A 'En el Valle de Elah' le ha pasado algo parecido que a 'Banderas de Nuestros Padres', por lo menos en nuestro país, en el que si ven una bandera americana a mucha gente le empieza a salir sarpullido, les dan mareos y vómitos, se dejan llevar por sus injustificables prejuicios antiamericanos, y ni siquiera acuden a ver la película, a la que ya tachan de "americanada" o algo parecido. Algunos que critican el póster español (en verdad horroroso) no se han fijado en que en el mismo la bandera de marras tiene una curiosa posición.
Un servidor, al que la ideología de una película le da exactamente igual, acudió al cine porque el film estaba firmado por Paul Haggis, excelente guionista en la grande 'Million Dollar Baby' y director de la magnífica 'Crash' (film también atacado por razones extraartísticas). No es que el tema en sí me atrajese mucho, pero con Tommy Lee Jones y Charlize Theron al frente, más un reparto de secundarios de campanillas, la cosa resultaba atractiva en un principio. Lo cierto es que 'En el Valle de Ealh' me ha parecido la mejor película en lo que llevamos de año (sí, ya sé que sólo llevamos 23 días de año, pero queda muy chulo decirlo).
'En el Valle de Elah' narra la historia, basada en un relato verídico aparecido en la revista Playboy, de un padre que investiga por su cuenta la muerte de su hijo, recién llegado del conflicto de Irak, contando para ello con la ayuda de una policía, la cual se encontrará con muchas trabas, sobre todo por parte del Ejército, para intentar averiguar que sucedió realmente.
Dice mi compañero Antonio Toca en su crítica del film que se nota mucho que el director es el guionista de la película, algo con lo que estoy de acuerdo. Haggis elabora un relato lleno de detalles minuciosos en los que no sobra ni falta nada. Cada cosa que vemos en pantalla está ahí por una razón, y no gratuitamente (un mal muy esparcido en el cine actual). En ese aspecto, recuerda bastante a su film anterior, donde también todas las piezas del puzzle, nunca mejor dicho, terminaban encajando al final. Sin embargo, hay algo que aparta a 'En el Valle de Elah' de 'Crash', y es su puesta en escena, su trabajo de dirección. Esta vez Paul Haggis ha optado por una mayor sobriedad y serenidad a la hora de narrar su film. Tanto que le acerca al cine de Eastwood, a quien por cierto Haggis le ofreció el papel principal, pues lo escribió pensando exclusivamente en él (Eastwood lo rechazó alegando que 'Million Dollar Baby' era su última aparición ante una cámara de cine).
Así pues nos encontramos con una película que avanza lentamente, pero con total seguridad, sin que nos aburramos lo más mínimo (en contra de lo que dice mi compañera Beatriz en su texto sobre la película), interesándonos continuamente por lo que sucede en pantalla, ya no sólo por la sugerente investigación policial, la cual acerca la película a los thrillers clásicos, sino también por los sutiles (ejem) detalles de denuncia. Una denuncia que se aparta de lo que normalmente vemos en películas preocupadas únicamente por criticar la Guerra de Irak siempre desde el mismo punto de vista. Aquí no sólo hay denuncia, sino que algunos detalles (como el final de la bandera) definen a la perfección a un personaje que se desmorona no sólo por la pérdida de un ser querido, sino porque todo en lo que cree le empieza a parecer de lo más falso. La razón del crimen en sí es una de las terribles revelaciones que se han visto en mucho tiempo, no por la identidad del asesino, que eso es lo de menos, sino por las motivaciones, las cuales resultan a todas luces tan terroríficas como una guerra.
Como también lo está el resto del reparto, aunque no era necesario llenar la película de tantas caras conocidas en personajes casi intrascendentes, y con esto no digo que sobren. Susan Sarandon, a la que se le achaca el hecho de no salir más, emociona como pocas en la escena del tanatorio, una escena idónea para ella. Y Josh Brolin (cada día que pasa se parece más a Nick Nolte), James Franco, Frances Fisher y Jason Patric cumplen muy bien con sus roles, pero no deja de sorprender que apenas salgan en un par de escenas. Incluso sus personajes hubieran dado para mucho más, aunque entonces me temo que nos encontraríamos con una película coral, al estilo de 'Crash'. Aún así, Haggis sabe lo que hace y en el caso de Patric, viste a su personaje tan bien, que el espectador intuye la manipulación militar en el asunto sin que ningún temible superior haga acto de presencia. Para mí, una jugada muy inteligente por parte del director, ya que no resulta nada manipulador.
Una película magnífica, que sin duda merecía más nominaciones que la de actor principal. Pero claro, en los USA no perdonan que les digan lo mal que están como país en algunas cosas, incluso la taquilla no le favoreció demasiado. En Europa parece que tendrá más suerte, y desde luego habrá que estar muy atentos al próximo trabajo de Haggis como director y guionista.
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