A Telecinco se le acabaron ayer cinco años de triunfos. Porque la arriesgada apuesta que hizo en su día la cadena al comprar los derechos de retransmisión de la Fórmula 1 les ha salido muy rentable. Que un español, Fernando Alonso, irrumpiese en la competición tuvo todo que ver: desde entonces la cadena ha visto como el mundo del motor le traía buenos réditos.
Sin embargo, Mediapro compró los derechos hace unos meses negociando a la alta y Telecinco no quiso competir por el precio. Puede que los derechos se estuvieran sobrevalorando, pero lo que ahora no queda nada bien es que Telecinco niegue lo que le ha funcionado: para decir que no está llorando la pérdida de las retransmisiones, la cadena asegura en una nota que la carrera de Brasil ha demostrado que la Fórmula 1 ya no puede dar más de sí y que a partir de ahora sólo le toca bajar.
Telecinco no miente en su nota, pero esconde datos: Asegura que el año pasado hubo más de 13 puntos de share en la misma carrera y un millón y medio de espectadores de diferencia. No dice nada de que el año pasado Fernando Alonso, el mismo que ha llevado en volandas sus audiencias, se estuviese jugando el Mundial y este año no. Lo cual no implica que al año que viene no esté en disposición de volver a disputar el título y, de nuevo, las audiencias suban. Ya se sabe que el mundo de los deportes televisados tiene mucho de fanatismo patriótico: si hay uno de los "nuestros", hay más audiencia, aunque sea el mundial de chapas.
Que ahora Telecinco se refugie en datos sesgados no queda bonito. Hubiera sido mejor si la cadena en perpetua guerra con La Sexta habría optado por decir, simplemente, que el precio que había que pagar por la Fórmula 1 era imposible de rentabilizar y que cada palo aguante su vela. Dejar eso en segundo plano y optar por un discurso entre lo lastimero y lo chulesco (como yo no lo tengo, ya no va a funcionar en audiencia) es un error.
En ¡Vaya Tele! | Mediapro compra los derechos de la Fórmula 1