el primer episodio de Guante Blanco duraba ¡90! minutos, eso es una película) Siempre hay tramas que no interesan y si vemos las series americanas nos daremos cuenta que 45 minutos bien aprovechados dan para mucho.
VT: La fragmentación de la audiencia, desde el punto de vista de los guionistas, ¿es una oportunidad o es un obstáculo que perjudicará a la industria? DM: Creo que ahora mismo estamos en una etapa de transición en cuanto a las audiencias se refiere. Hace cuatro años con menos de un veinte por ciento de share estabas apuntándote al paro. Ahora mismo hay series que se mantienen con menos de un 15 e incluso renuevan. Las cadenas tienen que empezar a asumir que los tiempos en los que una serie hacía un 30% de audiencia han pasado. Es muy difícil crear un producto que guste a todos porque la oferta es muy variada. Deberíamos intentar aprovecharlo para apostar por esos proyectos que antes no se hacían por considerarse demasiado arriesgados o demasiado minoritarios, series destinadas a un tipo de público en particular sin pretender copar el máximo de audiencia. Un 15% no es mucho, pero un 15% fiel es un tesoro.
VT: Estás escribiendo una serie para Antena 3 que se llamará 18, que retoma el serial juvenil diario y que es un musical. ¿Cómo conseguisteis que la cadena confiase en vuestro proyecto? DM: Realmente la idea de hacer este proyecto parte de la cadena. Ellos querían una serie diaria, destinada al público juvenil y con elementos musicales. Siempre ayuda el tener una dirección en la que trabajar predeterminada y más si es la propia cadena la que te da las indicaciones de partida. Desarrollamos el proyecto durante los meses de verano y cuando se lo presentamos a la cadena le gustó tanto que enseguida nos encargaron los guiones de los primeros episodios. A partir de ahí todo ha ido muy rápido, se han hecho los castings, se han contratado actores con un fuerte tirón entre el público juvenil, como Hugo y Mary de Fama, y otro grupo de actores jóvenes pero con mucho futuro. Se han escrito más guiones y la serie va lanzada. Tanto Antena 3 como nosotros estábamos por la labor de hacer esta serie y eso ha sido lo primordial. De aquí a una semana comenzará el rodaje y esperamos poder estrenar pronto. A estas alturas todo el mundo sabe que hay otra serie de parecidas características programada para otra cadena. Se habla de carrera por ver quien estrena antes. Es importante pero no creo que sea vital. Como guionista de la serie creo que lo importante es que las historias sean buenas, y las nuestras lo son. Ahí es donde los demás tendrán que demostrar que son mejores que nosotros. Lo ideal sería que hubiera hueco para las dos series pero parece difícil. De todas formas aunque en apariencia parezcan series similares por jugar con los mismos elementos estoy seguro de que son dos productos muy distintos. Le tocará a la audiencia decidir qué prefiere ver.
VT: Sabemos que las comparaciones son odiosas pero para que los espectadores nos situemos, ¿en qué se diferencia vuestra serie de propuestas como Paco y Veva o Al salir de clase? DM: Normalmente cuando se desarrolla un proyecto es muy poca la información que se filtra al exterior por eso la mayoría de las veces, lo poco que llega lo hace en términos muy confusos. Es cierto que nuestra serie tiene una parte musical, pero la música estará integrada dentro de las tramas y de las vidas de los personajes, es decir, en ningún momento se van a poner a cantar bajo la lluvia en mitad de una escena. No es un musical, sino una serie con un alto componente musical. Así que podríamos decir que se acerca más a lo que fue Al Salir de Clase y aquí quiero hacer una puntualización. Cada vez que alguien alude a Al Salir de Clase o la compara con otra serie lo hace siempre de manera un tanto peyorativa. Y yo quisiera recordar que Al salir de clase estuvo 6 años en antena, que fue líder de su franja hasta el último día y que de ella salieron gran parte de los actores que ahora mismo copan la ficción española. ¿18 se parece a Al salir de clase? No mucho, los temas y la estética son distintas. La juventud ha cambiado en estos años y Al salir de clase ha quedado un tanto desfasada. Intentaremos reflejar la juventud actual pero sin pretender que todos los jóvenes se sientan identificados, cada persona es un mundo, así que lo que pretendemos, sobre todo, es entretener a todos los que se pongan a ver la serie. 18 se presenta como una serie juvenil con alto grado de suspense, pero también hay comedia, drama, amor, música y baile. Con ello intentaremos atrapar a los espectadores con guiones muy bien construidos, tramas que enganchan semana a semana y con misterios que resolver que mantendrán el interés de los que la vean.
