¿Conocéis los Premios Darwin? Se conceden, generalmente a título póstumo, a individuos que se eliminan del acervo genético de la manera más espectacular. Sin embargo hay una excepción a la condición de morirse. Si un individuo no muere, pero queda incapaz de tener hijos sería elegible para el dudoso honor de recibir el premio mientras aún esté vivo. La teoría de la evolución continuará beneficiándose en estos casos. Y esto es real, no se lo han inventado para el film.
En la película ‘Darwin Awards. Muertes de risa’, que se estrenará el 13 de abril, Michael Burrows (Joseph Fiennes), es un policía que se dedica a elaborar perfiles psicológicos de criminales y que acaba de perder su empleo. Su obsesión con los Premios Darwin le abre el camino hacia un nuevo pasatiempo: elaborar los perfiles del tipo de persona capaz de tomar riesgos extremos. Con una naturaleza prodigiosamente contraria al peligro, se encuentra emparejado con Siri Taylor (Winona Ryder), una investigadora de seguros que ha olvidado más de una vez abrocharse el cinturón de seguridad. Juntos investigan las más famosas de estas leyendas urbanas, y descubren sus propios destinos por el camino.
Además, de los ya mencionados, Joseph Fiennes y Winona Ryder, otros de los actores son David Arquette, Chris Penn, Julianna Margulies, Juliette Lewis, Max Perlich y Brad Hunt.
Tráiler en español de ‘Darwin Awards. Muertes de risa’. Página web oficial (en inglés). Los finalistas y el ganador de los premios Darwin de 2006 fueron:
Finalista: un hombre que se electrocutó cuando la cometa que volaba, que tenía un cable metálico unido a su cuerpo, pasó por encima de unos cables de alta tensión.
Finalista: un hombre que intentó desmontar un enorme cohete pasando repetidas veces por encima con su coche. Cuando vio que eso no funcionaba, decidió emplear un martillo.
Ganadores: dos chicos de 21 años que decidieron que sería una buena idea entrar dentro de un globo de helio gigante. Nunca salgas de casa sin tu detector de oxígeno.
En 2003, el premio se entregó en España:
Durante un robo en Madrid el 11 de marzo de 2003, los ladrones salieron disparando balas de fogueo. Las pistolas eran reales y los proyectiles causaban suficiente estruendo como para que la policía pensase que estaban disparando balas reales, pero no tenían el efecto suficiente como para ayudarlos a escapar con vida. La policía se los cepilló rápidamente.
Fuente: DeAPlaneta