No me cabe la menor duda de que Promesas del Este constituye el estreno más importante de esta semana. Su director, David Cronenberg, parece estarpasando por su mejor momento. La crítica no ha hecho otra cosa que alabar la maestría con que dirige un filme que ha sido calificado como brillante. La crítica también ha destacado un estupendo trabajo actoral. Promesas del Esta ha hecho exclamar a nuestro colega Antonio Toca que aún existe el buen cine. No la he visto, pero desde ya concuerdo con él. Promete.
El año de todos los demonios, de Ángel Amigo. La misteriosa desaparición del dirigente de ETA, Eduardo Moreno Bergaretxe, "Pertur", ocurrida en 1976 es el núcleo dramático de este filme de Ángel Amigo. La cinta ha sido descrita como la reconstrucción del contecto político que se vivía en el momento de la desaparición e incluso, se atreve a adelantar una hipótesis sobre el oscuro asunto.
El documental, no obstante, se cuida de desmenuzar el tema desde varios puntos de vista. Así lo dijo su director en el momento de su estreno:
Cuando intentamos explicar el tema, lo hicimos en clave interna sin darnos cuenta de que la percepción que existía sobre Pertur podría ser muy diferente según por dónde se mire. Porque mientras para unos era, por decirlo de alguna manera, «el etarra bueno», para otros era el líder de una organización muy peligrosa...
Un plan brillante, de Michael Radford. Lauran Quinn, interpretada por Demi Moore, harta de que el machismo imperante en la corporación de diamantes para la que trabaja le impida avanzar en su carrera, se une a uno de los empleados más veteranos, el sr. Hobbs (el siempre efectivo Michael Caine), para urdir junto un robo perfecto.
A nuestra colega Beatriz Maldivia no le desagradó esta película, pero tampoco le encantó. Le pareció un filme correcto:
‘Un plan brillante’ (‘Flawless’) es una película correcta, con un estilo clásico, como corresponde a la época en la que se ubica y al director que la lleva a cabo: Michael Radford, famoso por ‘El cartero y Pablo Neruda’ (‘Il Postino’). (…). En el film que nos ocupa, aunque se pueden apreciar elementos burdos, el resultado genérico es bueno o quizá estaría mejor llamarlo agradable.
Los hermanos Solomon, de Bob Odenkirk. John y Dean Salomon son dos hermanos, muy bien intencionados, pero socialmente ineptos que unen esfuerzos para darle a su padre moribundo su más anhelado deseo no cumplido: un nieto.
Pero como quiera que sus habilidades sociales son prácticamente nulas, su misión irá de mal en peor y acabará en desastre. Bob Odenkirk tiene una larga carrera televisiva como comediante, actor, escritor, director y productor. Yo me arriesgaría a verla.
El Asesino, de Philip G. Atwell. Otra vez la vieja estructura dramática del gato y el ratón. Jack Crawford (Jason Statham) es un agente del FBI obsesionado con vengar la muerte de su compañero y parece estar dispuesto a perseguir hasta el fin del mundo al autor del homicidio, el célebre asesino Rogue (Jet Li).
Pero esta vez, en este juego de gato y ratón, las cosas no son como parecen. Por ejemplo, la película misma. Según el colega Red Stovall, el filme no es tan bueno como pudiera parecer a primera vista:
(…)lo que se supondría debería ser un explosivo encuentro entre dos actores que practican artes marciales, se queda en casi nada, por reducir un poco las escenas de acción. Tal vez pensaban ofrecer un producto más serio, argumentalmente hablando, para ser tenido más en cuenta, pero la jugada, en caso de ser esa, les ha salido mal. Porque es que incluso se echa de menos más acción, y menos palabrería, que para colmo está de relleno, y no aporta absolutamente nada.
