Ya sólo esperamos el morbo en OT y Risto Mejide es su producto estrella

Risto Mejide es OT. Él es su propio producto y así lo ha demostrado desde el principio. Y siendo honestos es el único que puede salvar el concurso en esta edición en términos de audiencia. Las voces son horrendas, ninguno de los triunfitos tienen talento o al menos el mínimo que otros si tenían anteriormente.

Nadie se tragaría el programa si las decisiones del jurado fueran, digamos, “normales”. Si una gran mayoría espera el turno del jurado es por algo. Risto puede ser el tío más insoportable, al que más odien en la academia y la familia de los concursantes vilipendiados, pero es el que encanta a la audiencia. Nadie quiere tener un médico como House o ser valorado por Risto, pero, sí, verles. Los espectadores ya no ven a actuar a los concursantes, ni mucho menos comprarán sus discos, sintonizan Telecinco cuando saben que va hablar Risto.

Ayer fue de esas noches que llenará YouTube de los vídeos más descargados del programa. Risto sabe que la Barbie Alaridos, es decir, -Paula- Esther, es la más vista en YouTube. Es de las que más se mofa la gente. Está creando un subproducto ridículo y Risto está participando consciente de sus mejores artes de marketing en crear a la tonta del que todo el mundo se reirá. Cuando se marche del programa la audiencia bajará. Cuando Risto ya no tenga a su juguete el público abandonará los berridos de los concursantes, pero, de momento, le va a sacar partido y lo ha dicho ya públicamente.

Tani S. es la concursante que tuvo ayer el roce más fuerte (ver el vídeo). Además, genero el cisma definitivo entre el resto del jurado y Risto. Avisó antes de su intervención que los espectadores que se enganchan en ese momento a ver el programa lo hacen para verle, que luego no se quejen de sus comentarios. Después de que por su propia decisión acompañada de duras palabras, Risto nominó a Tania S., pero Noemí Galera rectificó y le dio el pase a la pasarela, mientras las miradas asesinas y el definitivo comentario de Tania S. marcó la ruptura del respeto dentro del programa: "toma, hijo puta".

Es divertido ver como Telecinco y Getsmusic gastan tremendas cantidades de dinero para que nadie vea las actuaciones, nadie compre los discos. Lo único que consiguen es más morbo y crear una cantera de tertulianos, los que cantan bien no se presentaron al casting. Así se comprueba en el nivel de este año.

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