Faltaba una semana para la navidad del 97 cuando Chris Farley, uno de esos talentos en bruto que muy de vez en cuando surgen de 'Saturday Night Live', fallecía en Chicago. Su muerte dejó un valle de lágrimas y pesadumbre en el corazón de algunos de los cómicos favoritos del mundo, en sus amigos y en iconos que englobaban esos dos aspectos
El tributo de un amigo
En el inesperado y emocional clímax del magistral especial de Adam Sandler para Netflix, 'Adam Sandler: 100% Fresh', el protagonista de 'The Meyerowitz Stories' dedicaba una canción a su amigo. Un nudo en la garganta generalizado al escuchar los planes que habrían tenido juntos de no haber encontrado la fatal y prematura muerte a los 33 años, con toda la vida y la comedia por delante, sobrevuela el auditorio y el salón de las casas que decidieron ver el show.
Farley protagonizó un puñado de mediocridades, cubrió huecos que abrieron sus amigos (debutó como segurata en 'Wayne's World' con su colega Mike Myers) y tuvo tiempo de rodar una obra maestra junto a su inseparable David Spade: 'Tommy Boy', una película llena de valores humanos y sentido de la comedia más clásica pasada por el filtro del indispensable Lorne Michaels.
Su recuerdo permanece en nuestra memoria gracias a la eternidad del cine y a los buenos amigos que siempre tienen un momento para recordar su figura. Nadie se olvida de ti, Chris.
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