No basta una vida, de Ferzan Ozpetek. Algunos presentan este filme italiano como una comedia a ratos amaraga, a ratos melancólica, sobre un grupo de amigos que, a los 40 años, miran con tristeza su juventud vivida en los 80 y 90 y ahora se enfrentan a la crisis propia de su edad, por lo que deciden darle un cambio radical a su vida, seguir sus verdaderos sentimientos y toda esa clase de cosas que se le ocurren a uno a los 40 y de las que se arrepiente a los 42.
Aquí se tocan temas como la soledad, la separación, la amistad y el amor, o la imposibilida de aceptar la amistad cuando ha estado de por medio el amor. En fin, yo, cuarentón, con ganas de comprarme una moto y una chaqueta de cuero, no me la perdería por nada del mundo.
Riparo, de Marco S. Puccioni. Anna (Maria de Medeiros) y Mara (Antonia Liskova), con colegas y amantes, que han llevado una vida perfecta hasta que, de regreso de unas vacaciones en el norte de África, descubren a Anis (Mounir Ouadi) escondido en el maletero de su automóvil. El joven magrebí ha aprovechado la ocasión para cruzar la frontera. El joven es adoptado por Anna enseguida, para satisfacer su deseo de tener un hijo.
Paulatinamente, un trágico triángulo comienza a tomar forma.
¿Una película con María de Medeiros? ¿Cómo puede uno perderse una?
Vitus, de Fredi M. Murer, es un filme suizo que cuenta la historia de un niño prodigio que lo único que no desea es ser, precisamente, un niño prodigio. A sus cinco año, Vitus es dueño de un oído prodigioso, toca el piano como los dioses y hasta es capaz de recitar de memoria artículos enciclopédicos completos. Es la esperanza de sus padres.
El problema es que a Vitus nada de eso le interesa. En realidad, lo que Vitus desea es jugar en paz en el taller de su excéntrico abuelo, y soñar con volar. Una infancia normal, como la de todo niño, es lo único que quiere. Entonces, su sueño se verá hecho realidad después de un dramático suceso.
La señal, de Ricardo Darín y Martín Hodara. Buenos Aires. 1952. La ciudad espera en vilo el anuncio de la muerte de Evita Perón, quien agoniza desde hace días. Corvalán es un detective privado contratado por una bella y misteriosa mujer llamada Gloria. Ya se sabe cómo terminan las cosas cuando se cruzan detectives privados y misteriosas mujeres. Más aún cuando se trata, como en todos estos casos, de un trabajito de rutina: seguir a alguien.
Como también suele suceder en estos casos, Corvalán desoye las advertencias de su amigo y socio investigador Santana y destapa una trama plagada de odios, venganza y ambición.
Interpretan Ricardo Darín, Diego Peretti, Julieta Díaz, Andrea Pietra, Vando Villamil, Carlos Bardem, Luis Solanas, Walter Santa Ana, Luciano Cáceres y Martin Slipak.
Padre Nuestro, de Christopher Zalla. De repente, me da la sensación de haber reseñado antes esta película. Pero como se estrena ahora en España, mejor hacerle caso a la cartelera. Ganadora del Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance, Padre Nuestro cuenta la historia de Juan, mexicano e inmigrante ilegal.
En el camión que le lleva, junto a otros ilegales a Nueva York, Juan conoce a Pedro, otro inmigrante que viaja a la Gran manzana para conocer a su padre, a quien nunca ha conocido y cuya único punto de unión es la carta que ha escrito su madre. Juan no lo piensa dos veces y huye, llevándose consigo las pertenencias de Pedro. Y con la carta.
Siete mesas de billar francés, de Gracia Querejeta. Fallecido su padre y desaparecido su marido en extrañas circunstancias, A Ángela no le queda más remedio que rehacer su vida. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que invertir todos sus ahorros para darle una nueva vida al negocio de su difunto padre: un pequeño local con siete mesas de billar?
Protagonizan Maribel Verdú, Blanca Portillo, Jesús Castejón, Victor Valdivia, Enrique Villén, Raúl Arévalo, Ramón Barea, Lorena Vindel, José Luis García Pérez, Amparo Baró, Vicente Benito
