Aunque hayan pasado casi veinte años desde su última película realmente memorable ('Femme Fatale', 2002), siempre es bien recibido, incluso obligatorio, un nuevo trabajo de Brian De Palma, uno de los directores más importantes del último gran Hollywood.
Un desastre anunciado
La producción de 'Domino' ha sido un costoso valle de lágrimas para el director de 'El precio del poder' o 'Mission: Impossible'. Falsas promesas presupuestarias, abandonos y una distribución anticipada de un producto sin terminar podrían sepultar la carrera de cualquier director, pero De Palma lo vio venir y no perdió la oportunidad de cerrar las producciones de dos nuevos trabajos, 'Sweet Vengeance', con Wagner Moura y 'Predator', inspirada en el asunto Weinstein.
El reparto de 'Domino' está encabezado por las estrellas de la serie 'Juego de Tronos' Nikolaj Coster-Waldau y Carice van Houten, a los que acompaña el solvente Guy Pearce. El guión corre a cargo de Petter Skavlan, autor de títulos como 'Kon-Tiki' o 'El mundo de Sofía'.
'Domino' se vende como un thriller de alto voltaje donde un policía danés, junto a una oficial, intenta localizar al asesino de su compañero sin saber que el sospechoso está trabajando en una operación especial de la CIA que sigue el rastro de una célula europea del ISIS.
Así a simple vista se antoja indispensable, pero sabiendo el horror que supuso su rodaje, que su director no está contento con el resultado y el aspecto de telefilm europeo del tráiler, la cosa cambia. Pero eh, Brian De Palma siempre en mi equipo.
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