Catorce años después de saberse sigue pareciendo más la excusa argumental de alguna alocada película que una historia real, pero lo cierto es que Al Qaeda quiso secuestrar ni más ni menos que a Russell Crowe en 2001. La prensa se dio cuenta de que algo raro pasaba cuando el actor apareció rodeado de muchísima seguridad en los Globos de Oro de ese mismo año y fue entonces cuando saltó la bomba: el FBI estaba detrás de todo para evitar su secuestro.
Los medios de comunicación no dejaron de indagar sobre lo que estaba sucediendo, algo que llevó al FBI a romper su política de silencio absoluto sobre cualquiera de sus investigaciones. La confirmación llegó a través de Laura Bosley, portavoz del FBI por aquel entonces, quien declaró lo siguiente:
A la luz de los hechos hemos confirmado que tenemos en marcha una investigación sobre una trama para su secuestro.
Poco tardaron todas las publicaciones en querer saber lo que estaba sucediendo a través del protagonista de 'Gladiator', por lo que Robin Baum, la publicista del actor, comentó a Reuters que eran conscientes de la investigación y que Crowe había tomado las medidas de seguridad adicionales necesarias para asegurarse de que no iba a haber problemas.
Crowe estaba por aquel entonces en la cima de su carrera y apenas unas semanas después se haría con el Oscar al mejor actor por su carismática actuación en 'Gladiator'. Este complot para secuestrarlo le pilló totalmente por sorpresa, pues no nos olvidemos de que Al Qaeda no sería tan conocida hasta el ataque terrorista en Nueva York del 11 de septiembre de 2001. Esto fue lo que el actor comentó tiempo después sobre el supuesto plan de Bin Laden:
Esa fue la primera vez que oí hablar de Al Qaeda. Tenía que ver con una grabación recogida por una policía francesa, creo que fue en Libia o Algiers. Era sobre, y aquí va un pequeño toque de ironía, quitar de en medio a americanos icónicos como parte de una trama de desestabilización cultural.
Los agentes del FBI se convirtieron en una presencia habitual en todas las apariciones públicas de Crowe, pero fuea la única fuerza de seguridad pública que protegió a Crowe por aquel entonces, ya que Scotland Yard también colaboró activamente con el actor durante la premiere en Londres de 'Prueba de vida' ('Proof of Life'), cinta en la que se da la curiosidad de que interpretaba a un especialista contratado para negociar la liberación de un empresario secuestrado.
El actor fue protegido por el FBI durante cerca de dos años, incluso durante los rodajes de 'Una mente maravillosa' ('A Beautiful Mind') y ya, en menor medida, durante el de 'Master & Commander', antes de concluir de que la amenaza a la que estaba expuesto se había exagerado, llegando a dudar de las fuentes iniciales que llevaron a iniciar la investigación.
Tras llegar a a esa conclusión, el FBI simplemente retiró su protección al protagonista de 'Dos buenos tipos' ('The Nice Guys'), quien muchos años después de vivirlo en primer persona sigue sin creerse lo sucedido. Al respecto señaló lo siguiente en una entrevista concedida a The Guardian en 2015:
Aún hoy no sé sobre qué cojones fue todo eso. Todo lo que sé es que llegué a Los Angeles, fui a mi hotel, como había hecho muchas veces, empecé a deshacer la maleta, llamaron a la puerta y un equipo de tipos del FBI quiso sentarse a discutir algo conmigo. Y entonces estuvieron siempre cerca durante casi dos años. Recuerdo ir a los Globos de Oro y tener como 16 tipos de seguridad conmigo. No sé por qué. No me dieron detalles. Y por supuesto la gente estaba en plan: "mírale, se cree que es el jodido Elvis". Y entonces un día ellos ya simplemente no estaban allí.
La vida de Crowe pasó a ser bastante más tranquila y nunca más se supo de ese intento de secuestro por parte de Al Qaeda. Sospecho que la organización terrorista liderada por Bin Laden decidió centrarse en otros objetivos, y eso siempre asumiendo que la amenaza contra el actor fuese realmente cierta...
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