Si hay un actor que en la actualidad al que enseguida asociamos como un gran secundario y un mejor villano, ese es, sin duda Mark Strong. Este actor británico en alza se está convirtiendo en un rostro esencial en el panorama cinematográfico y todo un especialista en villanos. Su actuales trabajos así lo atestiguan: el siniestro Lord Blackwood en ‘Sherlock Holmes’ y muy pronto será Sir Godfrey en ‘Robin Hood’ y Frank D’Amico en ‘Kick-Ass’.
Pero Mark Strong no ha logrado este status de villano por casualidad. Ni siquiera por sus duros rasgos faciales. Es un actor brillante, que ido escalando puestos a base de buen hacer y posee una experiencia teatral de primer nivel, lo que le convierte en uno de los actores contemporáneos más fundamentales para encarnar a un buen villano en cualquier blockbuster que se precie.
Strong se ha ido convirtiendo en un rostro habitual en cine, pero en el Reino Unido aún es más conocido si cabe por su trayectoria como actor de televisión. Mirada profunda, siniestra, voz de perfecta dicción británica pero malvada y aterradora cuando se ha puesto en el papel que mejor le sienta: el del malo de la película.
Su formación actoral se completa con su perfecto dominio del alemán, gracias a que comenzó estudiando derecho en Alemania, aunque afortunadamente para el cine, regresó a Inglaterra para reconducir su futuro hacia la interpretación. De teatro en teatro, de plató en plató, fue dejando su peculiar huella y su carácter poderoso.
Alcanzó enorme popularidad y ganó prestigio en la serie de la BBC2 ‘Our Friends in the North’ (1996), junto a Daniel Craig, aunque ya antes había trabajado en cine con el thriller ‘Cautivos’ (1994). Sin embargo, consiguió más relevancia con la simpática ‘Fuera de juego’ (‘Fever Pitch’, 1997). Pero no dejó de trabajar en televisión donde conseguía importantes papeles y ha obtenido los más destacados galardones, como fue el caso de la serie ‘The Long Firm’ (1994) que le deparó el premio de la Academia Británica de Cine y Televisión y el Broadcast Press Guild Award.
Lo pudimos ver en ‘Más allá del poder’ (2002) junto a Robert Carlyle y Kiefer Sutherland, en ‘Oliver Twist’ (2005) de Roman Polanski, o en ‘Sunshine’ (2007) de Danny Boyle. Pero quizás fuera más destacado su trabajo en ‘Syriana’ (2005) y mayor presencia bajo la dirección de Guy Ritchie en ‘Revólver’, que lo volvió a elegir para ‘RocknRolla’ y posteriormente para la reciente ‘Sherlock Holmes’, ya como el villano que tantas miradas ha concentado.
Forjándose como imprescindible
Aunque también se puede reseñar, más por olvidable que por brillante sus papeles en ‘Babylon A.D’ y en ‘Un gran día para ellas’ (ambas de 2008), además de en ‘La joven Victoria’ (con papel de villano de época). Pero, forma parte del crecimiento de todo actor que en poco tiempo ha conquistado Hollywood, a pesar de que aún le queda mucho y muy destacados papeles por llegar. Pero siguiendo con el repaso a su filmografía, no podemos olvidarnos de ‘Red de mentiras’, dirigido por Ridley Scott y compartiendo cartel junto a Russell Crowe (además de Leonardo DiCaprio), con los que repite en la inminente ‘Robin Hood’. En ‘Red de mentiras’ fue, precisamente, lo más destacado de un film que prometía más y se quedó en poco. Ahí, ya Mark Strong dio buena cuenta de su peso, de su enorme presencia en pantalla y, siendo el secundario del cartel, lograba acaparar los mejores momentos.
Pero su futuro inmediato es lo que más llama la atención. Y lo que viene a demostrar que se ha hecho un hueco destacado. Además de las mencionadas ‘Robin Hood’ y ‘Kick-Ass’, lo podremos ver en la esperada ‘Green Lantern’ (‘Linterna verde’), donde será, como no, Siniestro. Pocos actores mejor que Strong para ello, aunque aún tendremos que esperar un poco. Y por si fuera poco, ya suena como el próximo enemigo de James Bond para la nueva entrega de la saga del agente 007 y habla así de claro de su especialidad en villanos:
Me parece fascinante el papel de villano. Además, a menudo, significa que puedes obtener algunas de los mejores líneas del guión y al mejor equipo.
No le falta razón. No hay nada como un buen villano, a menudo el personaje más interesante de una película.
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