Confirmado, promocionar películas mostrando alguna escena (ligeramente) subida de tono antes de su estreno está de moda.
Desde una fotos supuestamente censuradas, al beso más inocente, pasando por las insinuaciones de sexo real, todo vale con tal de llamar la atención, y ahora le toca el turno a Christina Ricci para promocionar Black Snake Moan.
Primero apareció, hace una semana, un vídeo donde la actriz y Justin Timberlake practican un pudoroso coito de 50 segundos, y ahora nos llegan otros dos cortísimos instantes de la película, cuyo único interés radica en ver a Christina Ricci en top less.
De todos es sabido que dos tetas tiran más que dos carretas, pero ¿no se conseguirá con estas imágenes el efecto contrario? Al final se tiene la sensación de que puede que lo "mejor" del film ya lo hayamos visto, así que ¿para qué pagar por ver el resto?.
Y otra pequeña duda que me surge, a raíz de esto, si tan salidos vamos los espectadores últimamente, ¿por qué películas como Shortbus no arrasan en taquilla, hasta desbancar a las superproducciones? Lo sé, lo sé, pensar en voz alta no es muy recomendable...