Aunque la cadena habla de un descanso del producto, parece que el equipo de trabajo de la productora ya ha sido disuelto y que no ven visos de poder volver a recuperar su empleo. El cambio de estilo es total si se tiene en cuenta que TNT es sustituido a partir de esta semana por Caiga quien caiga.
TNT se había convertido en un contenedor versátil pero recurrente en los temas relacionados con la crónica social y los aspectos más morbosos de la actualidad. Con un horario inestable, la rentabilidad del programa es cuestionable y nunca logró mantener unas cifras de audiencia equilibradas. Se abre, además, el debate de la posible intención de Telecinco de cambiar de imagen y de ir desprendiéndose de emisiones que la convierten en una de las cadenas más sensacionalistas de la parrilla. Veremos en qué queda esta declaración de intenciones porque no hay que olvidar que lo que prima en una empresa (y Telecinco lo es), es la rentabilidad, independientemente del tipo de programa que se emita.
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