El lunes tuvo lugar en La 1 de Televisión Española el estreno de una nueva comedia de situación de producción propia, ‘Plaza de España’, un proyecto que nace muerto pero que, sin embargo, ha dado la sorpresa y ha gustado a la audiencia. Estamos ante una propuesta de la productora Hill Valley (‘Museo Coconut’) que vio suspendidas las grabaciones de su primera temporada cuando los directivos del Ente decidieron no estar conformes con el resultado del producto.
Pero con un 20,9% y un 19,9% de share que anotaron los dos primeros episodios, es posible que la cadena tenga que dar marcha atrás y dar luz verde a la grabación de más capítulos, como ya le pasó con la cancelada y posteriormente revelación, ‘Los Misterios de Laura’. El caso es que ‘Plaza de España’ no está nada mal y trae por fin a La 1 una comedia, que buena falta le hace entre los dramas y dramones que tiene.
‘Plaza de España’ tiene, de entrada, el valor de contextualizar su acción en mitad de la Guerra Civil Española, y aunque sus chistes vayan más por “la forma de ser de entonces” que por la propia guerra, es de agradecer que nos despojen de todo melodrama a la hora de hablar de esa época de nuestro país. Estamos un poco hartos de que el cine español (ojo, que yo soy defensor de nuestra filmografía) haya abusado del guerracivilismo para intentar humedecernos los ojos, y se agradece una visión cómica de la época sin miedo a hablar de rojos y falangistas entre el cura y el tonto del pueblo.
Tampoco es que ‘Plaza de España’ sea el primer producto en hacer una crítica ácida de la Guerra Civil, y esto nos recuerda a referentes como el cine de Luis García Berlanga, el humor de Miguel Gila (con secuencia de teléfono incluida, ¿homenaje?) o incluso a la cinta ‘Amanece que no es poco’. Pero claro, que existan estos referentes no significa que el producto sea de la misma calidad, sólo demuestra que no es “para tanto” la osadía de la ficción.
Se agradece, además, que ‘Plaza de España’ sea una comedia con un formato de comedia yanqui, con su media horita de duración que hace que se te pase rápido el capítulo sin que tengas sensación constante de relleno. Y la serie está más o menos bien, sin llegar a ser la gran comedia que todos estábamos esperando. Se deja ver sin más, siendo una comedia muy clásica, por ejemplo el piloto basaba sus tramas en un equívoco, algo trillado pero efectivo.
Lo más positivo es que los diálogos funcionan bien y están bien tirados por un elenco de actores efectivo, donde Gorka Otxoa vuelve a demostrar su gran talento cómico, aunque sí que hay alguno que rechina como la abuela que está algo sobreactuada o Mariam Hernández que a mí nunca me acaba de convencer. Lo negativo es el tufillo a teatrillo que desprende. Los decorados parecen de cartón piedra, pero además la forma de moverse los personajes por el espacio es totalmente teatral, incluso con regusto a veces de comedia de puertas.
En definitiva, ‘Plaza de España’ es una comedia simpática en la que se agradece lo adecuado de su formato, que trata con comedia y de forma resuelta un tema que podría parecer a priori espinoso, y cuya factura no es del todo mala. Se deja ver, y de hecho, parece que ha gustado a los espectadores. ¿Habrá conseguido burlar a la muerte?
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