'Tierra de Lobos', se fue casi de puntillas

Qué mala suerte ha tenido la serie de Telecinco 'Tierra de lobos'. Desde el principio, destacó porque parecía una propuesta original, que ofrecía cosas diferentes dentro del panorama de la ficción nacional. La primera temporada fue un éxito bastante considerable, pero después, se fue desinflando en audiencia. Ayer, cerró para siempre la puerta con un 13,1% de share.

Y en este descenso, puede que algo haya tenido que ver la forma en la que ha sido programada. Fuera de nuestro entendimiento queda el hecho de que tardara tanto tiempo en estrenar su tercera temporada, de forma que Telecinco decidió resumir la trama de las dos primeras en una especie de película para desmemoriados. Acelerando el final, ahora que ya se están anunciando todas las series que hay en la recámara, Mediaset decidió dar los dos capítulos finales en la misma semana, el martes y el miércoles.

La última temporada de 'Tierra de Lobos' ha sido, desde luego, muy emocionante, con un desarrollo de la trama principal bastante jugoso. Las muertes de varios personajes principales han ayudado en este punto, como ese final de Lobo, el tirano. Eso sí, al hecho de ser apasionante hay que sumarle un contrapunto triste, pues todos esos desencadenantes sonaban demasiado a despedida. A lo largo de los últimos capítulos hemos dicho adiós a muchos grandes personajes que difícilmente podrían ser reemplazados.

Una de las tramas que más me ha gustado ha sido la de Isabel, Cristina y el teniente Ruiz. Tal vez me haya conquistado que haya sido una historia de amor diferente, en el que nadie era "malo" y todos eran víctimas y verdugos en algún momento. Los giros trágicos tenían un toque de lógica que se agradece y ha conseguido que sus problemas generaran bastante empatía por parte del espectador.

El emocionante capítulo final

Respecto al último episodio, creo que fue bastante dinámico, de ésos en los que no sobra ninguna secuencia. La muerte de César Bravo, a pesar de que no podamos estar de acuerdo y prefiramos un final feliz, me parece que tiene bastante sentido y no puede ser tachada de inapropiada. Se trata del final del camino para el héroe que vuelve a su tierra como un forajido y consigue redimirse salvando a sus vecinos, y que obtiene el reconocimiento de todos ellos en el desenlace de su vida.

Algo que sí me pareció un poco raro fue la resolución que se le dio a la trama de Nieves y Aníbal, y a la de Hugo y Victoria. De tal forma que cuando el capítulo acabó, reconozco que pensé que nos habíamos ido a una pausa publicitaria. Cuando ví que no era así, me quedé bastante sorprendida. Primero Nieves visita a Don Joaquín y pactan un matrimonio, pero, después, aparece Aníbal y le pide a ella que se case con él. La escena acaba con la cara de circunstancias de ella, sin beso ni nada (ya sé que esto del beso es un tópico, pero ayuda bastante a entender qué está pasando).

Muchas incógnitas

Creo que esta trama, una de las más emocionantes de la serie por el poderío del personaje interpretado por Dafne Fernández, hubiera merecido más recorrido en su resolución que ya os digo, me imagino que hemos de interpretar que acaban juntos, aunque tampoco podría afirmar porqué. De verdad, me hubiera gustado que su historia de amor tuviera más chicha y nos hubiera brindado un final por todo lo alto. Lo mismo pasó con el cuarto hermano Bravo, que siempre me ha dado un poco la sensación, el pobre, de que su única función era sustituir a Román, y que su personaje bamboleaba según las necesidades del momento.

En general, me parece que hay algunas tramas cuya resolución quedó un poquito en el aire. A mí no me quedó claro qué pasaba con el alcalde o con Sebastián, qué iba a hacer Alvaro tras el descubrimiento de quién es su sobrina, cómo acababa el conflicto de "Fuenteovejuna" del pueblo en la muerte de Lobo. Que Isabel no apareciera en todo el capítulo me dio bastante pena, también. Supongo que todo el final estuvo enfocado en hacer brillar la figura de César Bravo y redimirlo como héroe y protector, y todo lo demás se tuvo que precipitar.

Por último, me gustaría destacar la gran calidad técnica con la que siempre ha brillado esta serie de Boomerang TV. El uso de la luz, cálida y con ese tono perfecto para darnos la impresión de que realmente estamos en un western es un acierto. El empleo de exteriores y de interiores naturales de poderío, como esa gruta en la que se encierra a los personajes... habla de una producción muy esmerada. Además, en 'Tierra de Lobos' siempre han dado mucha importancia a las secuencias de acción, que no han escatimado en detalles y que los espectadores, sin duda, agradecen.

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