'Saw 3', el mejor final de la saga

'Saw 3', el mejor final de la saga
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Con cierta curiosidad se acercaba un servidor a la sala de cine para ver la tercera entrega de un psicópata juguetón que se hace llamar Jigsaw (en EE.UU.) o Puzzle (en España). Y eso que 'Saw' me parece un auténtico bodrio y 'Saw 2' una mala película con alguna escena entretenida. Pero había leído cierta información sobre el argumento de esta 'Saw 3' que había conseguido despertar mi interés. ¿Muere Puzzle? ¿Tendrá sucesor o sucesora? Siendo, por desgracia, uno de los nuevos símbolos del cine de terror y vísceras, contemplar la muerte de este simpático asesino me resultaba una tentación casi irresistible. Teniendo en cuenta que la cartelera está tan falta de calidad como la televisión o la selección española de fútbol, el coste de oportunidad era muy bajo. La película es tan mala como la segunda, un film tan flojo como mareante, como puede esperar cualquiera, pero el final (no cuento nada, tranquilos) consiguió que mereciera la pena haberme molestado en ir a verla.

'Saw 3' vuelve a centrarse en Puzzle/Jigsaw y sus macabros juegos, aunque ya sabemos (de la segunda parte) que está acompañado de Amanda, la cual ha ido suplantando a su maestro conforme la salud de éste iba empeorando (recordemos que tiene un tumor cerebral). El juego de esta tercera parte implicará al propio psicópata y a una médico cirujano, la cual deberá mantenerle con vida si ella misma quiere sobrevivir. Por otro lado, un hombre, obsesionado con vengarse del que atropelló (accidentalmente) a su hijo pequeño, deberá superar varias pruebas que Puzzle le tiene preparadas. ¿Vivir o morir?

Me sorprende mucho leer y escuchar opiniones favorables (casi siempre muy entusiastas) a 'Saw' y sus secuelas. Suelen usarse argumentos como 'es muy original' o 'el final no te lo esperas'. ¡Y nada más! En serio, ¿sólo por eso ya os parece tan buena película? ¿Cuántas películas véis al año? ¿¿Una?? ¿¿Dos?? Imagino, y ahí está el hecho comprobable por cualquiera que vaya al cine a verla, que la gran mayoría de la recaudación de estas tres películas viene del bolsillo de los más jóvenes. Esta juventud de hoy en día que si no le das litros de sangre y escenas brutales es que ni se inmutan. No debo ir muy alejado de la verdad, ahí están también el éxito de otro bodrio (éste aún peor) como 'Hostel'. Pero claro, ahí está la inteligencia de los productores y creadores de estas basuras, que han sabido encontrar un filón, una mina de oro. Yo les aplaudo, señores, pero denle dinero también a cineastas de verdad, si son tan amables.

Al igual que en la segunda parte, el responsable de llevar la batuta en 'Saw 3' es Darren Lynn Bousman, un señor que debe un ser apasionado de los videoclips, la música electrónica y las discotecas. Y lo digo por una sencilla razón, hay escenas donde casi parece que los personajes estén bailando como locos, de tanto que se mueve la cámara. Si no llega a ser porque Puzzle (Tobin Bell) está medio muerto y tumbado en una cama, no me habría extrañado que se marcara un bailoteo allí en medio, al acabar su perfecto juego maestro. No habría sido un mal final. Como no merece la pena, la labor de Bousman se puede resumir fácilmente diciendo que tiene un estilo televisivo, abusando del plano-contraplano y no aprovechando casi nunca la profundidad de campo ni la amplitud del plano, y que cuando quiere inquietar o provocar pánico, lo soluciona todo colgando la cámara de un hilo y lanzándola de un lado para otro; o es eso, o es que pone a un cámara con parkinson para rodar esos planos. Por ahí debe ir.

