Desde hace meses estoy batallando con la edición del trailer de la película de un amigo. Yo mismo había hecho el montaje de la película, por lo que en principio pensé que la edición del trailer podía ser lo más fácil del mundo. Supuse que en un par de semanas, el asunto estaría listo.
Qué equivocado estaba. En el montaje de la pieza de minuto y medio nos hemos tardado tanto como con el montaje de la hora y media que dura la película. Nunca sospeché que montar un trailer podía ser tan difícil. Por algo hay gente que se especializa única y exclusivamente en cortar trailers, expertos en el difícil arte de contarte una película en un par de minutos, sin revelar su trama y dejarte con ganas de ver más.
Pero últimamente es muy raro ver toparse con un buen trailer. Todos parecen cortados con la misma tijera, (o moviola o sistema de edición no lineal): un montaje rítmico y veloz que sintetiza la historia, música, cortes apoyados por efectos sonoros estruendosos (esos que retumban como portazos en una catedral) y, después del título de la película, una sorpresa final que consiste, casi de forma invariable, en algo que se abalanza sobre la cámara (y los espectadores) rápidamente.
Acaso por eso es tan especial el trailer del filme Little Children, —que mi colega Red Stovall ha reseñado antes—: sin música, con apenas unos pocas líneas de diálogo, sin develar casi nada de la trama pero con una banda sonora realmente excepcional, concuerdo plenamente con la opinión del autor de Hollywood Elsewhere cuando lo califica de "El Trailer del Año".
Little Children está protagonizada por Kate Winslet, Jennifer Connelly y Patrick Wilson. Dirigida por Todd Field (In the Bedroom), es la adaptación de una novela de Tom Perrotta (Election)