VT: Después de haber escrito Amistades Peligrosas y MIR, vuelves a la ficción diaria. ¿Es qué se diferencia una producción así de la de una serie de prime time? DM: Las series diarias son muy distintas a las series de prime time. En estas se dispone de alrededor de un mes para la escritura de un capítulo. Las tramas son más cerradas y la línea de continuidad es más lenta. En las diarias la continuidad es lo principal, las tramas nunca son cerradas, cuando acaba una se abre inmediatamente otra. Hay que sacar cinco episodios en poco más de una semana así que muchas veces a la hora de hacer argumentos no hay tiempo para darle muchas vueltas. Por eso es importante que el mapa de tramas esté bien trabajado para tener claro en qué dirección van las historias. Nosotros, en 18, trabajamos semanas sobre ese mapa de tramas. Aún así, es variable por distintas circunstancias. La escritura y el desarrollo de los episodios hacen que los personajes y las tramas estén en constante evolución. Surgen ideas nuevas que mejoran lo que se tenía. Una serie diaria se va haciendo semana a semana. Tienes que enganchar al espectador día a día y semana a semana, por eso es necesario que pasen muchas cosas, que se identifiquen con los personajes, que la gente no se aburra y tenga ganas de seguir viéndola, que repitas información para que gente que no la ha visto se pueda enganchar, son muchos factores que la diferencian de una serie de prime time. Otro punto son los medios con los que dispones. En una serie diaria el presupuesto es mucho más reducido, eso te limita a la hora de rodar exteriores, de tener personajes episódicos por eso debes tirar de ingenio para sortear esas dificultades y que al final quede un producto de calidad aunque nunca tan vistoso como una serie de PrimeTime y eso es algo que asumimos y que debe asumir la audiencia.
VT: El público objetivo de la serie ya tiene sitio en Antena 3 con productos como Física o Química y El internado, ¿vuestra propuesta viene a complementar esa oferta? ¿El público juvenil y el target comercial son una exigencia o una posibilidad de diversificación para los guionistas? DM: Antena 3 se ha dado cuenta que el público juvenil ve mucho la tele y sobre todo se enganchan con facilidad. Física o Química y El Internado son series de prime time, la nuestra es diaria e intentaremos llenar el hueco que nos corresponda y que nos dejen. Respecto a escribir para el público juvenil es igual que escribir para otro tipo de público. Pienso que un guionista tiene que estar capacitado para escribir cualquier tipo de serie o por lo menos intentarlo. Desde el punto de vista comercial está claro que los jóvenes son consumistas y este tipo de series son un buen gancho. Cuando escribes una serie o inicias un proyecto intentas tener claro a qué público va destinado. Cada sector de la audiencia tiene unos códigos, no es lo mismo el espectador que ve El Internado que el que ve Cuéntame, y una vez que asumes esos códigos y escribes sabiendo quién te va a ver, te olvidas de target comercial y te dedicas a crear unas tramas interesantes.
VT: Y para terminar, Daniel, ¿podrías recomendarnos un par de libros sobre guión o sobre televisión que creas que puedan interesar a los “teleadictos”? DM: La verdad es que no soy muy amigo de libros sobre guión. Lo importante para un guionista es ir aprendiendo el oficio poco a poco. Escribiendo mucha basura se puede llegar a hacer algo decente. Los libros de cómo escribir un guión son buenos para buscar métodos de trabajo, trucos para solventar problemas, sirven como iniciación… Ninguno te enseñará a escribir un guión y mucho menos a escribir uno bueno.
VT: Muchas gracias, Daniel.
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