Poster americano de Saw 3

No será Bousman el más recordado por estas tontas dos películas que ha hecho. A nadie se le escapa que Tobin Bell ha sido el mayor beneficiado, en términos artísticos o culturales, del tremendo éxito de esta truculenta saga. El actor tiene una cara muy particular que ya de por sí transmite frialdad y respeto. Todo un acierto de casting. Nadie le conocía antes, a pesar de haber trabajado lo suyo, y ahora a ver quién es el listo que ve su cara y no se acuerda de su personaje de Puzzle. Imagino que con un poco de suerte, esto supondrá un trampolín para lo poco que le quede de carrera y pueda así pagarse un buen número de lujos personales. De hecho, me extraña no haberle visto ya como secundario en películas de cierta entidad. Debe ser que los responsables de 'Saw', los más beneficiados económicamente, le hicieron firmar un buen contrato.

En esta tercera entrega se dedica tiempo (¡gracias!) a redescubrir los orígenes de la saga, pero sobre todo en lo relativo a la aprendiz de Puzzle, Amanda (interpretada de forma muy plana por Shawnee Smith, la cual desaprovecha un personaje que requería mayor garra). Resulta muy simpático y es uno de los pocos aciertos de la película el traer al presente recuerdos de las dos anteriores películas, permitiéndonos descubrir a base de flashbacks (uno de los recursos más queridos por el realizador, porque le permite colar más chispazos de luz) aspectos no mostrados en 'Saw' y 'Saw 2'. Claro, en realidad no valen para nada, Leigh Whannell (el guionista listo) ya tiene suficiente diseñando muertes disparatadas y planes imposibles como para ponerse a escribir secuencias coherentes con el resto de la película. Ahí entraría también la pregunta que se hacía Red Stovall en su crítica, acerca de esos numerosos cerdos putrefactos. Eso por no hablar de la chorrada de la muerte por congelación, una escena vergonzosa. Pero bueno, da igual, ponemos cosas irracionales y partes de las anteriores entregas que la gente no ha visto y punto. ¿Sentido? ¿Para qué? ¡Si ya vamos a sacar ya la 4! En cuanto a otros personajes, se da un bajón importante en cuanto a 'Saw 2' y se reduce mucho el personal dispuesto a jugar, quizá por cosas del presupuesto. Lo cierto es que a la sexy Dina Meyer se la cargan al poco de empezar (¡nooo!) y los dos únicos personajes que tienen un poco más de oportunidades, aparte de los dos psicópatas, son los correctos Angus MacFadyen y Bahar Soomekh, víctimas, cada uno por su lado, de los juegos de Puzzle. MacFadyen tiene la suerte de protagonizar el gran desenlace de la película, lo que repercutirá en su carrera a partir de ahora, sin ninguna duda.

Por otra parte (ya voy terminando), creo que hay que destacar la labor de Charlie Clouser en la banda sonora, especialmente el luminoso tema que suena cuando el personaje de turno se va enterando de que Puzzle se la ha dado con queso; aunque no sea nada del otro mundo, ayuda bastante (a una fotografía encantada en que no se vea nada) a crear un ambiente ciertamente tenebroso, inquietante. Ahí, por cierto, radica un aspecto que ha provocado bastante confusión, ¿en qué género se enmarca la trilogía 'Saw'? En la mayor parte de los medios indican 'terror', pero yo diría que el terror requiere mantener asustado al personal, ¿no? Bueno, tampoco quiero extenderme en este terreno de las clasificaciones inútiles, pero cuando me preguntan qué es 'Saw' (aparte de una muestra de pésimo cine) yo suelo decir 'thriller sangriento'. Si conocéis otra categoría mejor, no dudéis en contármela.

Resumiendo, 'Saw III' es más de lo mismo, como cabía esperar, una sucesión sin sentido, ni gracia, de muertes a cual más ridícula pero siempre muy sangrienta y retorcida. Lo mejor, lo único salvable, es un final buenísimo, el mejor de la saga, sin duda, un desenlace tan inesperado como desenfrenado. Una pasada, tendréis que reprimir las carcajadas. Si no pedís mucho y os gusta la sangre (en el Cine, se entiende, vampirillos), id a verla. La mayoría perderá el tiempo, pero ya lo sabíais, así que nada de quejas.

Comentarios cerrados
Inicio