Es curioso escuchar a las propias estrellas contar anécdotas sobre sus películas. Recuerdo que la primera vez en mi vida que ví una película en super8 fue M.A.S.H, película que con mi joven edad apenas entendí, aunque recuerdo que sí me entusiasmó el partido de fútbol americano. Como todo, con el paso del tiempo pude verla con más conciencia, y claro, la sensación con esta negrísima película fue otra diferente.
Y si M.A.S.H funcionó fue por error. La película les importaba un pimiento porque había otras de guerra como Patton o Tora, Tora, Tora que les preocupaban más. Y Dick Zanuck fue a San Francisco con la excusa de ver el primer pase con público, pero su verdadera razón era ver un partido de fútbol americano. Así que no escuchó las críticas de una audiencia que acaba de ver Dos hombres y un destino y no encontraban lógica a lo que estaban viendo. Afortunadamente, el Zanuck senior (al frente de los estudios Fox, productores de la cinta) estaba acompañado por dos jovencitas francesas a las que les encantó el filme, así que todo se lo debo a esas chiquillas
Así que leyendo la anécdota contada por el propio Robert Altman sobre por qué su película logró ser estrenada, me siento como el señor Zanuck y las señoritas francesas a la vez, pero con diferentes años. Y ahora, con la madurez, solo puedo agradecer a esas chicas francesas que llegaran a ver esa película.
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