Fue una de las polémicas más grandes de los últimos tiempos en Hollywood: aquella vez que a Jenna Ortega se le calentó la boca y dijo, básicamente, que tenía que cantarle los cuarenta a los guionistas en el set de 'Miércoles' porque lo que escribían no tenía sentido con su personaje. El mundo del guion se lanzó a su cuello e incluso acabó convirtiéndose en la protagonista de una pancarta durante la huelga del año pasado. Por suerte, después de mucho reflexionar, parece que se ha dado cuenta de su error.
Merlinas de chocolate
En una entrevista con Vanity Fair, la protagonista de la famosa serie de Netflix, cuya temporada 2 probablemente se vaya hasta 2026, reflexiona y afirma, básicamente, que metió la pata hasta el fondo. O, al menos, que podía haber sido más amable con el equipo con el que trabaja: la vuelta al plató en abril tuvo que ser algo definitivamente digno de ver.
"Probablemente podría haber usado mejor mis palabras al describirlo. Creo que a veces divago demasiado. Fue duro porque sentí que si hubiera representado mejor la situación, probablemente habría sido mejor recibida".
Durante meses, su cara estuvo en todos los sitios y sus palabras se analizaron una y otra vez, llegando a considerarla la actriz más tóxica de Hollywood: "Todo lo que dije estaba magnificado... Fue casi distópico, como si fuera una caricatura de mí misma". Al menos, aprendió la lección de Hollywood. Bueno, más o menos.
No vas a gustar a todo el mundo, y como alguien que quiere gustar siempre, fue algo realmente duro de entender. A algunas personas puedes no gustarles... y eso está bien. De hecho, acabé harta de mí misma el año pasado. Mi cara estaba en todos los sitios... así que lo entiendo, si abriera mi teléfono y viera todo el rato a la misma chica con algo estúpido que ha dicho o algo así, también tendría suficiente.
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