Era lógico que después de aquella obra maestra llamada 'Chicken Run', y casi por petición popular, uno de sus directores, Nick Park, se pusiera manos a la obra para realizar un largometraje sobre los personajes de tres cortos, 'A Grand Day Out', 'The Wrong Trousers' y 'A Close Shave', de los cuales los dos últimos se llevaron un Oscar.
Aquí se ha juntado con Steve Box, y han realizado una de las mejores películas de esta temporada, enormemente entretenida, y que, sin llegar (por poco) a la altura de su anterior film, logra por lo menos que el espectador le tenga respeto a la cartelera, porque visto lo visto (y lo que veremos) uno ya no sabe si darle más oportunidades a una sala de Cine, donde parece que todo son problemas (desde la mala proyección al ruido de los comepalomitas, acabando por la calidad de la película), o quedarse en casa con un buen equipo de home cinema y disfrutar de las maravillas del dvd.
Sin embargo, esta vez ha merecido la pena, pues los señores Park y Box han conseguido con plastilina una película muy superior a otras de imagen real, incluso en sus actores, dotando de vida propia unos personajes realmente encantadores, y capaces de transmitir emociones muchos mejor que cualquier actorucho de turno (Orlando Bloom, Ben Aflleck y compañía). Como los avances en este campo sigan a pasos tan agigantados, deberían ir pensando en crear un Oscar al mejor actor 'no real', porque la actuación de Gromit en esta película justifica por sí solo este comentario.
El argumento es bien sencillo (que no simple), Wallace y Gromit viven en un pueblo en el que aparte de probar los inventos del primero, se dedican a librar a la población de conejos, pues se va a celebrar un festival de verduras, y los animalitos se sienten atraídos por dicho vegetal. Las cosas se complicarán cuando... ¡no!, vedlos vosotros mismos porque os aseguro que es una maravilla.
Para empezar, la película está rindiendo continuamente homenaje a films de terror de los años 30, como 'Frankestein' o 'King Kong', esto en los referente a lo argumental con el desarrollo de la historia y todo. En cuanto a lo visual, bebe directamente de todas las maravillosas películas de la mítica productora británica Hammer (esas calles oscuras y viejas donde cosas extrañas suceden).
Después están los personajes, que como he dicho, tiene vida propia, están todos dotados de alma, y son enormemente carismáticos, aboslutamente todos sin excepción. Aunque si tuviera que elegir está claro que me quedaría con ese perro que sin palabras es capaz de emocionarnos, y elevar la película hasta cotas impresionantes, sobre todo en su parte final.
Sólo le achacaría algún pequeño problema de ritmo y que puede que el final sea demasiado apresurado, pero son males menores en una película totalmente ejemplar.