Mañana, 22 de agosto, se estrena la comedia francesa de Isabelle Mergault, 'Por fin viuda' ('Enfin veuve'), que nos cuenta la historia de Anne-Marie (Michèle Laroque), una mujer de cincuenta y tantos años que está harta de la manipulación que ejerce sobre ella su esposo (Wladimir Yordanoff) y de que la vida junto a él parezca que no consiste en nada. Anne-Marie tiene un amante (Jacques Gamblin) que no es que la trate con mucho más respeto que su marido, pero con quien ella se encuentra mejor por la novedad. Anne-Marie quiere dejar al marido, pero no sabe cómo decírselo. Será el destino quien le facilite la situación en modo de accidente de automóvil. Pero cuando la pareja de amantes crea que tienen el terreno libre para ser felices juntos, se darán cuenta de que la familia puede ser más agobiante aún que el matrimonio. Huir de las cuñadas, de su hijo y de su nuera se hará más difícil que esquivar a su esposo.
Es esta crítica hacia la familia con la que siempre se atreven las películas francesas, pero que es dificilísimo encontrar en las producciones de cualquier otro país –especialmente Estados Unidos— lo que más me ha gustado de 'Por fin viuda'. Sin contemplaciones, sin arreglarlo al final para decir que hay que aprender a querer a los seres cercanos, sin pedir disculpas, Mergault hace un retrato de los parientes coñazo que, salvando las distancias, recuerda a esa obra maestra llamada 'Harry, un amigo que os quiere' ('Harry, un ami qui vous veut du bien'), en la que la familia se presentaba de forma devastadora y el mensaje que se daba era que para ser feliz había que librarse de ella.
Además de que la situación de agobio es buena por lo que representa, está muy bien conseguida, ya que lo normal en otros films es que en aprietos similares veas que en realidad podría escapar por cualquier lado y que, si no lo está haciendo, es porque no le conviene al guión (serían esas veces en las que tienes ganas de gritarle a la pantalla: "pero vete ya, que nadie te va a detener"). En 'Por fin viuda' se ve que no hay escape posible y la sensación de encerramiento se contagia y crea en el espectador una especie de desazón que acaba sacando la carcajada. En ese sentido hay que elogiar también la actuación de los intérpretes secundarios que están perfectos del primero al último haciendo de seres insoportables.
Gracias a eso comprendemos a Anne-Marie, un personaje que podría haber parecido demasiado débil o comodón. Tiene mérito la empatía con la protagonista también por otro motivo: ella es una mujer que está cometiendo una infidelidad y, a pesar de eso, la vemos como la buena porque tiene un aire de inocencia y porque se ve sumergida en una situación tan horrible y que la sobrepasa tanto, que no es difícil entender su deseo de escapar de ella. Michèle Laroque –a quien habíamos visto en 'Salir del armario' en el papel de la compañera de trabajo con la que Daniel Auteuil acaba teniendo un romance— tiene ese aspecto de buena persona que le permite hacer estos papeles. La cara de haberse caído de un guindo hace que se puedan crear muchas situaciones de humor. Hay personas en la vida real que son así: dicen o hacen cosas graciosas sin darse cuenta, con inocencia total. Más o menos en eso consiste el personaje de Anne-Marie.
'Por fin viuda' es una comedia muy divertida cuyo mejor momento está en la excusa que inventa Anne-Marie para llegar tarde una noche a casa sin saber que va a cobrar una enorme importancia y se va a convertir en coartada. Ella cuenta que ha ido a ver 'La gran jamona' ('La grande gaufre'), la única película que encuentra en la cartelera que encaja con el horario. Pero el film resulta ser muy malo y bastante subido de tono. Así que, más adelante, las marujas de la familia van a verla y, escandalizadas, le preguntan: "¿Cómo pudiste ir a ver eso?" Y ella, sin más, contesta "¿Y tú?"
'Por fin viuda' es muy clásica en cuanto a su guión en el buen sentido, es decir, explotando los ardides que hacen que algo que durante un tiempo podría parecer menor cobre posteriormente una gran dimensión cómica, como es el caso de 'La gran jamona'. SPOILER Si acaso se podría cuestionar el final, pero supongo que es la manera en la que Mergault vio más adecuado terminar su historia. Y, si se analiza bien, puede ser lo que sirva para confirmar que "más vale sola que mal acompañada". Ya que esta mujer había necesitado hasta entonces a los hombres para tomar la más pequeña de las decisiones, no viene mal que durante un tiempo haya sido independiente. FIN DEL SPOILER
La directora de 'Eres muy guapo' ('Je vous trouve très beau') se ha superado a sí misma con un film mucho más compacto que el anterior en el que sólo se encontraban momentos de calidad aquí y allá. 'Por fin viuda' tiene el humor muy bien repartido y muy constante.
Más información en Blogdecine sobre 'Por fin viuda'.
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