La tecnología está provocando que cambie nuestra forma de ver la televisión. La proliferación en los últimos meses de aparatos de grabación digital a precios asequibles está generalizando una tendencia que ya se veía venir: las personas queremos ver la tele cuando nos apetece / conviene, no cuando les apetece / conviene a las cadenas.
Esto, lógicamente, tiene implicaciones importantes. ¿Qué sentido tiene, por ejemplo, medir las audiencias en términos de "quién está viendo la tele ahora" cuando se sabe que cada vez un mayor porcentaje de la población lo que hace es grabar los programas para verlos después? Estas audiencias ofrecen una información sesgada porque dejan fuera a una parte creciente del público objetivo.
Nielsen, la empresa líder en medición de audiencias, ha tomado nota y, desde el pasado diciembre, ofrece en sus mediciones en Estados Unidos tres datos: Live (la medición tradicional), Live+Same Day (que recoge a las personas que ven un programa en las 24 horas siguientes a su emisión) y Live+7 Day (que recoge a las personas que ven un programa en la semana siguiente a su emisión).
Ahora, la pregunta que surge es... ¿qué interés tienen estos datos? Hay que tener en cuenta que estos datos estaban dirigidos, principalmente, al mercado publicitario (programa más visto = programa más interesante para los anunciantes). Pero la gente que graba programas para verlos después, normalmente evita la publicidad (al menos la directa, en bloques publicitarios).
Lo que no cabe duda es que los hábitos de consumo televisivo están cambiando, lo cual supone un reto para todos los actores implicados en el mercado.
Vía | Bajo la línea Más información | Nota de prensa en Nielsen En ¡Vaya Tele! | ¿Cómo se miden las audiencias en televisión?