El imprescindible Anthony Quinn

En Europa un actor es un artista. En Hollywood, si no está trabajando, es un culo.

Un 21 de abril nació Anthony Quinn —nombre real: Antonio Rodolfo Quinn Oaxaca—, actor nacido en México, muy popular en los USA, y que participó en 140 películas. Desde muy pequeño vivió en los Estados Unidos y tuvo una infancia en la más absoluta pobreza. Probó toda clase de empleos, y el hacer retratos de actores e imitaciones le abrió las puertas del séptimo arte.

Debutó en el cine gracias a la actriz Mae West. Lo hizo de extra en uno de los éxitos sonoros de Harold Lloyd, 'La vía láctea' ('The Milky Way', Leo McCarey, 1936). Hizo durante mucho tiempo importantes personajes secundarios, caso de 'Incidente en Ox-Bow' ('The Ox-Bow Incident', William A. Wellman, 1943). Su primer Oscar fue por '¡Viva Zapata!' ('Viva Zapata!', Elia Kazan, 1952), y el segundo por interpretar a Paul Gauguin a las órdenes de Vincente Minnelli.

Uno de sus films más exitosos fue 'Zorba, el griego' ('Alexis Zorbas', Mihalis Kakogiannis, 1964), que personalmente me parece un auténtico coñazo. Quinn tuvo 12 hijos y murió de una neumonía a los 86 años.

Películas imprescindibles para un buen homenaje:

'El loco del pelo rojo' ('Lust For Life, Vincente Minnelli, 1956)

'El último tren de Gun Hill' ('Last Traim from Gun Hill', John Sturges, 1959)

'Los cañones de Navarone' ('The Guns of Navarone', J. Lee THompson, 1961)

'Barrabás' ('Barabbas', Richard Fleischer, 1961)

'Réquiem por un boxeador' ('Requien for a Heavyweight', Ralph Nelson, 1962)