El Festival de Cine Español de Málaga dedica una sección a la exhibición de documentales. En esta ocasión, tuve la oportunidad de ver dos de ellos: ‘Goodbye, America’ y ‘La silla de Fernando’. Curiosamente, ambos consistían en la presencia ante la cámara de un actor de avanzada edad, Al Lewis y Fernando Fernán Gómez, respectivamente, que contaba sus implicaciones en movimientos políticos o sus ideas sobre la política y la sociedad.
Sobre ‘La silla de Fernando’ nos había informado Teresa. Dirigida por Luis Alegre y David Trueba, esta película-conversación, como ellos mismos la llaman, está creada con la idea de permitir a una gran cantidad de personas apreciar las capacidades como conversador de Fernando Fernán Gómez. El film son los extractos de una larga conversación sobre temas como la guerra, las posibilidades de una actor en la época en la que Fernán Gómez comenzaba y, sobre todo, los ligues o la diversión nocturna. Durante todo el metraje vemos un primer plano del actor y en cortos momentos se intercalan fotografías o fragmentos de películas protagonizadas por él.
Dependiendo del atractivo que pueda tener para cada uno la figura de Fernando Fernán Gómez, este documental podrá resultar como una amena charla con alguien a quien da gusto escuchar o una mera entrevista grabada sin interés. En mi caso, admiro a Fernán Gómez y no sólo como actor, que suele ser la faceta que más se conoce de él, sino también como escritor y como cineasta. Sus películas me parecen de una genialidad infravalorada y sus novelas son maravillosos documentos.
Poco más se puede observar sobre la película como no fuese extractar momentos de la conversación, pero para ello es preferible escucharlos de boca del propio Fernán Gómez.
‘Goodbye, America’, producido por Elías Querejeta y dirigido por Sergio Oksman, muestra a Al Lewis, actor al que conocemos por haber encarnado al abuelo de ‘La familia Monster’ y que murió el 3 de febrero de 2006.
Durante una sesión de maquillaje previa a una actuación, Lewis cuenta anécdotas del pasado y opina sobre el Mccarthismo y otros problemas a los que se enfrentó EE. UU.
Lewis fundó su propio partido político y se presentó como senador. Otra faceta importante que podemos ver la de radio. Durante esta época, animaba a los oyentes a que escribiesen cartas a los presos, ya que había conocido que algunos de ellos podían pasarse décadas sin recibir una sola visita o una sola misiva.
El actor declaraba que había nacido en 1910 y así lo afirma durante el documental, pero tras su muerte, su hijo confesó que la verdadera fecha de nacimiento de su padre era el 30 de abril de 1923.
El documental era interesante gracias a la figura de este carismático actor. El tratamiento es muy parecido al de ‘La silla de Fernando’. Aunque, afortunadamente, el tamaño de los planos cambia más y existe algo de puesta en escena, la cinta se basa en las declaraciones de Lewis a su maquillador y se intercala con metraje y fotografías de la época o con fragmentos de la serie ‘The Munsters’.